¿Honda Fireblade sin rugido? así sería el futuro de la icónica superbike
La marca del ala presentó una nueva documentación que daría señales sobre cómo imagina el futuro de uno de sus modelos más emblemáticos.
Honda presentó una nueva patente que revela el desarrollo de una moto deportiva eléctrica que parece anticipar una versión de cero emisiones de la icónica CBR1000RR-R Fireblade . Te contamos los detalles.
Con tecnología derivada del proyecto Mugen y una arquitectura revolucionaria en el sistema de propulsión y suspensión trasera, la marca del ala dorada sigue dando señales claras de que su mirada está puesta en el futuro de la movilidad eléctrica.
La próxima superbike eléctrica de Honda
A pesar del lento avance de las motocicletas eléctricas en el mercado global, la compañía japonesa presentó una serie de documentos que describen una máquina con un diseño modular inédito que fusiona motor, basculante y suspensión trasera en un solo bloque, preparado para acoplarse a diferentes configuraciones de chasis.
La documentación técnica, recientemente publicada, revela una plataforma en la que el conjunto motriz está ubicado detrás del pivote del basculante, una solución que recuerda al diseño utilizado por la Mugen Shinden, la moto eléctrica de competición que Honda apoyó durante seis años en el TT Zero de la Isla de Man.
En esa carrera, la Shinden dominó con victorias consecutivas desde 2014 hasta la cancelación de la categoría en 2019. No es casual que varios elementos de aquella moto pionera reaparezcan ahora en el concepto patentado por la marca del ala dorada.
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Motorización
La ubicación del motor y la transmisión, por detrás del eje del basculante, permite liberar espacio en el chasis para alojar baterías de mayor tamaño y los componentes electrónicos necesarios. Además, esta disposición facilita una distancia entre ejes más corta y un basculante más largo, optimizando el comportamiento dinámico.
La verdadera innovación radica en cómo Honda pudo integrar estos elementos en un conjunto compacto, que se fija al chasis mediante apenas tres grandes pernos y que incluye incluso el conector de alta tensión para alimentar el motor eléctrico trifásico de corriente continua.
Otro aspecto destacable del diseño es el sistema de suspensión trasera, que recurre a una bieleta ultracompacta y un amortiguador montado horizontalmente, casi integrado en la parte superior del basculante. Además de ahorrar espacio, reduce la complejidad estructural y permite que el conjunto se acople a distintos tipos de bastidores, sean del tipo viga de aleación convencional o incluso nuevas estructuras que combinan materiales compuestos y carcasas de batería reforzadas.
Según la patente de Honda, uno de los objetivos es que la combinación motor-suspensión funcione como una unidad autónoma y adaptable. Esto abre la puerta a la posibilidad de compartir la plataforma entre diferentes modelos, simplificando el desarrollo de futuras eléctricas deportivas dentro de la marca. No solo esto, al montar la transmisión y el eje del basculante en una sola pieza, se evita el aumento de las tensiones en el chasis si se opta por un motor más potente.
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Si bien por el momento se trata de una solicitud de patente y no de un anuncio comercial, el nivel de desarrollo plasmado en los dibujos y descripciones hace pensar que la marca japonesa ya dispone de un prototipo en sus instalaciones de investigación y desarrollo.
No sería la primera vez que Honda explora esta vía de forma anticipada: además de los scooters eléctricos que ya tiene en el mercado, como el CUV e:, prometió el lanzamiento de una nueva motocicleta basada en el EV Fun Concept mostrado el año pasado.
En la actualidad, a mediados de 2025, una superbike eléctrica como esta parece aún un movimiento arriesgado en un mercado que sigue sin despegar. Pero con el avance de tecnologías clave como las baterías de estado sólido o los iones de sodio, que prometen ser realidad hacia 2030, la marca japonesa se posiciona estratégicamente para liderar el cambio cuando finalmente llegue el momento.