De moto naked a superbike: ¿cuánto cuesta adaptar esta KTM para la pista?
Este modelo de la marca austríaca ahora puede ser convertida en un modelo específico para competir. Te contamos los detalles.
La KTM 1390 Super Duke R, conocida por su potencia descomunal y carácter radical, ahora puede ser transformada en una superbike gracias a un desarrollo de Kramer Motorcycles. Te contamos los detalles.
La firma alemana, especialista en motos de competición, presentó un kit de carenado integral que transforma a la moto naked en un ejemplar para la pista, con mejoras aerodinámicas y elementos propios del uso deportivo.
Un carenado de competición para la «Bestia» de KTM
El nuevo kit, compatible tanto con la 1390 Super Duke R como con la anterior 1290, incluye un carenado completo fabricado en fibra de vidrio y kevlar. Su diseño está optimizado para mejorar la penetración aerodinámica, y es totalmente compatible con los radiadores de serie de ambos modelos.
Te puede interesar:
Yamaha anunció la renovación de su MT más barata y oficializó el lanzamiento de una esperada naked
Además, este modelo de la marca naranja incorpora un parabrisas específico para reducir la resistencia a alta velocidad. Como si fuera poco, este juego de piezas incluye nuevas aletas de refrigeración, elementos que refuerzan su perfil de superbike.
La KTM Super Duke R ya comparte gran parte de su ADN con la versión Evo, aunque con matices. Mientras la Evo equipa suspensión semiactiva WP con ajuste electrónico, la R mantiene un sistema WP completamente ajustable, pero sin gestión electrónica. Sin embargo, esta diferencia no impide que, con el kit de Kramer, el modelo base alcance un nivel de preparación mucho más cercano al de una moto de pista pura.
Depósito ampliado y ergonomía revisada
El paquete desarrollado por Kramer no se limita al carenado. También incluye un nuevo depósito de combustible con capacidad ampliada a 22 litros, ideal para tandas prolongadas en circuito. El asiento se puede ajustar 20 mm, con la opción de sumar una almohadilla de 40 mm o más, adaptándose así a diferentes estilos de conducción.
Te puede interesar:
KTM prepara la renovación de su moto trail mediana: ¿cuándo se podría lanzar?
La ergonomía se completa con una abrazadera triple superior mecanizada por CNC, estribos ajustables, manillares tipo clip-on y un tablero de instrumentos de una sola pieza, pensado para el control total en pista. Todos estos elementos responden a la filosofía de Kramer de acercar al usuario común soluciones inspiradas en sus motos de competición.
Motorización
En su última actualización, la potencia máxima de la KTM 1390 Super Duke GT escaló hasta casi 190 CV (188 para ser específico) con una cifra de par que se sitúa en 145 Nm, lo que garantiza un empuje brutal a cualquier régimen. Este propulsor bicilíndrico, de 1.350 cc, 4 tiempos, distribución DOHC, Inyección electrónica, y refrigeración líquida, está asociado a una caja de seis marchas.
Producción limitada y precio
A través de sus redes sociales, Kramer Motorcycles confirmó que, la primera producción de 30 kits se agotó de inmediato, lo que obligó a programar una segunda tanda de apenas 20 unidades disponibles a partir de noviembre.
Este juego de componentes tiene un precio de 6.990 euros, con el 19 % de IVA incluido. De esta manera, este modelo se posiciona como una opción exclusiva para quienes buscan dar un salto cualitativo en pista con su Super Duke.
«La espera ha terminado: el diseño del kit de carreras KTM Super Duke ya está finalizado y la producción está en marcha», señaló la compañía en su comunicado. La recomendación para los interesados es clara: reservar con anticipación para no quedar fuera de un producto que apunta a convertirse en objeto de deseo entre los fanáticos de la marca austríaca.
La moto naked de KTM que se disfraza de superbike
La propuesta de Kramer Motorcycles confirma que la 1390 Super Duke R no solo es una de las naked más extremas del mercado, sino también una base ideal para quienes buscan una experiencia más radical en circuito. Con este kit, la «Bestia» de KTM cruza definitivamente la línea que separa a una supernaked de una superbike de competición.