DR160: ¿la mejor moto street de su segmento?
Te mostramos el adelanto de la prueba que le realizamos a la DR160, una muy buena opción para tener en cuenta en el segmento street.
La Haojue DR160 es el segundo modelo que presenta el fabricante chino en nuestro país, después de la on-off NK150, y con el cual buscará hacerse de un lugar en un segmento con muchas opciones.
La DR160 es una naked urbana, de corte deportivo, que en nuestro país pelea mercado con productos que van desde los 150 hasta 200 cc, pasando por opciones en 160 y 180cc, tanto carburadas como a inyección electrónica como es el caso de esta Haojue. Ahora bien, si nos ponemos rigurosos y le buscamos su rival más directo, sin duda será la Hero Hunk 160R quien por sus características más se le arrime.
Ya cuando tuvimos la oportunidad de probar la on-off 150 de Haojue notamos e hicimos hincapié en la calidad general del producto, como así de funcionamiento. No obstante, lo espartano de ese segmento tampoco nos dejó ver en su magnitud el potencial de esta marca. Bueno, ahora con esta DR160 eso queda mucho más claro y explica a la perfección porqué Suzuki puso el ojo en este fabricante para producir varios de sus modelos de baja cilindrada. Instrumental, comandos, faro delantero, plásticos, etc, son todos elementos de alta calidad que cualquiera puede percibir a simple vista y que dan una idea muy clara del tipo de producto del que se trata.
Pero la DR160 no se queda solo en eso, sino que lo acompaña con tecnología y un funcionamiento de primera línea que trataremos de transmitirles. Al subirnos a esta DR160 notamos como nuestras piernas se acoplan de manera perfecta al conjunto, por lo menos para los pilotos de hasta talla media. Una postura erguida y descansada, ideal para los traslados urbanos, su ámbito natural.
Por tratarse de una moto de corte deportivo, los pedalines no se encuentran tan retrasados como en otros modelos, lo que beneficia en que la flexión de piernas no sea tan acusada. El eventual pasajero es el que paga las consecuencias de un conjunto tan compacto, con una plaza pequeña pero que en definitiva no es muy distinto a lo que se ofrece mayormente en el segmento. Así y todo, cuenta con un robusto juego de asas de sujeción.
A sus mandos la primera impresión es de buena calidad, por encima de la media, tanto de instrumental, como de comandos, cosa que se revalida con el funcionamiento de los mismos. El instrumental consta de una pantalla LCD, con caracteres grandes y legibles, y retroiluminación en negativo que garantiza su visualización en cualquier condición de luz.
Podemos destacar también dos ítems presentes en su equipamiento de serie y que no son habituales en este segmento. El primero es el caballete central, muy bienvenido a la hora de estacionar bajo determinadas circunstancias y muy útil para realizarle tareas de limpieza y mantenimiento a la DR160. El otro ítem es el sistema inmovilizador integrado a la llave (comúnmente conocido como code) que permite el arranque de la moto solamente con la llave original la cual posee en su interior un chip que cierra el circuito.
Estas sinergias, colaboraciones y demás entre fabricantes chinos y marcas europeas o japonesas se notan ni bien se pone el contacto y se presiona el botón de arranque. Vibraciones contenidas, baja rumorosidad y potencias acordes a la cilindrada, son todos detalles no menores que marcan la diferencia entre una moto china mediocre y otra de igual origen, pero con una concepción más global y que pretende insertarse en otro tipo de mercados.
Al ya haber tenido contacto con la marca, esperábamos que esta Haojue DR160 cumpliera con un piso bastante alto de expectativas. La verdad es que cumplió, anotándose como una de las mejores opciones de su segmento. Ahora solo queda esperar que el usuario conozca la marca y que algunos modifiquen prejuicios que, en el caso de esta moto, no tienen sustento.
Nació en 1997 en Capital Federal. Creció en el barrio porteño de Villa del Parque, y desde chico le gustó manejar. Estudió y se recibió de Periodista Deportivo en DeporTEA, donde egresó en diciembre de 2019. Desde entonces se dedicó a cubrir diversos deportes hasta que en junio del 2020 llegó a MotorPress. Actualmente es redactor en La Moto.