Yamaha lanzó una versión especial de su moto deportiva más barata
¿En qué se destaca la nueva versión de la Yamaha R3?
Yamaha presentó a nivel internacional una nueva edición especial de su reconocida deportiva de entrada de gama, la R3, una versión que recupera los colores y el espíritu de las máquinas que marcaron época en el ámbito de la competición.
Sin alterar la base mecánica ni el carácter ágil del modelo, esta variante busca celebrar siete décadas de trayectoria con una estética que remite directamente a los orígenes de la casa de los tres diapasones.
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Yamaha R3 Edición Especial del 70.º Aniversario: en qué se diferencia
La Yamaha R3 Edición Especial del 70.º Aniversario mantiene intacta la esencia del modelo estándar, pero adopta una identidad visual propia inspirada en las motos de competición que llevaron a la marca a la fama.
La decoración en rojo y blanco domina todo el carenado con un acabado impecable, replicando la estética clásica que durante años distinguió a las máquinas de Iwata. En el faro y el depósito, los logotipos “R3” y “R3 Yamaha” aparecen con una tipografía retro que acompaña a la perfección el concepto conmemorativo, aportando un toque nostálgico sin perder el aire deportivo actual.
“La mejor Yamaha Ténéré 700 del mundo”: menos peso, más potencia y muy exclusiva
Misma base
Más allá del nuevo diseño exterior, la R3 conserva su motor bicilíndrico en línea de 321 cc, un propulsor conocido por su suavidad y elasticidad. Produce 40,4 CV y 29,4 Nm, cifras suficientes para mover con soltura una moto que pesa apenas 170 kilos, lo que facilita el manejo tanto en ciudad como en rutas más abiertas o, por qué no, en circuito.
El comportamiento sigue siendo uno de los puntos fuertes del modelo, en parte gracias al cuadro tipo diamante que se combina con una horquilla invertida y un monoamortiguador trasero, ambos configurados para ofrecer equilibrio entre firmeza y confort. Las llantas de 17 pulgadas y el sistema de frenos con discos en ambos ejes, asistidos por ABS de doble canal, completan un conjunto que prioriza la seguridad y el control.
En términos de diseño, esta edición especial mantiene las líneas aerodinámicas derivadas del MotoGP que caracterizan a la R3 actual. El frontal presenta una doble óptica más afilada con luces diurnas LED, mientras que sobre ellas se encuentra el conducto de aire en forma de “M”, una solución pensada para disminuir la resistencia al viento.
Más abajo se ubican una suerte de alerones integrados, que aportan estabilidad a alta velocidad y refuerzan la estética deportiva del conjunto. Yamaha también revisó el asiento, que ahora es 6 milímetros más angosto sin modificar la altura respecto al suelo. Las cubiertas laterales se acortaron 13 milímetros, una solución simple pero efectiva para mejorar el alcance de los pies al piso y facilitar las maniobras en parado.
El motor recibió mejoras internas orientadas a reforzar la fiabilidad, un aspecto clave para una deportiva pensada para el uso diario. Yamaha empleó pistones de aluminio forjado y bielas acortadas para reducir vibraciones y optimizar la combustión, además de mantener la potencia en 42 CV a 10.750 rpm y un par de 29,5 Nm a 9.000 rpm.
La marca también incorporó embrague asistido y antirrebote, además del Quick Shift System que permite subir marchas sin utilizar el embrague, una solución que mejora la experiencia de conducción sin alterar el carácter del modelo.
El apartado tecnológico también evoluciona con un panel de instrumentos LCD rediseñado, más claro y completo, que ofrece mayor nivel de información sin perder legibilidad. A ello se suma un puerto USB-A para cargar dispositivos y la integración con la aplicación Yamaha MyRide, que permite acceder desde el smartphone a datos relevantes sobre la moto y los recorridos.
