Esta moto trail de Honda cambió la historia del Dakar
Esta moto trail es un modelo que marcó el camino del éxito de la marca del ala dorada en la competencia de rally más exigente del mundo.
Hay motos que no se olvidan, más si son consideradas una leyenda. Una de ellas es la Honda NXR750, un modelo que no pasa desapercibida en la historia del Dakar.
La trail en cuestión es uno de los mitos que ocupa un lugar de privilegio en los libros de la competencia de rally más duras del mundo. Esta moto de la marca del ala dorada es una de las máquinas más recordadas por ser una de las más ganadoras, y también porque fue el puntapié inicial de un linaje que marcó la identidad aventurera de la marca japonesa.
De los primeros pasos al reto de las bicilíndricas
La historia de esta Honda se inició con el piloto Cyril Neveu, quien ya había triunfado en la edición de 1979 del Dakar al mando de una Yamaha XT 500 y que repitió su éxito sobre una Honda XL de 550 cc, en 1982. Este triunfo marcó el final de la era de las monocilíndricas, justo cuando BMW irrumpía con sus GS bicilíndricas que dominaron la primera mitad de los años 80. Con pilotos como Hubert Auriol o Gastón Rahier, las máquinas bávaras se impusieron en los tramos más rápidos y obligaron a la marca a reaccionar.
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Como líder mundial en ventas, la marca del ala dorada no podía quedarse atrás. El mercado demandaba motos de imagen aventurera, que pudieran soportar largas distancias sin renunciar al uso cotidiano. En 1984, Honda dio luz verde a su división HRC para desarrollar una moto con un único objetivo: ganar el Dakar.
El nacimiento de un mito: la Honda NXR750
Para la edición del Dakar de 1986 debutó la NXR750, una moto prototipo pensado para resistir los 14.000 kilómetros y 20 días de carrera. Aunque sentó las bases de la futura XRV650 Africa Twin, lo cierto es que compartían poco más que la disposición en V de sus cilindros.
La Honda NXR estaba equipada con un motor en V a 45º con 69,3 CV en 1986, que fue aumentado a una potencia de 73,6 CV en 1987 y a 75 CV en las ediciones de 1988 y 1989. Honda ocultaba cifras reales de peso -se hablaba de 160 kilos-, cuando en realidad rondaba los 190. Su suspensión extrema, con 300 mm de recorrido delante y 270 mm detrás, la alejaba de cualquier modelo de serie.
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Ese mismo 1986, marcado por la trágica muerte de Thierry Sabine en un accidente de helicóptero, Cyril Neveu devolvió a Honda a lo más alto. Lo hizo pilotando la primera moto refrigerada por agua que vencía en el París-Dakar, estableciendo un nuevo estándar tecnológico.
Cuatro triunfos consecutivos y una herencia imborrable
La NXR no se detuvo ahí. En 1987 Neveu repitió triunfo y Honda encadenó una racha imparable con Edi Orioli en 1988 y Gilles Lalay en 1989. Con cuatro victorias consecutivas, la marca consolidó una etapa gloriosa en el Dakar y cimentó la leyenda de la Africa Twin, lanzada comercialmente en 1988.
Tras una época dorada llegó una larga sequía que se prolongó hasta 2020, cuando Ricky Brabec devolvió a Honda al podio más alto en la primera edición disputada en Arabia Saudí. Kevin Benavides repitió el éxito un año después, ambos sobre una CRF450 Rally. Muy lejos ya de la NXR y de la Africa Twin original, la nueva generación mantiene vivo el espíritu, aunque las reglas del rally y el propio mundo cambiaron.
Claramente, la Honda NXR750 no fue una más en la historia del Dakar. Fue la moto que marcó el camino a la marca japonesa en el mundo del motociclismo moderno y que supo convertir la exigencia del Dakar en un relato comercial sin precedentes. Su legado se tradujo en la Africa Twin, lo que marcó un antes y un después en la concepción de las motos de rally y aventura.