¿Sos un buen acompañante en moto? las 4 claves que no podés ignorar


Al llevar un acompañante en la moto hay que extremar las medidas de precaución, no solo porque el conductor se convierte, de cierta manera, en el responsable de otra persona, sino porque el vehículo se comportará de manera diferente. Eso está claro, pero, ¿cómo puede ayudar el “copiloto”?

Para algunas personas, ir en el sillín de acompañante de una moto es una experiencia un poco extrema por lo expuestas que pueden quedar, más aún si no conocen las prácticas más importantes. En ese sentido, hace algunas semanas entrevistamos a Ángel Gonzalo, un instructor profesional que se dedica a brindar capacitaciones a motociclistas de todos los niveles, incluso policías.
Gonzalo resulta una palabra más que autorizada y se animó a sintetizar cuatro claves para ir como acompañante en moto.

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Cuatro claves para ir de acompañante en moto

“Primero, yo conduzco la moto, no vos. Así que no me bajes los pies al llegar al semáforo”, fue lo primero que explicó el instructor, haciendo referencia a los movimientos bruscos en momentos claves, como la frenada o las curvas. Al momento de parar, quien va sentado en la parte trasera debe permanecer quieto y tranquilo, ya que no hay necesidad de que apoye los pies o haga algo específico.

“Segundo, quédate lo más cerca posible de mí. Somos amigos. Si creás espacio entre nosotros, siento como si llevara una caja de 70 kg. Así que, cuanto más espacio haya entre nosotros, más difícil me resultará conducir la moto y más probable será que nos caigamos. Así que, si no querés caerte, apoyate sobre mí”, así comienza la segunda clave y tiene que ver con intentar unificar las masas de los dos motociclistas, lo que mejora la estabilidad mientras se conduce.

“Tu principal ajuste son las piernas, no los brazos. Lo que se suele recomendar es que el pasajero tenga las manos sobre sus rodillas”, exclamó sobre el agarre del pasajero.

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Si bien es una práctica no tan común, comentó que: «Lo probé, pero cuando oí hablar de ello por primera vez pensé: ‘¡Qué raro!’. Lo probé y funciona. Eso es presionar con las piernas. Es decir, si voy de pasajero, me adapto al conductor o a la moto, según la ergonomía. Con las piernas y las manos sobre las rodillas. Esa posición ya te da la opción de atacar la espalda al conductor. Si el pasajero todavía se siente inseguro, se puede tomar de la cintura, es con tus manos agarrando el cinturón, exactamente, a la cintura. Nunca abrazando como un koala, ni los brazos ni los hombros, porque por mucho que se abrace a los hombros o a los brazos, cuando acelere, si vas hacia atrás, me tirás para atrás. Si pasa eso, acelero más y ambos nos podemos caer”.

No todo es responsabilidad del pasajero

Lógicamente, si llevás a un pasajero en tu moto, tenés gran parte de la responsabilidad de lo que sucede.
Entre las cosas a asimilar, tenés que tener en cuenta que el peso total (moto + pasajeros) aumentó en casi un 30%, y está mayoritariamente cargado sobre la rueda trasera. Como primera consecuencia, la suspensión trasera se hunde más, mientras que la horquilla se lanza hacia adelante. Así, la moto pierde agilidad y la mayor inercia hace que los cambios de dirección sean indefectiblemente más lentos. También es probable que los estribos rocen la superficie en curvas o pozos; mientras que las referencias de frenado inevitablemente se van a alargar.

Como es de esperar, los neumáticos reciben más carga, por lo que su trabajo se esfuerza y sus prestaciones decaen (en especial en la recuperación de cambios a alta velocidad).
Para no correr riesgos innecesarios, es muy importante evitar las aceleraciones bruscas, medir bien los tiempos y distancias de frenado, así como extremar los cuidados en los cambios de dirección. Si bien hay solo un piloto, ambos deben congeniarse para una conducción más segura.