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La moto de Kawasaki que, pese a un problema, se convirtió en exitosa y lideró una época

La reputación y éxito de Kasawasaki se explica en cierta parte por una moto que pasó de tener una gran contra a ser una de las mejores deportivas. Cómo lo logró, velocidad máxima, rendimiento y todas sus cualidades más destacadas.

En la década de los ‘90, el mundo de las motos deportivas vivía un auge sin precedentes. Con el lanzamiento de la Honda CBR 900 en 1992, las principales marcas japonesas se vieron desafiadas a replantear sus estrategias para mantenerse en la cima. En este contexto, Kawasaki respondió con la ZX-9R que, a pesar de enfrentar un problema significativo, se proclamó como referente.

Kawasaki ZK-9R, una de las motos deportivas más icónicas

Por su condición de motocicleta de altas prestaciones, estructura y componentes, la Kawasaki ZK-9R pesaba más de 200 kg, lo que, por defecto, perjudica las performances del vehículo. En un contexto en el que los tiempos de aceleración y velocidades máximas se mejoraban, dicho valor la hacía contraproducente. Un tiempo después demostró todo lo contrario.

Un gigante con un talón de aquiles

Si bien la Kawasaki ZX-9R hizo su debut como una alternativa seria a la CBR 900 de Honda, se distinguió notablemente por una cuestión: en lugar de estar constituida desde cero (es decir, ser 100% nueva), la firma japonesa optó por una estrategia diferente: tomar la base de la ya existente ZXR 750 y adaptarla para crear una moto más potente y capaz. 

Esta decisión, aunque efectiva en muchos aspectos, trajo el inconveniente que marcaría la historia de la ZX-9R: su mencionado peso excesivo. De hecho, Kawasaki la acercó más a una ZZR 1100, lo que sumaba otra dificultad: sufría en términos de maniobrabilidad y agilidad, especialmente al ser llevada al límite.

Kawasaki ZK 9R una de las motos mas destacadas

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Motor y rendimiento de la Kawasaki ZK-9R

La ZX-9R destacó por su impresionante rendimiento; más precisamente, por demostrar casi desde un primer momento que el peso no le impedía estar a la altura e incluso superar a sus rivales. Contaba con un motor tetracilíndrico de 899 cc que desarrollaba 139 CV a 10500 rpm y alcazaba una velocidad máxima de 274 km/h. Así, se situó entre las motos de producción en serie más rápidas del mundo en su tiempo. 

Además, su aceleración de 0 a 100 km/h en apenas 3,2 segundos y su capacidad para completar 1000 metros en 20.2 segundos la convirtieron en una verdadera máquina de velocidad. Asimismo, no se puede ignorar que estas performances sorprenden para un modelo actual, por lo que, al tratarse de uno de hace más de 30 años, queda claro por qué no es una más en la historia de las dos ruedas.

Cabe destacar que el propulsor, más allá de que derivaba de la ZXR 750, fue optimizado para sorprender aún más a partir de ser asistido por un sistema Ram-Air tomado de la ZZR 1100. Este conjunto mecánico, junto con una transmisión de seis velocidades y un embrague multidisco en baño de aceite, la transformó también en una de las más temidas.

Una sensación de conducción sin precedentes

El chasis doble viga de aluminio, junto con un sistema de suspensiones avanzadas para la época, intentó compensar el peso adicional de la Kawasaki ZX-9R. Es lo que explica también por qué fue una de las motocicletas más rápidas de aquel entonces. A su vez, tenía una horquilla invertida en el frontal y un monoamortiguador trasero, ambos regulables, lo que permitía ajustar la conducción según las necesidades de la persona. 

Kawasaki ZK 9R odometro

Por su parte, el sistema de frenos también se fue mejorando con el tiempo, pasando de pinzas de cuatro pistones a unas más avanzadas de seis pistones en 1996. Esto posibilitó que la ZX-R9, preparada para circular a altas velocidades, pase de 100 a 0, 150 a 80, 190 a 60 y 200 a 100, entre otros ejemplos, en menos tiempo y distancia y que, por lo tanto, aumente su nivel de seguridad.

¿Una de las mejores motos de Kawasaki?

A pesar de su peso, la Kawasaki ZX-9R se ganó un lugar en la historia como una de las motocicletas más icónicas de su tiempo. Su éxito no solo se debió a su potencia bruta, sino también a su capacidad para ofrecer una experiencia de conducción única, desafiante pero gratificante.

Es cierto que decir que es la mejor o que está entre las 3, 5 o 10 motos más destacadas de esta marca consta de algo subjetivo. Sin embargo, nada ni nadie le quita su historia, trayectoria y características que la consagraron.