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Contacto exclusivo: KTM 790 Duke

Viajamos a España para probarla en su lanzamiento mundial. LA MOTO fue invitada especialmente como el único medio argentino a su presentación oficial. Un concepto que sorprende y gusta. 

Un frente inconfundiblemente Duke se conjuga con líneas deportivas de percepción muy ligera para rematar en un colín minimalista colgado de un subchasis de aluminio atornillado. Full led en todo el apartado lumínico. Junto a la Duke se exhibía también el primer bicilíndrico en paralelo de KTM, que contaba con diferentes cortes que nos permitían observar las entrañas del mismo y las distintas soluciones aplicadas en el compacto LC8c.

KTM 790 Duke 1

Las 7.30 am fue la hora preestablecida para comenzar la larga y muy esperada jornada de pruebas. Campera y casco en mano me dirijo hacía la entrada del hotel donde se disponían milimétricamente ordenadas una treintena de 790 en sus dos combinaciones cromáticas posibles: la furiosa naranja y la más sobria, pero no menos impactante negra. Al ser uno de los primeros en llegar, no dudé en hacerme dueño (por un día) de una unidad naranja que montaba como accesorio un increíble escape Akrapovic.

Compacta

Al ponerme a sus mandos, la primera impresión fue la de estar ante un conjunto muy compacto, estrecho y ligero donde los 825 mm de altura del asiento no serían un problema para pisar firmemente el suelo con ambos pies. De inmediato me puse a jugar con el instrumental TFT a todo color que se navega muy fácil e intuitivamente desde los comandos en la piña izquierda. Se trata de un equipamiento ya probado y heredado de modelos “más grandes” de la casa.

Una vez montados todos los periodistas sobre una Duke, emprendimos la marcha por una impecable autopista que nos serviría para ir familiarizándonos y conocer dinámicamente a esta nueva naked. Seteada en modo de motor “Street”, es todo muy fácil incluso para pilotos noveles. Los 105 CV se manifiestan de modo muy dócil hasta medio régimen, con un tacto de acelerador normal, nivel medio para el control de tracción y el antiwheelie activado. Recordemos que la 790 cuenta con cuatro modos de motor (Rain, Street, Sport y Track), los tres primeros preestablecidos en sus parámetros y el cuarto Track totalmente configurable. Dadas las condiciones óptimas en las que se realizó el contacto, no fue necesario utilizar el modo Rain, en donde la Duke entrega reducida su potencia con un tacto de acelerador suave y todos los controles electrónicos al máximo.

KTM 790 Duke 2

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Demás está decir que la protección aerodinámica es inexistente en pecho y casco, propio de una naked de ley, pero si está muy bien resuelta la protección para las piernas gracias a las formas de las tapas que envuelven al tanque y que son responsables también de la lograda ergonomía. Es justamente la ergonomía un aspecto en el que KTM puso el foco para esta moto, ya que no debemos dejar engañarnos por su aspecto compacto y pensar que solo es apta para un abanico reducido de tallas de piloto. A la clásica regulación giratoria del manillar se le suma el poder atornillar las torretas del mismo un punto más adelante sobre la tija. Una solución pensada para los más altos o bien para aquellos que prefieran una conducción más racing cargando sobre el tren anterior.

KTM 790 Duke 16

La ubicación de serie del manillar y del asiento logra una postura muy relajada para pilotos de talla media. Transitamos un buen tramo de autopista y pudimos extraer las primeras sensaciones, luego nos dispusimos a realizar la primera parada en el Aeródromo “El Berriel”. Allí, en uno de sus hangares, se ordenaron sillones plegables tipo director de cine junto a tapetes donde estacionaríamos nuestras motos de frente a un escenario. En una punta delante de una gigantografía que detallaba la evolución de la misma, se exhibían orgullosos algunos exponentes de la saga Duke. Gracias a este trabajo he podido asistir a muchas presentaciones de productos, pero en ninguna los responsables de cada área (motor, chasis, suspensiones, electrónica, frenos, etc.) se explayaron tan profundamente sobre su participación en el proyecto. De lo mejor y sumamente interesante.

Pura diversión

Terminada la presentación formal nos dividieron en cinco grupos y salimos a rodar. Pequeño tramo de autopista para adentrarnos en esas típicas rutas de montaña europeas. Lo angosto de la trazada daba cuenta de que se trataban de caminos secundarios, pero con el asfalto impecable. Modo “Sport” para un tacto más directo del acelerador junto al control de tracción en mínimo. Curva y contracurva, abiertas o sumamente cerradas me dibujaron una sonrisa que no me entraba en el casco. La 790 es de esas motos que parece que conocieras desde siempre: franca, precisa y fácil. Hace no mucho tiempo era impensado que una moto de 100 caballos brindara tanta seguridad hasta para pilotos sin experiencia. La electrónica aplicada en la 790 es avasallante y la pone en lo más alto del podio dentro de su categoría.

KTM 790 Duke 13

Paisajes increíbles que, debo reconocer, pude disfrutar poco al estar más pendiente de mantener un ritmo más alegre estirando frenadas y acelerando a pleno gas a la salida de cada curva. Momento de la toma de imágenes y video. Allí aprovechamos con los colegas para intercambiar sensaciones y coincidir en lo aprovechable que es este nuevo bicilíndrico, par a todo régimen. Buena prueba de ello es que pudimos circular realmente fuerte por esos caminos sinuosos en tercera marcha, sin necesidad de reducir en ningún momento. Bastaba con abrir gas para que la Duke saliera disparada incluso desde bajas rpm.

Por otro lado, las pinzas radiales de cuatro pistones que muerden discos de 300 mm aseguran siempre la frenada, ya sea dosificándola de manera progresiva o ante una frenada de emergencia con un mordiente sobresaliente. Terminada la sesión de fotos, nos dirigimos donde pasaríamos el resto de la tarde y lo que sería el plato fuerte de la jornada: el circuito “MasPalomas”, un trazado con una pista “larga” de 4.4400 m y una “corta” de 2.270 m ubicado a orillas del océano. Charla técnica, almuerzo provisto por un food truck y a girar en el trazado corto. ¡Adrenalina a tope!

Primeras vueltas en modo “Sport” para ir tomando temperatura y confianza. Luego la seteamos “tranqui” en el modo “Track”. Lo había probado en ruta, pero aquí el quickshifter es mi aliado número uno. Sumamente preciso y suave tanto para subir como para bajar marchas, incluso también a bajas rpm. El mejor que he probado hasta ahora. La potencia de la Duke es demencial a la salida de cada curva y cuenta con una adherencia sumamente satisfactoria de los cauchos Maxxis. A medida que la confianza aumenta, la 790 y su electrónica me corrían los límites girando cada vez más rápido. Terminada la primera tanda, pude disfrutar al ver lo que era capaz la Duke en manos de pilotos profesionales. Sencillamente espectacular. Verlos entrar con la moto cruzada a las curvas abusando del modo supermoto (que desconecta el ABS trasero) eriza la piel. Una tanda más de giros libres iría culminando una jornada en las que rodamos más de 200 km a bordo de la nueva creación austriaca.

KTM 790 Duke 17

Con esta Duke, KTM busca liderar un segmento con actores de primera línea e incluso con algunos ya consagrados. La electrónica y su infinita posibilidad de configuración la convierten en una montura apta para quienes se inician en las cilindradas medias como así también para pilotos experimentados que buscan una naked de prestaciones deportivas con aptitudes para el uso diario.