Potencia y torque en una moto: ¿cuáles son las diferencias?
A algunos usuarios les parece básico, pero lo cierto es que la confusión entre ambas suele ser usual a la hora de analizar una moto.
Al leer el título de la nota, habrá muchos consumidores de La Moto que se indignarán. «¿Cómo no vas a saber la diferencia entre torque (par motor) y potencia?», se preguntarán. Sin embargo, muchos usuarios de motovehículos no son expertos en mecánica, y en esto no hay una fórmula que deba respetarse. Algunos gustan de la estética; otros simplemente del placer de conducirlos.
Hay una confusión normal que se produce entre los menos informados en cuanto al funcionamiento de un motor: pensar que torque o par es lo mismo que potencia. Pero no es así, y sin ahondar demasiado en detalles técnicos, más abajo pasaremos a explicarlo para que resulte fácil diferenciar un concepto del otro.
¿Qué es par y qué es potencia?
Para graficar el par, contémoslo como en los libritos: imaginemos un frasco grande con tapa metálica, de esos que traen pepinos y cuesta mucho destapar…dependiendo desde donde se haga la fuerza. Si giramos poco la muñeca y nos quedamos con escaso recorrido, seguramente nos cueste más quitar la tapa. Ahora, si la giramos en exceso y empujamos desde más atrás, dispondremos de mayor fuerza para removerla. El mismo ejemplo aplica para una biela empujando el cigüeñal: Cuanto más arriba arranque el recorrido, más fuerza tendrá para salir o responder apenas se aplique la potencia (en otras palabras, apenas se accione el acelerador).
La potencia suele medirse en caballos de fuerza y para conocer cuántos tiene una moto debe realizarse una fórmula que puede ser tediosa: HP= 0,08 x N° de cilindros x (cilindrada/N° de cilindros) elevado a la 0,6. Pero vamos a explicarlo de forma más casera: podría decirse que la potencia es igual al par motor x cantidad de rpm (revoluciones por minuto) que éste tire.
Es que el torque no lo es todo. Y a veces nos preguntamos por qué un tractor tiene la misma potencia en caballos que una moto o auto de carreras cuando, en comparación, sus velocidades máximas (otro factor que suele confundirse con potencia) son ridículamente distintas. ¿Cómo es eso? El tractor tiene un altísimo par motor (se mide en newton metros –newton=fuerza; metros=longitud-), pero el ciclo del motor se repite pocas veces por minuto (entre 1500 y 2500 aproximadamente).
En definitiva, ¿para qué querría ese vehículo circular a 200 km/h cuando lo que necesita es la fuerza para empujar desde abajo y cargado? La moto o el auto, en cambio, pueden tener un torque alto o bajo, pero lo que es seguro es que arrojará más revoluciones por minuto. Muchas más. Entonces, si una moto tiene un alto par y llega hasta muy arriba en el cuentavueltas, estará cargada de una altísima performance y potencia. Un ejemplo claro es la nueva Ducati Monster SP, con un par máximo de 93NM (a 6.500 rpm) y un tacómetro que llega hasta arriba de las 9.000 rpm.
Cómo se piensan el par y la potencia según el tipo de moto
Vayamos a un ejemplo claro: el motor monocilíndrico. Es muy valorado en las motos de enduro. ¿Por qué? En general no entregan una gran cantidad de rpm y, por su configuración, pueden gozar de un par muy alto a un bajo rango de dichas revoluciones. En síntesis: buen empuje a golpe de acelerador para su performance fuera de pista; poca prestancia para un viaje por autopista, por ejemplo. En definitiva, algo que este tipo de motos no necesita demasiado. El mismo motor puede utilizarse en algunos casos para trails de cilindrada media, que si bien se usan para viajar, su doble o triple propósito se ve equilibrado con un motor de estas características.
Aumentando la cantidad de cilindros, podemos destacar cierto equilibrio en motores que equipan dos. Ideales para ciudades y viajes algo más adrenalínicos, disponen, como en el ejemplo anterior, un gran par a bajas rpm con el agregado de un buen número de vueltas con respecto a los impulsores de un cilindro. Esto las hace versátiles y les da una entrega de potencia repentina de la que suelen disfrutar los que gustan de sentirla debajo del asiento.
Un propulsor de cuatro cilindros es otra cosa. Hablamos de motos que entregan su potencia de manera más progresiva y que cuentan con un largo rango de rpm a diferentes marchas. Su par en bajos no suele ser una bomba aunque algunos modelos (sobre todo los deportivos) sí hayan logrado serlo. Eso sí, en la parte de arriba del cuentavueltas son inigualables y parecen tener resto para lo que se les plazca.
Periodista deportivo. Egresado de DeporTEA, en 2001. Ingresó en Motorpress Argentina en marzo de 2004 y desde entonces se dedica de lleno al mundo de los motores. Arrancó produciendo contenidos para los canales “Autos” y “TC 2000” del portal Terra Argentina y luego ocupó diferentes cargos en todas las publicaciones especializadas de la editorial: Auto Test, Auto Plus, La Moto, Transporte Mundial y Maxi Tuning.
Desde comienzos de 2018 es Content Manager del multimedio digital MotorDigitalPress.