Motor Yamaha y toques de Volvo: así es la «Yambretta»

Si sos de esas personas apasionadas por modificar motos y jugar con combinaciones muy extrañas, llegaste al lugar indicado. Hoy te contamos la historia de la «Lambretta Frankenstein» o «Yambretta», una moto que junta a Yamaha, Volvo y mucha historia con la locura de un fanático.

Un soñador llamado Kelvin era dueño de una Yamaha RD350, pero el verdadero sueño comenzó cuando adquirió el marco de una Lambretta 1963 y se decidió a utilizarlo. Kelvin no sabe absolutamente nada de ingeniería ni de mecánica, sólo es muy hábil con su ingenio y autodidacta.

Con sólo buscar en internet, encontró varios ejemplares de scooter con motores Yamaha iguales al suyo, y de inmediato se puso manos a la obra. Imaginate el resultado de conjugar el cuerpo de un Vespa, o en este caso Lambretta, con un motor bicilíndrico en paralelo 2T de 347 cc y casi 60 CV a sus 9.200 rpm. Una auténtica locura.

Por supuesto todas las adaptaciones son artesanales y creadas por él mismo sin ayuda de nadie -eso es lo mejor de todo: todo lo hizo sólo sin conocimientos previos-. Tanto es así que para refrigerar el motor de este vehículo tuvo que montar un radiador en la guantera posterior al panel principal, además de instalar una bomba de Volvo para impulsar el agua y otra de Yamaha R1 para el combustible.

Pero no son las únicas adaptaciones, ya que los tubos de escape o los marcadores incrustados también pertenecen a la RD350 original. Lógicamente, esto no se hizo de un día para otro y le llevó un año de trabajo a su propietario, en el cual a prueba y error logró el resultado final con acabado de pintura Kenny Roberts. Incluso la instalación eléctrica está compuesta de partes de ambas motocicletas, según convenía en cada tramo.

¿Cuánta plata se fue con este proyecto? Una gran parte, Kelvin la recuperó con la venta de partes sobrantes de la Yamaha RD350 que no necesitaba, y estima que el total está alrededor de 6.250 dólares. Por supuesto, eso no tiene en cuenta las largas horas que le tomó completar el proyecto, pero ¿quién las cuenta cuando es algo que solo haces por diversión? En cuanto a velocidad, dice el propietario e inventor que lo máximo que alcanzó con ella son unos 144 km/h pero no es una persona que le guste correr.

Matias Gagliardi

Nació en 1997 en Capital Federal. Creció en el barrio porteño de Villa del Parque, y desde chico le gustó manejar. Estudió y se recibió de Periodista Deportivo en DeporTEA, donde egresó en diciembre de 2019. Desde entonces se dedicó a cubrir diversos deportes hasta que en junio del 2020 llegó a MotorPress. Actualmente es redactor en La Moto.