noticias |

La moto de Honda que nunca nadie imaginó: de supercampeona a la vía pública

La Honda CB500 no fue una moto más para la firma japonesa, dada su historia de evolución, éxito e imposible de imaginar inicialmente. A continuación, todos los detalles.

En el mundo de las dos ruedas se conocen desde hace décadas historias que capturan la esencia de la innovación y la capacidad de adaptación de una marca. También de modelos que establecen un antes y un después y se convierten en únicas por diversas razones. Así, un claro ejemplo es la Honda CB500, una moto que brilló en los circuitos y luego destacó en la vía pública.

Evolución de la Honda CB500, de ganar competencias a circular por las carreteras

Nacida en 1971 como la hermana menor de la icónica CB750, este modelo fue diseñado para ser fiable y accesible, con un motor de cuatro cilindros en línea, dos válvulas por cilindro y arranque eléctrico. Su rendimiento y confiabilidad resultaron esenciales para que resulte ser la favorita entre los motociclistas y distinguirse entre tantas opciones.

Historia y evolución de la Honda CB500

Lo que realmente catapultó a la Honda CB500 a la leyenda fue la intervención del ingeniero y piloto británico Brian Brownrigg. Con su aguda visión para el potencial de esta máquina, la transformó en una moto de competición capaz de dominar en las pistas. Bajo su dirección, fue llevada a competir en diversos campeonatos en el Reino Unido durante los ‘70 y obtuvo notables victorias en el Ace of Aintree de 500 cc y en el circuito de Cadwell Park, entre otras.

La historia de éxito recién comenzaría. Los años ‘80 fueron testigos de la evolución continua de esta motocicleta, que gracias a distintos pilotos cosechó más títulos. Para mantenerse competitiva, la Honda CB500 se sometió a varias modificaciones, incluyendo la instalación de una nueva culata, cojinetes de metal blanco, carburadores Amal MK2 y un árbol de levas Yoshimura. Además, su cubicaje se incrementó a 550 cc, lo que posibilitó performances aún más impresionantes.

CB500

revista lamoto digital

Fines del Siglo XX, el antes y después impensado

En 1997, y contra todo pronóstico, esta máquina de carreras fue registrada en el Reino Unido para su uso en vías públicas. Así, ver a una motocicleta diseñada originalmente para la competencia, pero equipada con una matrícula inglesa y lista para recorrer las calles implicaba un testimonio del legado duradero de la ingeniería de la firma japonesa y, claro está, de la visión innovadora de Brownrigg.

Características técnicas más importantes

Más allá de los cambios recibidos y todo lo descrito, el éxito de la Honda CB500 no hubiera sido tal si no fuese por su mecánica. Contaba con un motor de 58 CV, dos cilindros y refrigeración líquida que se acoplaba a un sistema de transmisión manual de 6 velocidades y alcazaba una velocidad máxima de casi 200 km/h.

Evolución de la Honda CB500, de ganar competencias a circular por las carreteras

A modo de resumen, la Honda CB500 ayudó y mucho a definir una era en las competiciones, al mismo tiempo que supo romper barreras al hacer la transición del circuito a la calle, algo impensado incluso en la actualidad y, mucho menos, en el siglo pasado. Se trata de una historia que ni el más optimista de los 70 u ‘80 podía imaginarse, pero que igual sucedió y explica por qué este modelo quedó en rica historia de la marca.