La marca de motos que pasó del posible éxito a la quiebra: este fue el problema
Una marca de motos eléctricas que era muy prometedora hace un años se declaró en quiebra. El motivo principal, todo lo que sucedió y más.
La masificación de las motos eléctricas obliga a innovar, como así también a que surjan nuevas marcas. Así, Fuell emergió como una propuesta innovadora, prometedora y con el respaldo de figuras importantes. Liderada por Erik Buell, un nombre respetado en la industria de las deportivas y fundida con la experiencia de Frederic Vasseur y Francois-Xavier Terny, tenía todo para alcanzar el éxito, pero ahora se encuentra en quiebra.
La compañía disponía de un sólido equipo detrás que aspiraba a revolucionar la movilidad eléctrica urbana. Sin embargo, Fuell no alcanzó sus metas y recientemente declaró la bancarrota. En lo que se califica como una verdadera sorpresa, hay motivos que la explican.
Los comienzos de Fuell y sus modelos emblemáticos
Fuell fue fundada en 2019, un año en que el mercado eléctrico aún estaba en plena expansión, y su entrada fue vista como una movida estratégica y visionaria. Presentó dos modelos iniciales: Flow-1 y Fluid-1, ambos diseñados para abordar las necesidades urbanas y con un enfoque de bajo costo respecto de otras opciones.
La Fuell Flow-1 destacaba con una motorización que permitía su uso tanto para conductores con licencia de motocicleta A2 como para equivalencias de 125 cc, y una autonomía prometedora de hasta 200 kilómetros. Era práctica y asequible, con un precio muy competitivo de 10995 dólares. En cambio, la Fluid-1 se enfocaba en la micromovilidad urbana por 3295, siendo otra posición muy favorable.
La pandemia alteró los planes y todo cambió
A pesar del prometedor planteamiento inicial, el proyecto sufrió varios obstáculos inesperados. La pandemia de COVID-19 golpeó con fuerza a la industria de la movilidad, y Fuell no fue la excepción. Los planes de lanzamiento se retrasaron considerablemente, lo que impidió, por ejemplo, que la mencionada Flow-1 llegara al mercado en 2021 como estaba previsto.
Además de esto, la crisis de la cadena de suministro y el aumento de los costos de producción afectaron duramente a la empresa. La expectativa generada por estos modelos se desvaneció al prolongarse los tiempos de espera, y las preórdenes, que apenas comenzaron a aceptarse en 2023, resultaron insuficientes para mantener la compañía a flote.
El estancamiento de la motocicleta eléctrica en el mercado
Otro factor relevante en la caída de la compañía fue la falta de adopción masiva de las motos eléctricas. A pesar del esfuerzo de la industria por introducir unidades accesibles y sostenibles, la realidad es que el público aún muestra desconfianza hacia estas alternativas. La autonomía limitada, falta de infraestructura de carga y altos costos de desarrollo siguen siendo barreras significativas y, claro está, un inconveniente para cualquier marca.
La historia de Fuell puede resumirse como un proyecto prometedor que culminó de una manera amarga. Refleja, además, las dificultades que enfrentan los proyectos innovadores en la industria de la movilidad sostenible. Aunque contaba con un equipo altamente calificado y una visión clara para revolucionar el mercado, los factores externos e internos conspiraron para que el éxito se convirtiera en fracaso. El tiempo dirá si así se confirma.