Este modelo de 350 cc se le anima a la aventura, pero ¿es realmente offroad?
Cómo se comporta fuera del asfalto y qué bondades tiene para ese fin.
El Kymco DTX 350 se presenta como una alternativa distinta dentro del segmento de scooters de media cilindrada. Con una propuesta que combina el confort urbano con ciertas licencias fuera del asfalto, se posiciona en un espacio intermedio entre los scooters tradicionales y aquellos que sí cuentan con verdaderas capacidades off road. Lo probamos para comprobar hasta dónde llegan sus aptitudes y cuáles son sus limitaciones.
En un segmento donde conviven diferentes propuestas entre los 300 y 400 cc, se pueden analizar tres variantes bien definidas. Por un lado, los scooters urbanos 100% asfálticos, como el conocido Downtown, si hacemos referencia a lo que ofrece Kymco. En el otro extremo, modelos con auténticas capacidades todoterreno. Y entre ambos polos aparece este DTX 350, un scooter que no pretende ser una moto de aventura, pero que gracias a sus neumáticos mixtos y al control de tracción desconectable permite animarse a caminos de tierra o ripio en buen estado.
Es importante remarcarlo: no se trata de un modelo diseñado para terrenos exigentes ni con ergonomía pensada para la conducción de pie. Sus posibilidades off road existen, pero están claramente acotadas.
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Kymco DTX 350: ¿se puede utilizar fuera del asfalto?
El DTX 350 estrena un chasis completamente nuevo respecto a los Downtown y Super Dink. Se trata de una estructura tubular abierta en acero, acompañada por una horquilla delantera convencional de 37 mm y un juego de amortiguadores traseros con ajuste de precarga en cinco posiciones.
Los recorridos de suspensión son de 110 mm delante y 100 mm detrás. A pesar de estas cifras, el seteo firme y el rodado de medidas reducidas marcan de inmediato el límite de sus intenciones fuera del asfalto. El scooter transmite seguridad en caminos sencillos de tierra o ripio, pero su terreno natural sigue siendo el asfalto.
Un punto destacado del DTX 350 es la inclusión de control de tracción de serie, algo coherente con su planteo aventurero. La desconexión se realiza de manera rápida y simple mediante un botón ubicado en la piña izquierda, lo que le da un plus de versatilidad al abandonar el asfalto.
El ABS, en cambio, no puede desconectarse en el eje trasero, una limitación que se hace notar en caminos de baja adherencia. El sistema resulta algo más intrusivo de lo esperado, probablemente por la elección de neumáticos, aunque nunca compromete la seguridad.
El apartado de frenos mantiene el buen nivel habitual de Kymco. Adelante equipa un disco de 260 mm con pinza de tres pistones y atrás un disco de 220 mm con pinza de doble pistón, asistidos por ABS de doble canal. El tacto de las manetas es preciso, con buena dosificación y un poder de frenado suficiente para cualquier situación.
El piso del DTX ofrece una plataforma de doble posición, que permite viajar con las piernas flexionadas en 90 grados o estirarlas, lo cual resulta cómodo incluso para pilotos de mayor talla. Sin embargo, al dejar el asfalto queda claro que no está pensado para ser conducido de pie. Las pisaderas terminan antes de donde debería apoyarse el piloto, quedan demasiado altas y el manillar se percibe muy cerca, limitando la postura. Así, su uso fuera de ruta será siempre sentado, lo que marca otra de sus fronteras frente a scooters más orientados al off road.
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En el plano estético, el DTX 350 muestra una identidad marcada. Con un estilo más “guerrero”, destacan el pico de pato sobre el guardabarros delantero, los grupos ópticos de diseño agresivo, el parabrisas corto y, por supuesto, los neumáticos mixtos. Son elementos que, aunque no convierten al scooter en un off road puro, le otorgan un carácter aventurero que lo diferencia dentro del segmento.
El Kymco DTX 350 es un producto muy interesante dentro de la tendencia creciente de scooters con aspiraciones aventureras. Sus capacidades fuera del asfalto son modestas y claramente limitadas, pero suficientes para la gran mayoría de quienes busquen un scooter capaz de salir del pavimento ocasionalmente. Con un chasis renovado, un buen nivel de equipamiento en seguridad, frenos eficientes y un diseño atractivo, representa una opción válida para quienes quieran algo más que un simple scooter urbano, sin llegar a las exigencias de un verdadero todoterreno.