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La historia de BMW, entre guerras e innovaciones

La historia de BMW atraviesa las grandes Guerras Mundiales y los avances más utilizados en las motos actuales. Repasamos sus años dorados.

Si por algo se distingue a lo largo de su historia BMW, famosas siglas de la Bayerischen Motoren Werks, es por defender contra viento y marea un concepto propio para concebir y entender sus productos. En el caso de las motos, esa característica se mantiene y por eso BMW siempre ofrece algo diferente, difícil de conseguir y con un planteo que resiste el paso del tiempo y está a punto de cumplir ya nueve décadas.

Motor BMW M2B15

El surgimiento de BMW como fabricante de motos se debió a una necesidad. Tras perder Alemania la Primera Guerra Mundial, el tratado de Versalles les prohibió a las empresas teutonas cualquier actividad aeronáutica, rubro al que se dedicaba BMW con la fabricación de motores. En un primer momento, la empresa se concentró en producir impulsores para otras firmas como Douglas o Victoria, a las que equipaba con un boxer de cigüeñal transversal llamado M2B15.

En 1923 comenzó la fabricación de motocicletas completas a partir de un nuevo diseño creado por Max Friz, uno de sus propietarios. Este modelo sirvió como base para la producción del resto de las bicilíndricas de la fábrica alemana en una tradición que se prolongó hasta la llegada de la serie S a principios de 2010. La BMW R32 disponía de un motor boxer con cigüeñal longitudinal, la caja de cambio en línea y transmisión secundaria por cardan.

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BMW R32

revista lamoto digital

Un par de años después, Rudolf Schleicher creó la R37 con válvulas en la tapa del block y también se lanzó la R39, primera monocilíndrica equipada con ejes longitudinales. La casa bávara fue siempre una firma innovadora y, aunque fabricó modelos económicos con chasis de chapa y motores de válvulas laterales durante bastante tiempo, a ella se le debe la instalación de la primera horquilla hidráulica, hecho que aconteció en los modelos R12 de 1935. De la misma manera, la R51 de 1938 incorporó por primera vez una suspensión trasera.

BMW R51

El fin de la Segunda Guerra Mundial, que volvió a perder Alemania, supuso un duro golpe para BMW, ya que perdió sus instalaciones de Berlín y todos sus diseños en carpeta. En la guerra había producido la moto que probablemente es más famosa entre los vehículos bélicos, la R75 con tracción al sidecar. Tras la contienda creó una nueva generación de impulsores boxer iniciada con la R50 a la que le siguieron modelos más deportivos como la R69.

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BMW R75 sidecar

Al final de los ‘60, se diseñó la base de los últimos boxer de dos válvulas que arrancó con la serie 5 y terminó con las postreras R100, cuya versión más famosa fue la RS que tuvieron carenado integral allá por 1976. Desde entonces, BMW amplió en gran medida sus horizontes. Además de los modelos boxer renovados en 1993 con las nuevas 4 válvulas de inyección, se estrenaron en 1983 las tetracilíndricas en línea de la serie K, las tricilíndricas de 1985 y las monocilíndricas de la serie F en 1993. Las últimas familias que se presentaron corresponden a las nuevas K de cuatro cilindros con cigüeñal transversal y las bicilíndricas de la serie F con cilindros paralelos.

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BMW serie F 1993

Hoy, BMW fabrica toda una variedad de motos equipadas con impulsores desde uno a cuatro cilindros, con una tecnología exclusiva que puede notarse en términos como Paralever, Telelever, Duolever y un espíritu innovador que quedó demostrado al introducir en el mundo de las dos ruedas conceptos ahora tan habituales como la horquilla telescópica, la inyección electrónica de combustible, ABS en los frenos y otros. BMW es sin dudas un imperio del mundo motor que aún sigue fabricando motos de calidad y siempre diferentes.