¿Por qué esta “moto trail retro” es el mejor homenaje a una de las adventure más icónicas?
Tributo tanto desde lo estético, como técnico.
La nueva BMW R 12 GS es difícil de catalogar: es una híbrido entre una moto trail y una scrambler de alta cilindrada. Pero, nos quedamos con el primer término, teniendo en cuenta su innegable legado. Te explicamos por qué.
La nueva integrante de la gama Heritage de BMW revive la esencia de la R 80 G/S, en uno de los mejores “homenajes” que hemos visto en los últimos años. La histórica moto alemana supo combinar cualidades de una endurera grande de la época, con un rasgos un poco más urbanos, siendo fundadora del estilo trail asfáltico. Pero, su base también se usó para darle vida a una de las unidades más recordadas del Dakar de los 80, con las que logró victorias entre 1983 y 1985, para luego inspirar a la variante R80 G/S P.D (París – Dakar) lanzada en 1990.
Justamente esa variante P.D es la que BMW quiso evocar con su nueva moto trail vintage. Pero la R12 no se queda solamente en una búsqueda estética de asemejarse a una de los modelos más icónicos de la saga G/S , sino que se apoya en buenos fundamentos técnicos.
BMW R 12 G/S: equipamiento de moto trail, espíritu Dakariano
¿Pero BMW no había hecho una R nineT G/S muy similar? Si y no. Si bien esta moto es levemente parecida a otras presentaciones de la familia Heritage de la casa germana, la realidad marca que anteriormente si parecían un homenaje meramente estético.
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Dicho esto, es mas fácil entender lo puntos fuertes de la novedosa moto trail retro de BMW. Por ejemplo, tiene llanta de 21 pulgadas adelante que ya nos da un dato de su perfil off-road, que no tenia la R nineT. Eso se acompaña con una parte de ciclo bien equipada, con una horquilla invertida regulable de 45 mm, mientras que atrás lleva un sistema Paralever con monoamortiguador en diagonal sobre el basculante. El dato importante acá tiene que ver con el recorrido de las suspensiones: 210 mm adelante y 200 mm atrás, cifras que siguen con ese perfil off, aunque no es exagerado.
También es una buena combinación de elementos funcionales y a la vez de diseño. Por ejemplo, su tanque es muy similar al que llevaba la moto de 1980, pero con una búsqueda mucho más ergonómica en la zona central, donde van las rodillas del usuario. En ese mismo sentido está el asiento plano, algo heredado de la competición, las estriberas off-road y otros elementos como los cubrepuños, defensas del motor y cubre cárter.
El faro es redondeado y no podía ser de otra forma, porque así admite la colocación de esa suerte de cúpula que es el guiño más representativo del modelo. Sin querer ya nos metemos en cuestiones estéticas y, si bien es muy llamativa versión Option 719 Aragonita, con tonos arena, rojo racing y gris mate, desde mi punto de vista se van a cansar de vender la variante base que combina un color blanco de fondo, con rojo y azul, fiel a la moto trail que conmemora.
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Obviamente, el motor es otro guiño a la R80 y si no fuera Bóxer no podría ser R, está claro. Si bien la moto de los `80 llevaba un bloque de 797 cc, en la actualidad el “bi» de cilindros opuestos más chico de BMW es el de 1170 cc, que entrega 107 CV de potencia máxima a 7000 rpm y 115 Nm de torque a 6500 rpm que equipa esta moto trail. Este motor está en el limbo de respetar la configuración histórica del modelo y darle un perfil más actual con su rendimiento que lejos está de los 50 CV del que homenajea.
Opinión final y conclusiones
Es interesante pensar que las marcas pueden derivar su experiencia de las adventure de alta cilindrada a conceptos clásicos, creando un hibrido un poco más funcional que una moto trail como estamos acostumbrados.
Ese ejercicio en este caso sirvió para recordar a un modelo histórico de BMW, pero puede sentar bases para sub segmentos poco explorados. Y digo poco explorados porque hasta la fecha teníamos solo una moto con características similares, la Triumph Scrambler 1200 en su variante XE, que también (queriendo o sin querer) es un homenaje a la historia de la casa británica.