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La Harley-Davidson más odiada, cara y menos americana

Creada junto a Porsche, esta Harley-Davidson desafió las reglas no escritas de la marca de Milwaukee. A continuación, conoce los detalles.

Harley-Davidson V-Rod

Odiada por el sector de los puristas y amada por los defensores de lo radical, la Harley-Davidson V-Rod generó críticas de todo tipo. Sin embargo, dejó una cuestión clara: fue una máquina cara, y distinta que desafió las reglas no escritas de la marca de Milwaukee.

Presentada en 2001, el universo de las dos ruedas recibió a una de las motocicletas que generó contrapuntos entre los seguidores más fieles de Harley. Se trató de un modelo desarrollado en el más absoluto de los secretos, concretado a mediados de ese año y que se lanzó al mercado a principios de 2002 con un precio elevado: 23.000 euros.

Una Harley-Davidson con alma alemana

La Harley-Davidson V-Rod estaba equipada con el motor Revolution, creado junto a Porsche y derivado del antiguo proyecto Nova. Se trataba de un bicilíndrico en V a 60 grados de 1130 cm³ (más tarde 1247 cm³), con carrera corta, cuatro válvulas por cilindro, doble árbol de levas, eje de equilibrado, inyección electrónica y refrigeración líquida.

Harley-Davidson V-Rod

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El radicalismo de esta moto no quedó de lado al momento ni en la mecánica debido a que, el propulsor era distintos a los de aire con varillas que caracterizaban a la firma. Algunos de los primeros prototipos incluso llevaban grabado un “Made in Germany” en sus cárteres, para dejar clara su procedencia.

El motor estaba anclado al chasis a través de “silentblocks” y generaba una potencia de 115 caballos, una cifra insólita para la marca. Esta entrega era progresiva pero sólida, y su respuesta se alejaba completamente del traqueteo habitual del universo Harley. No vibraba, giraba con suavidad y podía superar las 9000 rpm.

Romper el molde no siempre garantiza el éxito

La apariencia también jugaba su papel en esta revolución. La VRSCA V-Rod, su nombre completo (V-Twin Racing Street Custom), se traducía en un chasis doble cuna perimetral de acero con líneas fluidas, una horquilla robusta con mayor lanzamiento.

Harley-Davidson V-Rod

La estructura de esta motocicleta descansaba sobre llantas lenticulares de 19 y 18 pulgadas, y un minúsculo tanque falso de aluminio pulido, mientras que el real se ocultaba bajo el asiento. Como si las críticas no fueran suficientes, este modelo se ofrecía únicamente en color plata.

Esta Harley-Davidson se detenía gracias a un sistema de freno también atípico para la marca hasta ese momento: incluía doble disco delantero y uno trasero, todos de 293 mm y con pinzas de cuatro pistones.

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En 2004 apareció la VRSCB, más accesible y con nuevas opciones de color. Luego vendrían la VRSCR Street Rod, con horquilla invertida y ruedas convencionales, la VRSCD Night Rod con nuevos escapes y mascarilla de faro, y hasta una Screamin’ Eagle con el motor llevado a 1250 cc y 123 CV. La familia V-Rod fue creciendo en versiones, desde la radical VRSCDX Night Rod Special en negro total, hasta la decorada VRSCX con llamas al estilo dragster.

En 2010 llegó la VRSCF Muscle, con carrocería angulosa, nuevas llantas, escapes y detalles modernos. Incluso se celebró un 10º aniversario en 2012 con una edición especial. Pero ninguna variante logró revertir el escepticismo generalizado: la V-Rod seguía siendo vista como la Harley “que no debía ser”.

El legado de una incomprendida

En 2017 se fabricó la última unidad. La moto más avanzada, limpia y futurista que Harley-Davidson había creado hasta entonces, desapareció del catálogo sin homenajes. A día de hoy, su sucesora espiritual podría ser la Sportster S, impulsada por el moderno motor Revolution Max, que de algún modo retoma aquel espíritu innovador.

La V-Rod fue una Harley demasiado adelantada a su tiempo. Tal vez por eso fue incomprendida. Nunca fue popular, pero su legado perdura. No era una Harley común, y por eso, para muchos, fue más especial que todas las demás.