Estas KTM superan los 900 cc, comparten el mismo motor, pero son distintas: ¿qué las hace especiales?
KTM afina su apuesta por la media-alta cilindrada con dos propuestas que comparten propulsor y plataforma. Los detalles que las diferencian.

KTM ofrece dos motos que comparten el mismo motor y plataforma de 947 cc. Se trata de las 990 RC R y la 990 Duke R, modelos que pese a ser parecidas se diferencian.
En cuanto a la 990 RC R, este modelo representa el regreso de la marca al mundo de las deportivas carenadas puras, un segmento que llevaba años reclamando un sucesor espiritual de la RC8. Mientras que, la 990 Duke R se ubica en la cima de la gama naked, tomando lo mejor de la 990 Duke estándar con una mejor entrega de prestaciones, agresividad y equipamiento.
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¿Cómo es el motor de estas KTM?
Si bien ambas comparten la arquitectura interna del motor bicilíndrico en línea LC8c de 947 cc y la cifra de potencia -130 CV y 103 Nm de par-, su carácter emerge de manera muy diferente. La 990 RC R adopta una configuración afinada para responder con contundencia tanto en carretera como en circuito, con un tacto inmediato y preciso.

La 990 Duke R, en cambio, exprime el mismo bloque con un mapeado más agresivo, estirando la entrega hasta las 10.500 rpm y reforzando la respuesta con ajustes específicos en la electrónica y la geometría. A partir de ese punto, la distancia entre ambas empieza a crecer: una busca ser una supersport moderna, la otra quiere dominar la categoría naked con una combinación de ligereza, rigidez y equipamiento de primer nivel.
Parte ciclo de las KTM
En términos de parte ciclo, la separación entre ambas filosofías queda aún más marcada. La 990 RC R se traduce en una propuesta con un chasis multitubular diseñado para equilibrar precisión y usabilidad, con un reparto de pesos calculado al milímetro y un basculante completamente con sistema de bieletas superior, una solución inédita dentro de la familia LC8c.
El subchasis de este modelo es de aluminio fundido a presión no solo reduce peso, sino que contribuye a la admisión del motor y a la centralización de masas. La Duke R, por su lado, adopta una estructura multitubular que prioriza la deportividad y eleva su centro de gravedad respecto a la versión estándar.

Además, introduce un sistema de bieletas rediseñado que incrementa el agarre y mejora el paso por curva, junto con unas suspensiones WP APEX más rígidas y con recorridos revisados para responder a un uso intensivo.
En cuanto a las suspensiones. La 990 RC R apuesta por una horquilla WP APEX de 48 mm con 147 mm de recorrido, regulable en todos sus parámetros, acompañada por un amortiguador de gas con ajustes completos para adaptarse tanto a la carretera como al circuito. La 990 Duke R presenta una configuración más agresiva: horquilla de 48 mm y 143 mm de recorrido, un 34% más rígida que la de la Duke estándar, y un monoamortiguador que se ajusta al nuevo sistema de bieletas y reduce ligeramente su recorrido. La RC R busca precisión aerodinámica y estabilidad a alta velocidad; la Duke R se centra en atacar curvas con la mayor inclinación posible.
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Electrónica de las KTM 990 RC R y 990 Duke R
La electrónica es otro apartado donde ambas motos comparten base, pero se diferencian en planteamiento. La 990 RC R incorpora cinco modos de conducción, un ABS con cuatro configuraciones y la posibilidad de activar paquetes que amplían las funciones con control de lanzamiento, anti-wheelie ajustable, quickshifter+, registro de vueltas y más.

La KTM 990 Duke R, en cambio, se apoya en un repertorio ampliado: añade el ABS Sport y el ABS Supermoto+, modos específicamente pensados para una conducción más permisiva y extrema, junto con opciones Performance y Track disponibles como extras. En ambos casos, la gestión corre a cargo de una IMU de seis ejes, pero la Duke R se inclina por una configuración más radical, coherente con su orientación de naked deportiva de alto rendimiento.
Ergonomía
Respecto a la ergonomía también marca una frontera clara. La 990 RC R busca un compromiso entre uso diario y conducción deportiva: manillares tipo clip-on bajos y adelantados, asiento a 845 mm, depósito de 15,7 litros y estriberas ajustables con dos posiciones que permiten transitar de la carretera al circuito.
La KTM 990 Duke R toma un camino distinto: asiento más bajo (840 mm), ergonomía más agresiva que la estándar y un conjunto más ligero -190 kg en orden de marcha frente a los 195 kg de la RC R- que subraya su carácter directo y explosivo. La RC R añade además el componente aerodinámico: alerones capaces de generar 14,4 kg de carga a 252 km/h, una carrocería diseñada en túnel de viento y una pantalla pensada para ofrecer estabilidad en frenadas y rectas largas, un terreno que la Duke R, por su propia naturaleza naked, no pretende dominar.

En materia de frenos, ambas confían en discos delanteros de 320 mm, pero la Duke R da un paso adelante con pinzas Brembo Stylema, frente a las HyPure monobloque de la RC R. Las llantas, comunes en diseño -heredadas de la 1390 Super Duke R-, calzan en ambos casos Michelin Power Cup 2, uno de los neumáticos más orientados al uso deportivo dentro de los homologados para carretera.
Tecnología
Por último, el equipamiento tecnológico corona la evolución de ambas motos. Las dos integran el sofisticado panel TFT táctil de 8,8 pulgadas, con navegación offline, conectividad y funciones avanzadas. En la Duke R, esta pantalla incorpora hardware actualizado con más memoria y un sistema operativo Android Automotive que promete mayor proyección a futuro.

Al final, las diferencias entre la KTM 990 RC R y la 990 Duke R no son simples variaciones sobre un mismo modelo: son dos maneras opuestas de entender la deportividad. Comparten motor, espíritu y plataforma, pero se distancian en todo lo que define la experiencia final. Una busca devorar circuitos y largas rectas con precisión quirúrgica. La otra quiere pelear cada curva con libertad desnuda. Dos motos, un mismo corazón y dos visiones que, dentro de de la marca naranja, ya marcan caminos paralelos.


