Estrenó una moto de Kawasaki y le duró solo 10 kilómetros: de la ilusión a la peor pesadilla

La emoción de estrenar una moto deportiva y de Kawasaki implica una experiencia inolvidable para cualquier amante de las dos ruedas. Sin embargo, para un joven de 25 años en Francia esa emoción se transformó rápidamente en una amarga lección que nunca olvidará. 

La historia comenzó con su flamante Kawasaki ZX-6R, una máquina poderosa y ágil que, en su primer viaje, pasó de ser su mayor ilusión a convertirse en el centro de una pesadilla que jamás imaginaría.

De un inicio prometedor a un final inesperado

Tras obtener su licencia para motocicletas de alta cilindrada, este joven francés no perdió el tiempo en hacerse con su sueño: una Kawasaki ZX-6R. Con solo cinco días desde que se había sacado el carnet, un día salió a la carretera, ansioso por probar la potencia de su nueva adquisición. 

No obstante, 10 kilómetros después, viviría un hecho inédito: La Gendarmería francesa lo detuvo en una carretera nacional, donde se lo sorprendió circulando a 177 km/h, cuando la máxima permitida era de 90; es decir, casi el doble.

Cuando los agentes detuvieron al joven, evidenciaron rápidamente que la moto parecía recién salida del concesionario. Al revisar el odómetro, descubrieron que tenía apenas 10 kilómetros recorridos. Literalmente, había pasado de la tienda a la carretera, y de ahí, directamente al depósito de la Policía; un hecho inédito y difícil de encontrarle un precedente.

La consecuencia de tal imprudencia fue inmediata. La moto de Kawasaki fue confiscada y este hombre de 25 años perdió su licencia de conducir tan solo unos días luego de haberla obtenido. En otras palabras, su sueño de ser motero se desvaneció en cuestión de minutos, en contraste de lo que podía imaginarse durante tanto tiempo.

La lección aprendida a alta velocidad y a bordo de una Kawasaki

Este incidente va más allá de este joven. Sirve como un recordatorio de los riesgos que conlleva no respetar las normas de tráfico, especialmente para los conductores novatos que, debido a su entusiasmo extremo, pueden subestimar el poder de las motos de alta cilindrada. La tentación de explorar los límites de velocidad puede ser fuerte, pero las consecuencias, como se ha visto en este caso, resultan devastadoras y sin vuelta atrás.

Así, lo que empezó como un viernes lleno de adrenalina y emoción se convirtió en una lección costosa para el francés de 25 años que, sin duda, pensará dos veces antes de acelerar de nuevo. En este sentido, se desconoce cuándo podrá volver a conducir y si tendrá, o no, limitaciones (Por ejemplo, la prohibición en carreteras de altas velocidades). Sí está claro que no será igual, ya sea con un modelo de Kawasaki o de otra marca.