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Otra marca europea de motos en crisis: ¿qué tiene que ver KTM en este caso?

Problemas en ventas y stock elevado. Pero ¿por qué?

Motos Fantic Crisis

Fantic, la histórica firma italiana de motos, enfrenta un momento crítico tras años de crecimiento, con deudas millonarias y un panorama complicado en el mercado de movilidad eléctrica.

Fantic, conocida por su trayectoria en el mundo de la moto, se encuentra inmersa en una situación financiera delicada. Según medios locales, la compañía debe resolver una deuda que asciende a 130 millones de euros, un desafío que llega después de un periodo de notable expansión. Tras la pandemia, el interés por alternativas de transporte individual, como bicicletas eléctricas y scooters, impulsó a la marca a consolidarse en el sector, logrando importantes cuotas de mercado y afianzando su presencia en competiciones internacionales.

Sin embargo, el éxito reciente se vio opacado por un descenso en la demanda de bicis eléctricas, tendencia que generó acumulación de stock y una lógica baja en las ventas. Ahora,  tiene una moratoria de seis meses concedida por un tribunal de Venecia para poder reestructurarse.

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Otra marca de motos en crisis: cómo afectó indirectamente KTM a Fantic

A esta coyuntura se suma un factor externo inesperado: la crisis que atraviesa KTM. La marca austríaca, en proceso de concurso de acreedores y con un plan de auto-gestión aprobado recientemente, ha provocado que proveedores endurezcan sus condiciones de pago, solicitando anticipos para suministrar componentes esenciales. Esta medida incrementó la presión financiera sobre Fantic, obligándola a asumir costos adelantados por productos que podrían no venderse en el corto plazo.

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En respuesta a esta situación, Fantic tomó medidas internas para reducir costes. La empresa ha solicitado la colaboración de sus empleados, quienes han aceptado reducir sus jornadas laborales. Esta estrategia también afecta a Minarelli, la filial adquirida a Yamaha en 2020, y busca equilibrar las cuentas sin comprometer la entrega de motos vendidas ni la continuidad operativa de la marca.

A pesar de las dificultades, la producción de los modelos más vendidos, como las familias Caballero y Enduro/Motard, continúa. No obstante, la fabricación de otras gamas, como la off-road y la línea Stealth, sufrió pausas debido tanto a la reducción de jornada como a la falta de suministros y piezas necesarias para completar los vehículos. La dirección de Fantic trabaja estrechamente con bancos y proveedores, buscando acuerdos que permitan estabilizar la situación y garantizar la actividad de las áreas productivas.

Fantic Motor cuenta con una trayectoria que remonta a 1968. Tras atravesar quiebras y periodos de inactividad, la marca fue adquirida por el grupo VeNetWork en 2014, con el objetivo de relanzarla en el mercado. Desde entonces, Fantic ha impulsado la producción de motocicletas y ha consolidado su presencia en el sector de movilidad eléctrica. La colaboración con el gigante chino Zonsen fue clave en el desarrollo de sus motos actuales, incluyendo la provisión de motores para varios modelos de la marca.

antic y su gama Caballero

El impacto de esta crisis no se limita únicamente a la esfera financiera. La reputación de Fantic en competiciones de alto nivel, como Moto2, MXGP, EnduroGP y rally, fue un factor que reforzó su imagen de marca sólida y competitiva, pero la situación actual obliga a tomar decisiones estratégicas para mantener la continuidad de la empresa y proteger su posición en el mercado italiano. Actualmente, Fantic posee alrededor del 4% de la cuota de mercado nacional, un logro relevante que la compañía busca preservar a pesar de las dificultades económicas.

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El futuro de Fantic dependerá en gran medida de su capacidad para equilibrar las cuentas y restablecer la confianza entre proveedores y socios comerciales. La marca se enfrenta al reto de mantener la producción de sus motocicletas más demandadas mientras gestiona una deuda millonaria y adapta sus operaciones a la nueva realidad del mercado.

Por ahora, los responsables de Fantic trabajan para superar este bache financiero y garantizar que la marca italiana continúe siendo un referente en motos off-road y seguir apostando a su gama de movilidad eléctrica.