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La saga más mítica de Kawasaki no sería lo que es sin este modelo clave

Ninja, la saga más mítica de Kawasaki y una de las más importantes del mundo, no sería tal si no fuese por un modelo clave. Cuál, cómo marcó un antes y un después y todos los detalles.

Cuando se habla de la historia de las motos deportivas de Kawasaki es imposible no pensar en la icónica saga Ninja, una de las más legendarias dentro del mundo de las dos ruedas. Sin embargo, pocos conocen que antes del despegue de la misma hubo un modelo que allanó el camino para el éxito de las futuras superdeportivas.

Kawasaki GPZ 1100 en detalle

La motocicleta en cuestión es la Kawasaki GPZ 1100. Se lanzó hace más de 40 años y hasta pudo ser olvidada por muchos, pero no por eso su legado cesó. Más allá de sus cualidades y detalles únicos, sentó las bases de lo que serían las motos de alto rendimiento de esta marca en las décadas siguientes y que se encuentran actualmente en la cima.

La Kawasaki GPZ 1100 y el punto de partida

En 1981, la firma japonesa lanzó al mercado la GPZ 1100, también denominada Z1100GP, su última superbike con un motor tetracilíndrico refrigerado por aire. Se lleva todas las miradas no solo por su potencia, sino también por ser un hito técnico dentro de la compañía. Contaba con un propulsor de 1089 cc, ocho válvulas y sistema de inyección electrónica firmado por Bosch que la posicionaba a la vanguardia tecnológica de aquel entonces.

No obstante, lo mejor de este vehículo radicó en el hecho de convertirse en el preludio de la llegada de una nueva generación de motocicletas, como la famosa Ninja 900 (GPZ 900 R) en 1984. Sin la GPZ 1100 y las innovaciones que introdujo, es casi imposible imaginar el éxito que Kawasaki alcanzaría la mítica saga. Se trató, a modo de resumen, de la piedra angular sobre que se construyeron las superdeportivas que dominarían las carreteras unos años más tarde.

GPZ 1100

Innovación total y deportividad en su máximo esplendor

La Kawasaki GPZ 1100 tenía una potencia total de 104 CV a 8500 rpm, pero iba más allá de eso. Con una velocidad máxima de 220 km/h, su capacidad para mantenerse competitiva en un mercado cada vez más exigente era notable. Demostró, además, que una superbike podía hacer frente a rivales como la Suzuki 1100 GS. Otro detalle destacado era su tanque de combustible de 21.4 litros.

En su segundo año de producción, el modelo fue objeto de mejoras significativas, como la incorporación de un nuevo sistema de inyección electrónica con encendido digital (DFi), que optimizaba aún más el rendimiento del propulsor. Estas actualizaciones lo ayudaron a permanecer en lo más alto del segmento, lo que explica también su importancia dentro de la historia de las motocicletas deportivas.

Kawasaki GPZ 1100, la moto de la antesala a la saga Ninja

¿Cómo hizo para adaptarse a los tiempos actuales?

La década del ‘80 fue clave para el mundo de las motos, dado que se avecinaban importantes cambios. Las nuevas tecnologías, como la refrigeración líquida y los motores más ligeros que comenzaban a sustituir a los refrigerados por aire, que hasta entonces habían dominado la escena. 

En pocas palabras, la GPZ 1100 fue testigo de esta transición y marcó el fin de una era para Kawasaki. ¿Por qué? Porque en 1984 se produjo el debut de la mencionada GPZ 900 R, la primera Ninja que llevaría como nunca al fabricante a la cima. También a tener la reputación, nivel de aceptación y performance de ventas que ostenta hoy en día y que no deja de sorprender.