Abramos el debate: ¿Cuál es la moto definitiva?

Tema polémico si los hay, y al que nunca vamos a llegar a un resultado unánime. Sencillamente porque no existe la moto perfecta, como tampoco existe ningún otro objeto o dispositivo que no pueda ser mejorado y/o superado.

Para esta nota, me voy a tomar el atrevimiento de hablar en primera persona, ya que se trata de una opinión muy personal, la que puedo justificar, pero que no deja de ser subjetiva en parte, aunque aclaro que no por una cuestión sentimental o de afinidad particular con la marca.

La “moto definitiva”, para mi criterio, es aquella a la que uno elige ya con cierta madurez como motociclista. ¿Qué significa esto? Luego que la curiosidad nos hizo experimentar diferentes tipos de motos, como podrían ser las deportivas, naked, custom, trail, por nombrar solo algunas categorías.

Desde ya que este ejercicio de “experimentación de segmentos” se vuelve casi imposible en países como el nuestro, donde acceder a motos consideradas como “masivas” en otros mercados, son solo para unos pocos aquí. Ni hablar entonces, de poder cambiar la moto asiduamente para poder ir probando diferentes estilos, marcas, cilindradas, etc.

No obstante, a los que nos gusta leer acerca de todo lo que tenga dos ruedas, tenemos las herramientas, aunque sea teóricas, para poder darnos una idea y formar una opinión al respecto.

Volviendo al punto de la “madurez” como motociclista, por lo general se obtiene lógicamente con el correr de los años, donde las experiencias vividas y también las personas que conocemos gracias a “la moto” son fundamentales para ello.

En mi caso particular, no me considero un tipo con toda la experiencia que me gustaría tener, pero este trabajo me dio la posibilidad de probar y disfrutar motos de las más variadas, incluso de aquellas que jamás me compraría, como así también de las que tampoco me podría comprar.

A nivel personal, pude saciar mi curiosidad con scooters, deportivas de baja cilindrada, distintas naked japonesas de peso medio y actualmente una Adventure que estoy empezando a conocer. Todas me dejaron su enseñanza, y lo más importante, me echaron luz acerca de cuál es el tipo de uso y ámbito para poder disfrutarlas al máximo.

En busca de esa madurez mencionada, siempre surge la charla acerca de la moto definitiva, en mi caso particular con un amigo con el que comparto viajes en moto, que quizá no tiene la mayor de las experiencias, pero que es un tipo tan o más apasionado que yo, y con el cual siempre me resulta interesante analizar nuestro mercado y otros como el español, sin duda la referencia para todo motero argento.

Aunque mi moto actual no lo sea, soy un ferviente entusiasta de las marcas japonesas. No debería decirlo, como el periodista deportivo no debería revelar el club de sus amores, pero así lo es.

La moto que considero definitiva, tuve la suerte de poder manejarla en más de una ocasión y en situaciones muy distintas. En este punto me siento un privilegiado. No obstante, mi elección no solo se basa en experiencias personales, sino también en la elección de muchos otros usuarios alrededor del mundo, que con diferentes realidades, geografías y edades, la eligen ya sea comprándola 0km o usada.

Vuelvo a repetir, nunca tuve uno de sus modelos, ni tampoco se trata de ningún tipo de afinidad con la marca, y si hoy me la pudiera comprar, no sé si lo haría, ya que me encuentro en un momento de mi vida motociclista donde busco otra cosa. De todas maneras, estoy muy seguro que la BMW R1250GS es la moto definitiva, por lo menos así lo es para mí.

Parece mentira, pero lo que lograron los alemanes con esta moto traspasó todo tipo de fronteras. Fieles a su tradición, mantienen una disposición de cilindros bóxer que, hoy por hoy y para muchos, es toda una antigüedad y que conlleva a una ingeniería de construcción muy costosa. Por otro lado, ¿se imaginan que la más grande de las GS no fuese bóxer? Ese día no creo que llegue, pero de llegar, sería una jugada que le costaría mucho a BMW.

