Si medís menos de 1,60 m y te encantan las motos altas, esta puede ser la solución para vos
VIDEO. Un innovador sistema para usuarios de baja estatura parece haber encontrado la fórmula perfecta para evitar perder el balance al frenar motos altas.
Se trata de un dispositivo retráctil con ruedas de apoyo laterales que se despliegan mientras la moto reduce la velocidad, permitiendo detenerse sin tener que bajar los pies del suelo, algo especialmente útil para quienes no alcanzan el asfalto desde el asiento.
Hace unos meses, se viralizó un video de una motociclista asiática cuya estatura no le permitía apoyar ambos pies al detenerse. La escena mostraba cómo, al llegar a un semáforo, la moto descendía momentáneamente de forma controlada para que ella bajara, usando apenas un pie para equilibrarse. El problema, bastante común entre los usuarios de baja estatura con motos «adventure» de asiento alto, volvió a ganar atención cuando apareció otro video en el que una motociclista activaba un sistema mecánico para estabilizar la moto sin bajarse completamente.
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El aparato en cuestión consiste en un mecanismo acoplado al basculante trasero que despliega dos pequeñas ruedas a los costados, algo así como ruedines electrónicos. Al frenar, esos brazos con ruedas emergen y soportan el peso, de modo que la motocicleta queda recta y el piloto no necesita desplazar los pies hacia los estribos para mantener el equilibrio. Es una solución elegante y práctica para detenerse sin riesgo de caída.
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Encontramos una alternativa para quienes aman las moto altas
Aunque el dispositivo visto en los videos virales parece algo experimental o hecho a medida, existe una alternativa comercial muy similar desarrollada en Estados Unidos: el sistema LegUp, producido por Chopper Design en Florida.
A diferencia del montaje casero para motos «adventure», el LegUp está diseñado principalmente para motocicletas tipo custom o cruiser, populares en el mercado norteamericano: Indian, Harley-Davidson y Honda Goldwing son compatibles, aunque -estimamos- se podría acoplar a otro tipo de motos.
Este sistema patentado utiliza un par de ruedas retráctiles, controladas por computadora, que se accionan mediante un botón. Gracias a un compresor integrado en las alforjas, las «patas» de apoyo bajan automáticamente cuando la velocidad es inferior a 8 km/h, y se retraen al superar los 10 km/h.

De esta forma, al frenar, la moto se convierte por un instante en algo parecido a un triciclo: las ruedas sostienen gran parte del peso y alivian la carga sobre las piernas del piloto.
Hay distintas versiones del LegUp. Por ejemplo, la GEN II, que permite inclinar la motocicleta pero solo a altas velocidades; mientras que el modelo Gen I también deja inclinarse, aunque con menor estabilidad y soporte. Esto brinda a los usuarios la posibilidad de elegir según su estilo de conducción, necesidades de inclinación y preferencia de estabilidad.
En cuanto a precio, el sistema LegUp ronda entre los 3.000 y 3.500 dólares, dependiendo del modelo elegido. A esto se suma el costo de instalación, que suele ir desde los 400 hasta los 600 dólares. Aunque no es una suma menor, representa una alternativa mucho más asequible y práctica que convertir una motocicleta en triciclo o sidecar: esas modificaciones pueden costar entre 5.000 y 10.000 dólares, sin ofrecer la opción de inclinación al girar.
El objetivo del LegUp va más allá de resolver un problema de estatura: busca que cualquier motociclista, sin importar su tamaño o capacidades físicas, pueda conducir con seguridad y sin depender del suelo para detenerse. Al desplegar las ruedas de apoyo, el piloto mantiene la verticalidad de la moto y reduce el esfuerzo para sostenerla parado, especialmente útil al maniobrar a baja velocidad.


