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Segunda parte del misil japonés, la Kawa H2 SX SE

Suspensiones, equipamiento, conducción, comportamiento y más en esta segunda parte de la kawa.

En lo que se refiere a su equipamiento, no falta nada. Además de todos los ajustes electrónicos habituales, incluye ayudas a la conducción y parámetros como la regulación del freno motor, asistencia luminosa en curva, LED laterales «despejando» el trazado mientras ilumina el interior, y un control de velocidad que resulta especialmente útil en tramos de velocidad limitada.

Las suspensiones tienen regulación tradicional y se necesita el clásico destornillador para jugar con los hidráulicos. Afortunadamente la precarga trasera se modifica por medio de un pomo que facilita enormemente esta tarea. La presencia de las maletas es fundamental en una moto de este tipo, un accesorio que viene de serie en la versión SX. No hay parrilla trasera, pero sí unas buenas asas para el pasajero, al igual que espacio más que suficiente para instalarse cómodamente, en un asiento individual independiente y elevado.

Con respecto al comportamiento en general el tacto de la Ninja es el de una moto más deportiva que turística, tanto en lo referente a las suspensiones empleadas como en el ámbito del chasis. Con las prestaciones que ofrece está claro que no se puede rodar con comodidad en una moto blanda porque se movería desenfrenadamente a alta velocidad y a duras penas aguantaría los cambios de carga, pero lo cierto es que el compromiso se encuentra bastante bien logrado. La rigidez general permite que se mueva bien, con una entrada en la curva precisa. Mientras, en terrenos abiertos, en los que no hay que moverla tanto, es una auténtica delicia, estable y realmente cómoda en marcha porque el motor corre sin que lo sientas.

La posición de conducción es obviamente más relajada que en sus hermanas, pero si la comparamos con otras sport turismo, incluyendo la Z1000SX, es algo más deportiva. Las manos están colocadas sobre semimanillares elevados. Por lo tanto, si se recorren muchos kilómetros, las muñecas empiezan a sentir el cansancio. Con la pantalla opcional hay que agacharse si se decide ir cerca de las velocidades siderales que es capaz de desarrollar, pero a un ritmo ligero la posición inicial es válida. Está claro que hablamos de una moto muy especial, no sólo por las peculiaridades de su motor dotado de un compresor mecánico, sino porque sus prestaciones superan ampliamente las de otras motos de este segmento. Tratarla como una moto dual sin más sería injusto, para ella y para las demás.

Si la mayoría de las motos actuales resultan complicadas de mantener por alguien que no tiene la formación y el equipo necesario, especialmente en lo relacionado con la gestión electrónica, la Kawasaki H2 SX todavía es más compleja. La regulación electrónica del compresor hace que la moto esté muy protegida en ese aspecto, y cualquier manipulación hace saltar los avisos de avería. Desde el cuadro de mandos es posible modificar una enorme cantidad de parámetros, desde algunos que pueden considerarse inofensivos, como el contraste de la pantalla digital y su modo de visualización, a otros que afectan a la seguridad, como el control de tracción o el ABS. En esta moto las herramientas de ajuste han sido sustituidas por pulsadores, excepto para las suspensiones, que son tan clásicas como siempre, pero que se regulan con facilidad dada la presencia del pomo hidráulico de la precarga trasera. Las maletas se ponen y se quitan sin problemas y su apertura y extracción también es sencilla.