Esta Yamaha Ténéré 700 recuerda modelos de los ´90, pero esconde mucha tecnología
¿Qué trae de nuevo?
Una empresa española mejoró radicalmente una Yamaha Ténéré 700 para enaltecer su lado off-road: ¿en qué evolucionó?
Se trata de una Yamaha T7 de ultima generación que fue intervenida por el concesionario BCN Motors Yamaha, un representante oficial de la casa de los tres diapasones, ubicado en Barcelona que, bajo pedido de un cliente, no solo le cambiaron la estética a la exitosa trail, sino que la volvieron una auténtica moto de rally.
Un toque retro para Yamaha Ténéré 700, pero mucha tecnología
Cabe recordar que la Yamaha Ténéré 700 fue presentada hace muy poco en nuestro país, pero este proyecto se establece sobre la versión 2025 de la aventurera (en nuestro país aún se vende la variante 2024).
Esta nueva generación marcó un antes y un después en la historia de este modelo, sumando varias novedades en equipamiento. Entre las principales actualización es de fábrica se destacan el asiento de una sola pieza, que mejora la movilidad del piloto durante la conducción off-road, y la incorporación de puño electrónico, control de tracción y modos de conducción, elementos que optimizan la respuesta del motor según el terreno.
Además, esta moto trail heredó las piñas de comando de la MT-09, incluye una toma USB-C de serie y renueva las estriberas, ahora más anchas y con mayor agarre. Otro cambio notable es el rediseño del tanque de combustible, que en esta versión es más bajo y adelantado, favoreciendo el centro de gravedad y la ergonomía general.
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Sin embargo, la unidad intervenida por BCN Motors Yamaha, en este caso no se queda en las mejoras de serie. Se trata de una unidad especialmente modificada para potenciar su rendimiento fuera del asfalto, con una serie de accesorios y componentes que la preparan para un uso intensivo en terrenos exigentes. Entre las modificaciones más relevantes se encuentra un escape completo Akrapovič, que además de reducir peso mejora la respuesta del motor. El quickshifter bidireccional —operativo tanto en subida como en bajada de marchas— que aporta agilidad en la conducción deportiva y técnica.
Para reforzar la protección en condiciones difíciles, se añadieron protectores de chasis, un cubre cárter extendido con resguardo para las bieletas y un guardabarros delantero elevado, típico de las preparaciones de rally o enduro. En cuanto a la frenada, se eliminó una de las pinzas y discos delanteros, una modificación común en preparaciones off-road para reducir peso y simplificar el mantenimiento.
También se sumó un sistema de navegación específico para travesías y, según indicó el preparador: “restan instalar neumáticos con tacos y algunos elementos adicionales”.
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Todo eso se esconde debajo de una nueva estética que combina el color azul característico de la casa de los tres diapasones, con una serie de gráficos blancos y vivos en azul y rosa que recuerdan algunos diseños de la marca en los años 90.
Motor y parte de ciclo sin cambios
la aventurera de Yamaha sigue utilizando el motor CP2 de dos cilindros en línea y 689 cc que rinde 73 CV, uno de los cambios más importantes de este modelo viene por ese lado y tiene que ver con la adopción de un acelerador electrónico que le permite estrenar los modos de conducción Sport y Explorer. Cabe destacar que el motor fue actualizado para sobrepasar las normativas Euro5+.
Su parte de ciclo se mantiene sin demasiados cambios con respecto a la versión 2024. Yamaha anticipa que el chasis multitubular de acero fue reforzado, mientras que su horquilla invertida delantera y el monoamortiguador trasero son totalmente ajustables en la versión base. Las llantas son de 21 pulgadas en la parte delantera y de 18 pulgadas en la parte trasera.