Así se transformó la Yamaha más especial: cambios clave para un antes y después
Una Yamaha RD400 de hace 50 años fue transformada y potenciada, pero sin perder su esencia tan particular. El paso a paso y todos los detalles de esta moto única.
La Yamaha RD400 es una moto de los ‘70 que dejó una huella imborrable entre los amantes de las 2T. Pero no es solo del pasado, ya que volvió a cobrar vida recientemente gracias al talento de Roland Sands Design (RSD), conocido por sus impresionantes restauraciones y preparaciones.
Esta compañía llevó a cabo una transformación que combina la nostalgia de lo clásico con el rendimiento de la ingeniería moderna. Así, la RD400 utilizada para un proyecto de restauración se convirtió en una obra maestra que rinde homenaje tanto a la historia de las dos tiempos como al espíritu de personalización de alta calidad.
De una gran moto clásica al gran homenaje
Este proyecto de RSD nació como un tributo de un amigo cercano de Roland Sands a su hermano fallecido, quien era un ferviente admirador de las motos de dos tiempos. La intención era devolver a la vida a esta unidad en honor a ese amor por las 2T y RSD se propuso cumplirla e incluso ir más allá.
Para Roland, el sonido, peso ligero y simplicidad de los motores de dos tiempos evocan una época en la que la velocidad y la libertad eran el centro de la experiencia de manejo. A partir de eso y con una esencia y elementos de hace 50 años, el resultado no pasa inadvertido para nadie por el antes y después que exhibe.
Una Yamaha RD400 hecha desde cero, en detalle
La Yamaha RD400 llegó al taller en un estado deplorable, completamente desarmada. El equipo que trabaja allí comenzó desmontando el motor bicilíndrico de 398 cc y enviándolo a reconstruir.
Durante el proceso, se aplicaron ajustes que elevaron su rendimiento: se aumentó la compresión, se mejoró la admisión con una nueva caja de láminas y se añadieron carburadores Keihin de 28 mm junto a un sistema de escape ETD con silenciadores de fibra de carbono. También se ajustaron las relaciones de la caja de cambios y se instaló un embrague nuevo con el fin de optimizar la respuesta de este clásico propulsor.
Además de los ajustes mecánicos, la RD400 recibió un tratamiento en su parte ciclo para estar a la altura de la estética y potencia aumentada. Las llantas de 17 pulgadas de la marca Dymag y neumáticos Dunlop Q5, específicos para circuito, posibilitan un agarre más eficaz y seguro.
Las horquillas y abrazaderas Yamaha R6 y el basculante de aluminio de Trac Dynamics brindan una estabilidad y precisión de manejo excepcionales. Y eso no es todo. Los amortiguadores traseros ajustables, pinzas radiales y discos Brembo completan la lista de componentes de alta gama que garantizan que este modelo de Yamaha funcione con una suavidad y rendimiento sin igual.
Esencia vintage, la cualidad que se conserva
Es cierto que la Yamaha RD400 fue muy modificada, pero hay un detalle clave: Sands no irrumpió con algunos elementos originales para preservar su autenticidad. Por ejemplo, el tanque y la cola TZ750 fueron restaurados y, en lugar de un carenado completo, se instaló un faro Indian FTR con un soporte modificado.
Por más minimalista que parezca, lo importante de la moto se centra en las mejoras técnicas, pero sin perder su esencia Old School. Después de todo, el resultado final es una Yamaha RD400 que revive el espíritu de los ‘70 y se transforma en un símbolo de elegancia y rendimiento.