Grabado de partes, ahora en motos: ¿negocio o solución?
Ahora las motos en CABA deberán realizar el grabado de partes y te contamos cómo es, su precio y sus sanciones si no lo haces.
Desde el pasado lunes 4 de abril, las motos nuevas o usadas radicadas en la Ciudad de Buenos Aires deberán realizar el grabado de partes como hasta el momento lo hacían los automotores. Según informan, de esta manera se permitirá su rastreo, como un modo de prevención en caso de robo para desguace y venta de motopartes.
El grabado lo debe realizar el dueño de la unidad (nueva o usada) radicada en la Ciudad de Buenos Aires y es obligatorio para realizar la Verificación Técnica Vehicular (VTV), para la transferencia del vehículo y para salir a ruta. De igual manera que en los automotores, este trámite se realiza por única vez en talleres habilitados.
Índice
¿Cuánto cuesta el trámite?
El 17 de agosto del año pasado, una resolución extendió la obligación del grabado a los motovehículos (siempre en CABA). En la nueva resolución, finalmente, se fijó en $2.000 la tarifa que deberán pagar, que ya estaba prevista como la mitad de la que se abona para los automotores, que ahora se incrementó en un 33% para tener un costo de $4.000.
¿Qué partes graban?
En el caso de las motos, las letras y los números del dominio deberán ser grabados en al menos cuatro de las siguientes partes: el caño de escape, la parte inferior del asiento, el cuadro, la horquilla y el soporte de pedalín. El encargado de realizar el trabajo deberá dejar constancia de en qué partes lo hizo en el formulario del trámite. En el caso de que un siniestro obligue a cambiar alguna de las piezas grabadas, se le realiza sin costo el grabado de partes a esa única pieza.
Multa
La multa por no tener el grabado de partes de forma adecuada, que se cobra desde 2016 (hasta el lunes solo para automotores), es de 150 Unidades Fijas. Al valor actual, esto equivale a $ 8.755,50.
¿Cómo se realiza el trámite?
Para hacer el grabado de partes hay que pedir un turno vía web para ir a uno de los talleres autorizados. El día de la cita, el dueño del vehículo o una persona autorizada por este debe presentarse con la documentación del vehículo y la personal (título de propiedad o cédula verde/azul y DNI).
Completar el trámite toma unos 20 minutos, entre la parte administrativa y el grabado propiamente dicho. Este último se hace con una pistola electromecánica, que realiza un micro punzado inviolable que marca las motopartes en forma indeleble. No se especifica en concreto para los motovehículos, pero seguramente se coloque un sticker que indica que se encuentra grabado.
La tarifa se paga directamente en el taller, donde entregan un formulario que certifica que se cumplió con el trámite del grabado de partes. También en el taller se ingresa al vehículo en la base de datos única del Registro de Verificación de Autopartes.
¿Negocio o solución?
Pareciera un poco ingenuo pensar que este nuevo trámite a realizar (por única vez) desaliente de alguna manera el robo de motos, que desgraciadamente no para de crecer y muchas veces con finales trágicos. En el caso de que sí funcionase como un modo de prevención de robos, el que solo esté reglamentado para la Ciudad de Buenos Aires, no hace más que poner en peligro especialmente a los usuarios de conurbano bonaerense (donde se registran la gran mayoría de los robos).
Estas acciones desarrolladas inicialmente para automotores no siempre se pueden instrumentar de manera sencilla y eficiente en motovehículos, algo similar a lo que sucede con la Verificación Técnica Vehicular (VTV), una revisión que deja bastante que desear por algunas faltas de criterio. En el caso puntual del grabado de partes, no se termina de entender como otras piezas (de mucha rotación en el mercado negro) no sean tenidas en cuenta para su identificación.
Para que este tipo de medidas sean realmente eficientes, deben estar desarrolladas por personal idóneo y especializado en el sector de las 2 ruedas, y no ser un trámite de autos adaptado a motos. De igual manera, su instrumentación debería ser a nivel nacional y no solo de un distrito en particular.
¿Negocio o solución? Lo dejamos a tu criterio.
Comenzó su carrera en el periodismo especializado en 2010, cuando fue invitado por el staff de la LA MOTO a participar con una colaboración especial. A partir de esta colaboración se transformó en el encargado de analizar todas las motos que son evaluadas en el medio.
Actualmente lleva más de 300 motos evaluadas entre las que abundan las de gama media y baja, que representan el grueso del mercado de la motocicleta. También ha participado de lanzamientos y presentaciones internacionales, donde ha podido analizar diferentes productos antes de sus llegadas a los concesionarios.
Análisis de mercado, en base a datos concretos de las distintas Cámaras del sector, son parte de las columnas editorializadas que se publican en este medio.