Esta Honda CB400 es original y está inmaculada aun con 40 años de uso
Conocimos la historia de un usuario que mantiene en estado original su Honda CB400 más de 40 años después de su compra. Mirá.
Las redes sociales son una maravilla. Y la comunidad que lee a La Moto es aun mejor, porque gracias a uno de nuestros lectores es que conocimos la historia de una Honda CB400 de los años 80 que se mantiene en perfecto estado original. Al ver las imágenes de esta unidad confirmamos que, a veces, el paso del tiempo no es tan cruel. Hablamos con Rubén, el dueño de esta Honda CB400N, quien nos contó cómo la consiguió, de qué manera la conservó y nos dejó compartir esta historia con ustedes.
«A la moto la compré en el año 84 a alguien que las importaba desde Japón. Le habían quedado tres: dos rojas y la mía, que es azul, de 1980 y está toda original. Cuando te digo original es literal», comenzó nuestro amigo, y al ver las fotos lo confirmamos. El faro, los intermitentes, el asiento, todo se ve tal cual a como era la moto en ese entonces.
Quizás el mayor testigo del paso del tiempo se de en la pintura. El tanque de combustible denota la vejez de esta CB400, pero el resto de la unidad se ve como nueva. Solo basta con ver el estado de los cromados presentes en el escape, las llantas, las horquillas -salvo algunos sectores-, los resortes traseros, los guardabarros y hasta el cuerpo del faro delantero, en excelente estado a pesar de las décadas.
Por otro lado, llama la atención el estado del asiento. Generalmente, si no recibe el cuidado adecuado, el cuero suele cuartearse y pierde la capacidad de recubrir a la espuma, pero en este caso no sucede y hasta pareciera que la moto salió de fábrica apenas hace unos años. También está intacto el instrumental de la CB400, compuesto por dos paneles analógicos -velocidad a la izquierda y revoluciones a la derecha-, divididos por los diferentes testigos, y no le falta ni un solo foco.
Es cierto que la tapa del motor, donde la inscripción de Honda en negro contrasta perfectamente, se alcanzan a ver signos de deterioro, entendibles para una moto de 40 años. Ya que lo mencionamos, aclaremos que la Honda CB400N hacía uso de un motor de dos cilindros paralelos, cuatro tiempos, refrigerado por aire y dos carburadores de 32mm, tres válvulas por cilindro, dos para admisión y una para escape y eje de balanceo para anular vibraciones. Con potencia de 43 cv a 9.500 rpm y par máximo de 33.2 Nm a 8.000 rpm, permitía llegar a una velocidad máxima cercana a los 160 km/h y aceleración de 0 a 100 km/h en 7 segundos.
Lo primero que pensé al conocer esta historia fue que se trataba de la cuatro cilindros fabricada en Japón, que incluso supo salir de fábrica hasta el año pasado y estar a la venta en su país natal, pero me llevé una sorpresa. Sabrán al leer mi biografía que mi nacimiento fue posterior al año en que esta moto marcó un antes y un después en la región, pero investigando un poco caí en la cuenta de que este modelo fue fabricado en Brasil por aquellas décadas sólo para nuestra región, mientras la CB400SF -SF de Super FOUR, cuatro en inglés- forjaba su historia en Europa y Asia.
Rondando el 1980, el mercado brasilero en particular estaba ampliamente dominado por la fabricación de motos de baja cilindrada, hasta que Einosuke Miyachi, un ingeniero japonés y ejecutivo de la marca, visitó Brasil y notó que los usuarios esperaban un modelo más grande, por lo que decidió traer de Japón un motor bicilíndrico de la mayor cilindrada posible: 400cc. Así, la CB400N llegó a los concesionarios argentinos en 1980 y se importó hasta 1986, entregando un modelo con características que hoy conocemos como media cilindrada pero espíritu de ‘moto grande’ en ese entonces.
Pero ojo, eso no significa que todas las CB400 de dos cilindros son brasileras. De hecho, nuestro amigo Rubén confiesa haber traído este modelo desde Japón mediante un importador. Desde ya, a él le agradecemos el habernos acercado esta historia y animamos a quienes sean poseedores de un modelo icónico en buen estado a que nos cuenten su historia.