Yamaha, siempre distinta: así es la moto que convierte lo bueno en lo mejor
La Yamaha MT-10 es una de las motos naked líderes y con características muy destacadas. Aquí, su precio, velocidad máxima y otros detalles.
“Cuando lo bueno se convierte en mucho mejor”, es la frase que se puede utilizar para resumir la evolución de la Yamaha MT-10, una moto que, a pesar de lucir tan moderna y adaptada a las necesidades más actuales, tiene su historia. La legendaria FZ-1 Fazer requería de una renovación tras 15 años en el mercado, dado que ya se había ganado su jubilación a base de rendimiento y constancia y como una referente en el segmento naked.
Sin embargo, sustituir un modelo que había proporcionado tan buenos resultados no era sencillo. Los ingenieros de Yamaha aceptaron el desafío y la consecuencia de su esfuerzo fue la MT-10, un digno sucesor que eleva los estándares de lo que una motocicleta naked puede ser.
Índice
El año en que surgió para quedarse y ostentar éxitos
La MT-10 se presentó en el EICMA de Milán en 2015 y se transformó rápidamente en un referente dentro del segmento de las maxinaked. Disponía de un motor derivado directamente de la YZF-R1 y se diseñó siguiendo los patrones de los modelos de MotoGP, incluyendo el reconocido sistema de cigüeñal tipo Crossplane.
A primera vista, esta moto de Yamaha es una superbike desnuda, pero cuenta con un pequeño cupolino frontal que ayuda a desviar el aire a altas velocidades. Su motor tetracilíndrico en línea de 998 cc, aunque ajustado para reducir su potencia respecto a la R1, es muy rendidor: 160 CV a 11500 RPM, un par máximo de 111 Nm a 9,000 RPM y una velocidad máxima de 273 km/h, lo que la posiciona entre las más rápidas de su categoría.
Cabe destacar que la MT-10 compite con europeas como la KTM 1290 Super Duke R y la Ducati Streetfighter 1100. Puede no ser la número 1 por momentos, pero nadie discute su liderazgo y que aparezca siempre en el top 3 del segmento.
Otras características relevantes de la Yamaha MT-10
El chasis de la MT-10, también heredado de la R1, está compuesto por un bastidor de doble viga en aluminio y un basculante trasero de doble brazo, por lo que ofrece una estabilidad y maniobrabilidad excepcionales.
En línea con esto, la suspensión delantera tiene una horquilla invertida Kayaba de 43 mm, mientras que la trasera está equipada con un monoamortiguador con sistema progresivo. El sistema de frenos incluye dos discos de 320 mm en la parte delantera y un disco de 220 en la trasera, todos asistidos por ABS.
Alta tecnología y confort
La MT-10 destaca también por su avanzado equipamiento electrónico, que incluye tres modos de conducción, control de tracción ajustable y desconectable y un sistema Quick Shifter para cambios de marcha sin embrague. Además, incorpora un control de velocidad para viajes más relajados en autopista.
El cuadro de instrumentos de esta motocicleta es una pantalla LCD completa que muestra el cuentavueltas, velocímetro, reloj, indicador de marcha, nivel de combustible, modos de conducción y control de tracción, entre otros. La iluminación LED y el sistema de embrague antirrebote completan su avanzado equipamiento. Todo por un precio inicial de 17180 dólares.
Con una distancia entre ejes de 1400 mm y un peso de 212 kg, la Yamaha MT-10 es extremadamente ágil y cómoda, especialmente en carreteras curvas, lo que también explica por qué es tan demandada en la actualidad.
SP, la versión que le permitió consolidar su liderazgo
Yamaha lanzó en 2017 una versión especial de la MT-10 denominada SP que posee suspensiones electrónicas Öhlins y un cuadro de instrumentos con pantalla TFT, similar al de la R1 M. Cuesta alrededor de 3500 dólares más que la estándar, justificados por la calidad de sus componentes.
Así, la Yamaha MT-10 SP posibilitó un salto en la performance de ventas del modelo para consolidar más que nunca su liderazgo, con solo algunos cambios estéticos y mejoras electrónicas que contribuyen a su rendimiento.