Esta Royal Enfield es distinta a todo: ¿qué tiene de especial esta neo-retro?
Este modelo de Royal Enfield se diferencia de los modelos de corte vintage de la marca india. Te contamos porqué es una moto única.

Las motos modificadas están a la orden del día y el preparador japonés Toshiyuki «Cheetah» Osawa le dio un giro a la Royal Enfield Guerrilla 450, con una inspiración «flat track».
Presentada en la última edición del Yokohama Hot Rod Custom Show 2025, el modelo en cuestión añadió el nombre Carolina Reaper, como el chile conocido por su intensidad. Se trata de una reinterpretación que no pasa desapercibida en la calle y que se destaca por su carácter, su ejecución artesanal y una fuerte identidad visual.
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¿Cómo es la Royal Enfield Guerrilla 450 Carolina Reaper?

No es la primera vez que Cheetah Custom Cycles deja su huella sobre una motocicleta contemporánea, pero en esta ocasión el enfoque fue especialmente ambicioso. Osawa, profundamente vinculado al mundo del flat track en Japón y organizador del evento de carreras «Have Fun.», creó esta Guerrilla 450 como una neo-retro pensada para pistas cortas, el escenario más habitual de esta disciplina en su país.
Para su desarrollo, el creador japonés trabajó sobre un chasis más compacto y una geometría optimizada. Además, esta Royal Enfield adoptó una parte trasera rebajada y un tren delantero modificado que permitió bajar el centro de gravedad y mejorar el comportamiento dinámico.

El concepto que dio forma a la Carolina Reaper fue, según el preparador, una combinación entre el estilo retro y lo moderno, en el que confluyen el rendimiento, competición y creatividad personalizada.
La intención en la Royal Enfield fue unir el perfil estilizado y la carrocería tipo cubierta de las actuales flat trackers DTX derivadas del motocross con el carácter auténtico y robusto de las clásicas framers construidas sobre chasis de acero. El resultado es una moto que transmite una actitud lúdica y competitiva, evocando la cultura de las carreras estadounidenses de la década de 1970 y las míticas máquinas de pista plana que marcaron una época.
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Detalles de la Royal Enfield Guerrilla 450

La transformación no dejó ningún detalle al azar. La Guerrilla 450 Carolina Reaper incorpora un subchasis y un basculante de nueva factura, con una suspensión trasera anclada directamente a este último. En el tren delantero se recurrió a una horquilla WP Suspension, acompañada por una tija y abrazaderas procedentes de la KTM 390 Duke. La plataforma descansa sobre llantas radiales de 19 pulgadas calzadas con neumáticos Maxxis DTR-1, mientras que la frenada trasera queda a cargo de una pinza Brembo montada sobre un soporte fabricado a medida.
La carrocería es uno de los grandes protagonistas del proyecto que tiene como base la Guerrilla 450 de Royal Enfield. Realizada artesanalmente en aluminio y dividida en dos piezas, se complementa con un depósito también de aluminio pulido, reforzando la estética racing y minimalista del conjunto. El equipamiento se completa con un manillar Mika Metals, estribos de goma Bates y un panel frontal porta números que remata la identidad flat track de la preparación.

Como broche mecánico, esta motocicleta equipa un colector de escape de acero inoxidable que finaliza en un silenciador IXRace, aportando un acabado acorde al nivel del proyecto. La decoración se desarrolló en dos etapas: primero, S Paint Works aplicó la capa base y, posteriormente, el propio Osawa pintó a mano los gráficos en forma de llamas que recorren la silueta de la moto.
Otros detalles refuerzan el carácter exclusivo de esta preparación «Made in Tokio», como el tapizado del asiento realizado por Atelier Tee, donde se combinan el rojo y el negro, el filtro de aire emergiendo por detrás del depósito y diversas piezas mecanizadas en CNC. En conjunto, la Royal Enfield Guerrilla 450 Carolina Reaper se presenta como una interpretación extrema y coherente del espíritu flat tracker, una moto tan intensa en su planteamiento como el chile que le da nombre.