De algo que pocas motos se pueden jactar es que este modelo lograr mejorar, de generación en generación, sobre lo que ya era bueno. No entremos en detalles de tecnología aplicada, porque lo de los alemanes es simplemente espectacular y siempre sorprenden con alguna innovación que nos deja boquiabiertos.

La R1250GS, que la mayoría y cariñosamente sigue llamado “la GS1200”, es la moto en la que terminan muchos motociclistas que hasta incluso se formaron en las deportivas, y ni hablar de los que vienen de la escuela trail.

Su comodidad y ergonomía para viajar es algo que, personalmente, considero que ninguna marca pudo ni siquiera igualar, en parte por un esquema de suspensiones que solo BMW utiliza, mantiene y mejora constantemente. Mal que me pese, las japonesas, hasta hoy, no pudieron desarrollar (o quizá no quisieron) una moto de características similares y con la aceptación de un público tan masivo y a la vez dispar, que tiene esta germana.

Ojo, un tema no menor y que no hace a la moto pero sí al mundo que lo rodea es todo lo que genera BMW Motorrad con sus clientes. Son unos verdaderos genios del marketing. No hay una marca que fidelice clientes como así lo hace BMW. Rara vez alguien que ingresa al mundo “BMW Motorrad” sale por voluntad propia. Es un caso de estudio y que deberían (si ya no lo hacen) tomar como modelo en universidades.

Volviendo a la GS, un dato que sostiene mi opinión, es que en España es uno de los modelos más demandados en el mercado del usado. El 2% del total del parque de motos de España es una “GS1200”, parece poco pero es un número muy significativo, y más teniendo en cuenta la variedad de marcas y modelos con que cuentan en ese importante mercado. Otro dato, en Italia (mercado bastante más chico que el español) la moto que si no termina como líder del ranking de ventas de 0Km, lo hace en el segundo lugar es la BMW R1250GS.

Está más que claro que son mercados y economías más desarrolladas y que están a años luz de la nuestra, pero como mencioné al principio, no tengamos en cuenta el factor económico para elegir a nuestra candidata.

Son por todos conocidos los que compran una “GS1200” solo por ser un objeto de imagen y que da cierto “prestigio”, sin ni siquiera tener idea de la moto a la que se están montando. Muchos de ellos que recorren el trayecto Pilar-CABA como los únicos kilómetros de ruta que realizan.

Pero lo que más llama la atención son aquellos motociclistas que una vez que tuvieron la primera, no pueden ni quieren bajarse de una de ellas, por ejemplo, comprando una GS 2010 y que luego cambiaron en el 2013 por una “aguatera”, y en 2019 por una 1250. Muchas de estas motos, vendiéndose en el mercado del usado con 40 / 50.000 kms a cuestas y con un valor de reventa insólito.

Podemos desarrollar muchísimos párrafos acerca de la GS de BMW, desde lo técnico hasta de lo que genera en sus usuarios. Es realmente llamativo y no se me ocurre que otra moto en la actualidad genere lo mismo.

Yo, ya elegí mi “moto definitiva” y lo justifiqué. Seguramente muchos estarán de acuerdo conmigo y muchos otros, no. Eso es lo más divertido y lo que más enseñanzas nos deja, las diferentes opiniones expresadas con respeto. Vos, ¿tenés la tuya?

Por Nicolás Peritore, Equipo de pruebas La Moto.

Nicolás Peritore

Comenzó su carrera en el periodismo especializado en 2010, cuando fue invitado por el staff de la LA MOTO a participar con una colaboración especial. A partir de esta colaboración se transformó en el encargado de analizar todas las motos que son evaluadas en el medio.

Actualmente lleva más de 300 motos evaluadas entre las que abundan las de gama media y baja, que representan el grueso del mercado de la motocicleta. También ha participado de lanzamientos y presentaciones internacionales, donde ha podido analizar diferentes productos antes de sus llegadas a los concesionarios.

Análisis de mercado, en base a datos concretos de las distintas Cámaras del sector, son parte de las columnas editorializadas que se publican en este medio.