Suzuki lanza nuevas motos de la gama GSX: esto las hace tan especiales

Suzuki ha engalanado a todos en el último Salone Auto Torino, el cual se realizó a mediados de septiembre del 2024 en la ciudad italiana de Turín. Allí presentó una serie de modelos GSX que son más que especiales: no solo porque unos pocos afortunados podrán tener una, sino porque además son todo un homenaje.

Se trata de cuatro versiones de la Suzuki GSX-8R Legend Edition, que rinden tributo a las motos más míticas de la firma nipona: aquellas que manejaron los mejores pilotos del equipo que poseen los de Hamamatsu en el MotoGP. Nos referimos, claro, a los vehículos empleados por Loris Capirossi, Kevin Schwantz, Franco Uncini y Marco Lucchinelli.

El primero de ellos estuvo, de hecho, en la presentación de estas unidades que seguro despertarán nostalgia en muchos. A su lado estuvo también Livio Suppo, que fue uno de los pilotos más destacados del equipo Suzuki durante su última etapa en el MotoGP, previo a su disolución. Si bien estos modelos no presentan cambios muy profundos, los que posee son bastante simbólicos: un llamativo patrón gráfico alusivo, así como la tapa del colín como pieza diferenciada.

Suzuki GSX-8R Legend Edition: motor, parte ciclo y tecnología

Al margen de su estilo, en lo que concierne a la mecánica nada ha cambiado: la Suzuki GSX-8R se sigue moviendo por el mismo motor bicilíndrico de 776 centímetros cúbicos que ofrece 83 CV de potencia. También presenta las suspensiones de siempre: una horquilla invertida Showa adelante y un monoamortiguador de la misma firma detrás, regulable en precarga. El sistema de frenado sigue siendo mediante pinzas de cuatro pistones de anclaje radial mordiendo sendos discos dobles de 310 mm adelante, con un disco único de 240 mm monopistón detrás.

Además, viene con un interesante paquete electrónico que contempla sistemas como el de selector de modos de conducción o control de tracción con cinco niveles, así como también el acelerador electrónico o el shifter.

Disponibilidad

Si hay algo que aporta a la importancia de esta edición especial más que nostálgica es su exclusividad: solo se fabricarán cinco unidades de cada moto, por lo que quien desee hacerse con una de ellas tendrá que apurarse, ya que las reservas se aceptan apenas hasta el 30 de septiembre.

En cuanto al precio, no se trata de algo descabellado, teniendo en cuenta que se convertirá con el pasar de los años en una pieza de colección (además claramente de su uso efectivo): son 1.500 euros más de lo que cuesta la versión estándar, que se consigue desde los 9.700 de la divisa europea.