Tres motos de un segmento poco poblado que podrían funcionar muy bien en nuestro mercado
En un segmento poco explorado a nivel local, estas motos de entre 300 y 400 cc combinan ADN urbano, diversión y una base mecánica ya conocida por el público argentino.

El mercado argentino de motos demostró, en los últimos años, una fuerte preferencia por los modelos versátiles y de uso mixto, especialmente en cilindradas medias. Sin embargo, hay un segmento que sigue siendo casi “una rareza” tanto a nivel local como regional: el de las Supermoto o Supermotard.
Se trata de motos que, históricamente, se caracterizan por moverse con un motor monocilíndrico, su ligereza y una combinación muy particular entre manejo urbano, carácter deportivo y diversión pura.
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Dentro de ese universo, hay una franja que parece especialmente interesante y poco explotada: la de las supermotos de entre 300 y 400 cc. No solo por su equilibrio entre prestaciones y facilidad de uso diario, sino también porque muchas de ellas están emparentadas con modelos que ya se comercializan en nuestro país o cuentan con bases técnicas ampliamente conocidas por el público local.
En ese contexto, hay tres motos que hoy se venden en el mercado internacional y que, a nuestro entender, podrían tener una recepción más que positiva en Argentina.
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Motos que se deberían vender en nuestro mercado: Kawasaki KLX300SM
La primera es la Kawasaki KLX 300 SM, una variante que desde 2025 forma parte oficial de la familia KLX 300. En sus inicios, esta configuración se ofrecía como un kit supermoto para la versión off-road en Estados Unidos, pero su evolución es comparable a lo ocurrido años atrás con la KLX 250, un modelo que sí tuvo presencia en nuestro mercado.

La KLX 300 convencional es actualmente una de las motos más vendidas de Kawasaki en el país, gracias a su equilibrio entre ciudad y escapadas fuera del asfalto, por lo que una versión con foco claramente asfáltico podría captar a usuarios que hoy buscan una estética más agresiva y distintiva.
Esta KLX 300 SM está impulsada por un motor DOHC de 292 cc refrigerado por líquido, montado en un chasis perimetral de acero tubular. La suspensión, ajustada al estilo supermoto, incluye una horquilla invertida de 43 mm con 230 mm de recorrido, pensada para un uso urbano intensivo e incluso para quienes quieran dar sus primeros pasos en kartódromos. A esto se suma un freno delantero con disco de 300 mm y llantas de rayos de 17 pulgadas con neumáticos de calle. En Estados Unidos se ofrece con un precio sugerido de 5.849 dólares.
KTM 390 SMC R
La segunda propuesta es la KTM 390 SMC R, que puede definirse como la versión asfáltica de la 390 Enduro R, presentada recientemente en Argentina. Resulta llamativo que KTM haya comercializado casi toda la familia 390 en el país, dejando afuera justamente a la supermoto, más aún considerando el historial de la marca con modelos de este tipo en cilindradas mayores.
La 390 SMC R capitalizaría la expectativa generada por la Enduro R, ofreciendo una moto divertida, con potencia suficiente para la ciudad y apta para iniciarse en el manejo deportivo en pista.

Está equipada con el motor monocilíndrico de 399 cc refrigerado por líquido que ya impulsa a la 390 Duke, con una potencia de 45,3 CV y un par de 39 Nm, además de embrague antirrebote y opción de quickshifter. Cumple con la normativa Euro5+, promete intervalos de mantenimiento amplios y suma una electrónica completa con modos de conducción, control de tracción configurable y un sistema ABS con modo Supermoto. Su parte ciclo incluye suspensiones WP Apex de largo recorrido, frenos de alto nivel y llantas de 17 pulgadas con neumáticos Michelin Power 6.
Suzuki DR-Z4 SM
Por último, aparece la Suzuki DR-Z4 SM, la versión supermotard de una enduro que ya fue presentada en la región. Aunque Suzuki todavía no comercializa este modelo en Argentina, se trata de uno de los pilares de la marca en otros mercados. Diseñada para reemplazar a la DR-Z400SM, esta nueva generación apunta a una conducción más sofisticada y claramente enfocada al asfalto, sin perder el espíritu supermoto.

La DR-Z4 SM combina un chasis de doble viga de acero con basculante de aluminio, suspensiones KYB ajustables de largo recorrido, frenos con pinza axial de doble pistón y llantas de 17 pulgadas con neumáticos Dunlop Sportmax. En el apartado electrónico se destaca el acelerador ride-by-wire con tres modos de conducción, control de tracción desconectable, ABS también desconectable y embrague asistido. Su motor monocilíndrico de 398 cc, refrigerado por líquido y con doble bujía, entrega 38 CV y cumple con la normativa Euro5+.
Por concepto, estética y posicionamiento, estas tres supermoto no solo no desentonarían en nuestro mercado, sino que podrían convertirse en una interesante puerta de entrada a un segmento que aún tiene mucho por ofrecer en la gama media.


