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La moto de Audi que no pudo ser: una sola unidad y una historia muy particular

Audi tuvo una moto, aunque pocos lo recuerden o lo sepan. Dónde está el único ejemplar, por qué no pudo ser realidad y todos los detalles de una historia sin precedentes.

En la historia de Audi, una marca reconocida mundialmente por sus automóviles de lujo y alta tecnología, existe una curiosidad que pocos conocen: la Audi Z02, la única moto que la compañía fabricó. Su prototipo aún se conserva en las instalaciones, ya que fue una apuesta innovadora en los ‘70 que finalmente no pudo convertirse en realidad.

Audi Z02, la moto que prometía y mucho, pero no pudo ofrecerse en el mercado

La Z02 nunca pasó de ser un prototipo, y su historia está envuelta en una serie de personajes visionarios que marcaron el destino de la compañía. Se trata de una historia que recuerda a lo que sucedió con Ferrari, la otra compañía que tuvo su moto, pero, en este caso, llama aún más la atención.

Ferdinand Piëch, el hombre detrás de la idea

Ferdinand Piëch, nieto de Ferry Porsche y una de las mentes más influyentes en la industria automotriz, fue quien impulsó esta idea tan inusual en Audi. Tras un paso algo frustrante por la firma de Stuttgart, donde su idea de desarrollar un deportivo compacto fue rechazada, se unió a la de los cuatro aros en 1972 con el objetivo de darle un enfoque más deportivo y ambicioso. 

Una de las primeras propuestas de Piëch fue la creación de una motocicleta, un concepto extraño para una compañía asociada casi exclusivamente con autos, pero que podía otorgar resultados muy positivos. La propuesta llegó a Walter Treser, quien en ese momento era el director de proyectos. Motivado por su colega Roland Gumpert, un entusiasta de las motocicletas y aficionado a las carreras, decidió aceptarlo y unirse. 

Audi Z02 la moto que no pudo ser

Del sí rotundo y las altas expectativas a las dificultades

Los tres visionarios, Piëch, Treser y Gumpert, considerado el equipo de los tres mosqueteros, comenzaron a trabajar en el diseño del modelo, aunque enfrentaron rápidamente una serie de obstáculos. Por ejemplo, Audi carecía de experiencia y de componentes específicos para motocicletas.

Para solventar esta falta de recursos, el equipo emplearía partes de otros vehículos de dos ruedas disponibles en el mercado. El chasis provenía de una BMW R90 S, la transmisión de una Norton Commando 850, las estriberas de una Yamaha y las llantas de la firma Ronal. 

Roland Gumpert, quien más tarde crearía su propio superdeportivo (el Gumpert Apollo), fue el encargado de diseñar la estética de la Audi Z02. ¿Cómo? Básicamente con un aspecto distintivo que combinaba elementos deportivos y robustos.

Un motor de cuatro ruedas, lo más descabellado

Para la Z02, el equipo usó un motor de automóvil: un bloque de cuatro cilindros de un litro, extraído del Audi 50, que desarrollaba 60 CV y fue modificado para adaptarse a las especificaciones de un vehículo de dos ruedas. Según algunos relatos, la potencia se incrementó hasta 100, aunque nunca se confirmó oficialmente.

Z02 la moto de Audi que no pudo ser

Lo cierto es que la instalación de este propulsor en una moto significó un reto por la estructura de la Z02, que precisó adaptar el chasis y desarrollar un basculante especial. A diferencia de muchas de la época, Piëch quería que esta contará con una transmisión secundaria por cadena en lugar del sistema de cardán común en BMW.

Una prueba secreta y un final inesperado para Audi

La Z02 o moto de Audi fue sometida a exhaustivas pruebas en carreteras del sur de Alemania, principalmente de noche para mantener el proyecto en secreto. El modelo recorrió 8000 kilómetros sin presentar problemas, lo que implicaba un gran logro para un equipo sin experiencia en este mundo. A pesar de esto, nunca llegó a producción y, por ende, no pudo ser.

El proyecto estaba destinado a fabricarse en Brasil, pero el director de ventas de Audi, el Dr. Schmidt, rechazó la idea. Consideraba que esta compañía no tenía futuro en el mundo de las motocicletas y, en consecuencia, frenó el proyecto. Así, el sueño de Piëch y su equipo se desvaneció, y la Z02 se convirtió en un modelo único que nunca se comercializó.