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Motos eléctricas: ¿llegó la solución a los puntos de carga?

La falta de infraestructura era uno de los principales problemas para las motos eléctricas, pero ese ya parece ser un problema del pasado.

La creciente evolución de las motos eléctricas necesita indefectiblemente una mejora proporcional de su infraestructura, ya que los puntos de carga universales que sean aptos para todo tipo de baterías son muy escasos en el mundo. Por eso, en Norteamérica surgió una solución que podría poner fin a esta problemática.

Motos eléctricas estaciones de carga

Estaciones de carga prefabricadas. Si, como las casas hechas, que solo es cuestión de instalarlas y ya. Esa es la idea que Tesla y Siemens, dos grandes marcas, llevan a cabo cada uno por su lado aunque con resultados similares e igual de buenos.

La gran diferencia es que mientras la gran mayoría de estaciones de carga rápida de Tesla están reservadas a vehículos de su propia firma, la plataforma VersiCharge XL de Siemens es válida para todas las motos eléctricas y otros vehículos independientemente de la potencia de las baterías.

Motos eléctricas estaciones de carga

revista lamoto digital

El primer prototipo ya está instalado y funcionando en Peachtree Cornes, Georgia, Estados Unidos. Y lo más importante es que sólo llevó tres días instalarla, evitando grandes obras e inversiones estrafalarias. Todo el sistema de la infraestructura está situado en el arco superior que vemos en las imágenes, lo que permite que sea prácticamente un sistema “plug and play”.

De esta manera, si este sistema llegase a globalizarse, las motos eléctricas tendrán un respaldo para continuar con su evolución y consolidarse como la opción de movilidad del futuro. Antes de terminar, te recomendamos una lista con las 5 mejores motos eléctricas de Argentina para que puedas conocerlas en detalle y, por qué no, quizás elegir la primera moto impulsada con electricidad.

Motos eléctricas recarga

Si tus inquietudes tienen que ver con los pros y contras, los beneficios incluyen motores más silenciosos, menores costos de mantenimiento y reparaciones y más confort a la hora de conducir, manteniendo las prestaciones de una moto «convencional» como la velocidad y, en muchos casos, la autonomía.