Kawasaki prepara un modelo para el segmento urbano con esta tecnología superior

Kawasaki presentó nuevas patentes que muestran cómo podría mejorar la refrigeración de la batería empleada en una moto híbrida. A continuación, te contamos de qué se trata esta propuesta.

Los documentos publicados por el sitio Cycle Motor muestran que la firma verde trabaja en la evolución del sistema presentado en las conocidas Ninja 7 y Z7 Hybrid, aunque lo hizo en un esquema que indicaría que podría estar desarrollado un maxiscooter con esta tecnología, y varios sitios ya especulan cómo podría ser.

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¿Cómo es la patente «verde» de Kawasaki?

La firma de Akashi ya había mostrado en otros documentos anteriores cómo reorganizar estos componentes de su actual sistema híbrido en futuros modelos, como una hipotética Eliminator Hybrid o una Versys Hybrid. Una posibilidad se traducía en el traslado de la batería a la zona delantera, donde tradicionalmente se ubica el tanque de combustible.

Lo concreto es que, combinar un motor de combustión con un sistema eléctrico completo dentro del limitado espacio de una moto supone un desafío mayúsculo. Incluso recurriendo a propulsores térmicos más pequeños y a depósitos de combustible de menor tamaño, el empaquetado del motor eléctrico, la batería, la electrónica y los sistemas de refrigeración obliga a compromisos claros en volumen y distancia entre ejes.

En los actuales sistemas híbridos de Kawasaki, la solución pasa por concentrar estos elementos bajo el asiento, una disposición eficaz pero no válida para todos los conceptos. La nueva patente de la marca verde plantea una configuración pensada para mejorar de forma específica la refrigeración de la batería, con un enfoque que encaja especialmente bien en un formato tipo scooter de gran tamaño.

¿Llega un maxiscooter de Kawasaki?

Según los esquemas presentados por la marca verde, la parte delantera del chasis se extiende y la pipa de dirección se adelanta, mientras que el radiador del motor bicilíndrico en paralelo de 451 cc desciende de posición. Este cambio libera un espacio amplio delante de la culata, donde se ubica la batería, compartiendo estructura de soporte con el radiador y beneficiándose de un mayor flujo de aire alrededor de su carcasa con aletas.

Esta mejora térmica presentada por Kawasaki permitiría prolongar el uso de funciones como el E-Boost, presente en los híbridos actuales, que combina durante unos segundos toda la potencia del sistema eléctrico y del motor de combustión para facilitar adelantamientos sin comprometer la temperatura de la batería.

El traslado de la batería libera el espacio bajo el asiento, que pasa a ser ocupado por el depósito de combustible. La solución anticipa una silueta inspirada en la de un scooter, con estriberas que recorren los laterales del motor y una zona trasera diseñada para ofrecer un compartimento de carga capaz de alojar un casco, manteniendo así un nivel razonable de practicidad.

¿Qué esperar de este desarrollo de Kawasaki?

Más allá del planteamiento técnico de la marca verde, el concepto tiene sentido desde un punto de vista comercial. Los scooters de gran cilindrada parecen un terreno especialmente propicio para la tecnología híbrida, sobre todo en un escenario donde cada vez más ciudades avanzan hacia zonas de emisiones cero. Un vehículo capaz de alternar entre propulsión eléctrica y térmica podría ofrecer la autonomía y el rendimiento que hoy limitan a los eléctricos puros, sin las exigencias deportivas de una motocicleta convencional.

Por último, Kawasaki deja claro que su apuesta por los híbridos va mucho más allá de los modelos actuales. La tecnología sigue con su evolución y busca nuevos formatos donde encajar mejor, con el scooter grande como uno de los candidatos más lógicos para el futuro inmediato.