¿Por qué comprar una BMW F 850 GS?
Una de las últimas del segmento en llegar a la Argentina, la evaluamos a fondo y exprimimos su comportamiento off-road
La marca germana compite con una moto que tiene porte señorial en la que se mezclan componentes de carga tecnológica con otras soluciones más clásicas o menos llamativas. A la vista encontramos una trail de apariencia seria, fuerte y robusta, con su motor bicilíndrico de 853 cc que ante todo destaca por ser plano y progresivo en su respuesta, con sus 88 CV, entre las que más rinde del grupo, aunque no es una potencia que se presente de forma contundente. Como modelo Adventure que es, incluye cuatro modos de conducción (road, rain, dynamic y enduro) de fácil selección con los mandos en la botonera izquierda, que aportan una clara diferencia de rendimiento.
En uso de carretera es un motor realmente agradable y efectivo mientras que en el campo ayuda a cubrir los recorridos sin complicarnos la vida, aunque se le echa en falta algo más de «punch» para esos momentos en los que buscamos un golpe de gas que, por ejemplo, nos ayude a superar uno de los numerosos obstáculos que hay en el off road. El modo enduro suaviza el motor y aporta confianza para los que tengan menos «feeling» en campo, si bien a los más duchos en la tierra les puede quedar un poco “light”. Entonces a su plausible comodidad de uso y respuesta servicial, que tan buen rendimiento le da en carretera, le vendría bien un toque de irreverencia.
Una buena cualidad es que podemos desconectar fácilmente tanto el control de tracción como el ABS, elementos de seguridad cuya intervención agradará pues representa confianza sobre un terreno cambiante. El embrague de la 850 también aporta comodidad y nos deja controlar bien el motor en todo momento mientras que los desarrollos cumplen con el compromiso trail off road y no quedan demasiado largos. Lo mejor del motor es que aporta tranquilidad de respuesta algo que en campo se agradece, aunque le falta ese impulso tan necesario fuera de carretera.
La posición de conducción con el piloto erguido, la auténtica de campo, es buena, aunque con el manillar bajo y con el depósito de volumen y en el que no encontramos el apoyo perfecto para las rodillas, esa parte de nuestro cuerpo que tan importante resulta en el guiado de la moto en trail off road.
Queda bien a la vista la instrumentación, con una pantalla TFT a color de gran tamaño, de sensacional apariencia y fácil lectura, algo importante en off road pues vamos de pie y no se puede perder mucho tiempo mirando porque el campo siempre pide atención. La cúpula de fácil regulación no limita mucho el campo de visión y cuenta con un diseño acertado. La parte ciclo reporta unas cotas de moto estable y que pisa muy bien con ambas ruedas, aunque en campo el peso se nota con sus 241 kilos, la cifra mayor entre las cinco comparadas.
Se aprecia no tanto al rodar como cuando hay que controlar la moto ante los típicos rebotes que se suceden en el off road y que nos pide extra de fuerza de brazos y piernas para sujetar la moto.
Periodista deportivo. Egresado de DeporTEA, en 2001. Ingresó en Motorpress Argentina en marzo de 2004 y desde entonces se dedica de lleno al mundo de los motores. Arrancó produciendo contenidos para los canales “Autos” y “TC 2000” del portal Terra Argentina y luego ocupó diferentes cargos en todas las publicaciones especializadas de la editorial: Auto Test, Auto Plus, La Moto, Transporte Mundial y Maxi Tuning.
Desde comienzos de 2018 es Content Manager del multimedio digital MotorDigitalPress.