¿Por qué esta Yamaha es una moto de ensueño?
Esta motocicleta de Yamaha no es una más, y es el sueño de cualquier usuario amante de la velocidad sobre dos ruedas. Te contamos los detalles.

Una Yamaha YZF-R25 fue transformada en la icónica YZR500 con la que Kenny Roberts ganó tres títulos consecutivos del Mundial de 500 cc entre 1978 y 1980. Te contamos todos los detalles de espectacular adaptación realizada por los expertos de 9-Gate.
La moto deportiva en cuestión lleva la decoración del ex piloto de la marca de los diapasones, la recordada gráfica con el diseño speed block, que parte de la base de un ejemplar orientado principalmente al mercado asiático.
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¿Cómo es esta Yamaha?

La base de esta Yamaha YZF-R25 mantiene un fuerte parentesco con la R3, motocicleta que la marca japonesa comercializa en otros mercados, aunque con una concepción más sencilla y accesible. Su motor es un monocilíndrico DOHC de 249 cc, refrigerado por líquido, que desarrolla una potencia de 35,5 CV a 12.000 rpm y un par máximo de 22,6 Nm a 10.000 vueltas.
Las prestaciones convierten a la YZF-R25 en una moto equilibrada y fácil de utilizar en el día a día, especialmente en entornos urbanos, sin renunciar a una estética deportiva. Precisamente sobre esta base relativamente humilde trabajaron los artesanos japoneses de 9-Gate, que tienen su cuartel general en Tokio, para llevar a cabo una transformación que apunta directamente a los usuarios más nostálgicos del motociclismo de Gran Premio.

El objetivo del proyecto fue convertir a la YZF-R25 en una réplica visual de la YZR500 con la que Kenny Roberts se consagró tres veces en la extinta categoría de 500 cc. Para lograrlo, el elemento clave fue la carrocería. La decoración speed block de Yamaha América, en los clásicos colores amarillo, blanco y negro, se aplicó a partir de un kit desarrollado por la compañía estadounidense GG Retro Fitz.
La moto presenta un diseño específico, y permite una instalación directa y una transformación radical de la imagen de la moto sin necesidad de modificaciones estructurales. En el apartado dinámico, la preparación no introduce cambios significativos, por lo que la Yamaha conserva su carácter dócil y su facilidad de uso, manteniéndose como una opción práctica para el día a día, aunque ahora con una presencia capaz de atraer miradas y despertar recuerdos.
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Un homenaje a King Kenny

La génesis de esta moto réplica radica en el usuario japonés Horie Naoto, quien encargó a 9-Gate la transformación de su propia YZF-R25: «Siempre he estado fascinado por la Yamaha YZR500, desde joven quise tener una. Sabía que era un sueño que nunca se iba a hacer realidad, pero no por ello lo deseché. Esta moto, por supuesto, no es una YZR500 réplica, pero ahora mi YZF-R25 recuerda a la máquina de Gran Premio que Kenny Roberts hizo famosa. La utilizo a diario y a veces ruedo con ella en circuito», explicó Horie-san.
Kenny Roberts, nacido en octubre de 1951, fue una de las personalidades más influyentes del motociclismo mundial y estadounidense. Debutó en la competición amateur en 1965 y logró títulos consecutivos del Campeonato AMA Grand National en 1973 y 1974. Su irrupción en el Mundial en 1978 fue inmediata y contundente, consiguiendo tres campeonatos consecutivos y revolucionando el estilo de conducción con una actitud agresiva y espectacular.
Roberts no solo dejó huella por sus resultados, sino también por su carácter y su forma de entender las carreras. Tras su retirada, continuó ligado al motociclismo como director del Team Roberts, impulsando a pilotos como Wayne Rainey y John Kocinski hasta el título mundial, y más tarde participó en MotoGP con su propio equipo.


