Kawasaki Z500 o KTM 390 Duke: ¿Cuál me compro y para qué?
Dos naked bien diferentes, para un público bastante similar. Mirá en qué se destacan.
La KTM 390 Duke y la Kawasaki Z500 son dos recientes lanzamientos locales en el segmento de las naked medianas que, aunque no parezca, pueden rivalizar tranquilamente por su rendimiento y nivel de equipamiento.
Quizás, por sus respectivas nomenclaturas (390 y 500), parezcan modelos con motorizaciones distantes, pero nada más lejos de eso: la KTM, en su tercera generación, “mutó” de motor a uno de los monocilíndricos más picantes de la categoría de 400 cc, mientras que la Kawasaki agrandó su conocido motor de 400 cc para llegar a este nuevo bloque de dos cilindros un poco más eficiente que el anterior.
Y eso es solamente el comienzo. Estas dos naked tienen mucho en común para sentarse en la misma mesa, aunque cada una tiene sus rasgos propios que la caracterizan.
KTM 390 Duke o Kawasaki Z500: dos motores nuevos
Si bien ambas motos tienen motores de nueva generación, la primera gran diferencia radica en la configuración. La KTM pasó del motor monocilíndrico de 373 cc, que entregaba una potencia de 42,9 CV y un par de 37 Nm, a un bloque igualmente “mono” de 399 cc que mejoró su entrega de potencia a 44,25 CV a 8500 rpm y su torque a 39 Nm a 7000 rpm.
Es muy interesante ver cómo este bloque de un solo cilindro puede compararse cabeza a cabeza con bloques bicilíndricos que, incluso, son un poco más grandes. Sigue siendo el mismo motor rabioso y divertido de siempre, pero adaptado a las nuevas normativas anticontaminación que rigen en diferentes mercados.
La Kawasaki Z500 corrió la misma suerte y debió “agrandarse” con respecto a la Z400 a partir de la Euro5+. Ahora el bicilíndrico paralelo creció desde los 399 cc hasta los 451 cc para generar 45 CV a 9.000 rpm y 42 Nm de torque a 6.000 rpm. Antes, el motor de dos cilindros ofrecía una potencia de 45,4 CV a 10.000 rpm y un torque de 37 Nm a 8.000 rpm (sí, bajó su potencia). La diferencia es muy corta a favor de la japonesa.
Tanto la KTM como la Kawasaki son buenas opciones para su uso en ciudad, pero tal vez la deportividad de la 390 Duke y su mayor entrega a bajo régimen la hacen un poco más incómoda, situación que cambia en rutas de curvas e incluso en circuito, uno de sus hábitats favoritos. En cambio, la Z500 parece ser mucho más visceral, con una entrega de potencia mucho más arriba en el cuentarrevoluciones; parece estar más cómoda en la búsqueda de velocidad final que en la aceleración. Este punto no tiene mejor o peor, es una cuestión de gustos.
Parte ciclo
La parte ciclo de la KTM Duke 390 siempre estuvo a otro nivel y, en esta tercera generación, está aún mejorada. Esta pequeña streetfighter austriaca cuenta con horquillas invertidas de 43 mm actualizadas con ajuste de compresión y rebote, así como un monoshock trasero ajustable con desplazamiento regulable. De nuevo, no estamos haciendo referencia a una moto que quiere ser 100 % cómoda en cuanto a sus suspensiones, sino que prefiere ser estable y muy precisa.
La Kawasaki Z500, por su parte, lleva una horquilla con barras tradicionales de 41 mm y un único disco en la parte delantera (310 mm), mientras que en la trasera se puede observar un monoamortiguador perfectamente regulable.
De esa manera, se ve que la KTM se destaca un poco más con la horquilla invertida, una solución que muchos verán como mejor opción. La de la Z500 es una configuración mucho más terrenal, en búsqueda del confort de marcha.
En cuanto a los frenos, la 390 Duke viene equipada con un disco delantero de 320 mm y un disco trasero de 240 mm, así como un sistema ABS de doble canal, cornering y Supermoto, todo muy top para la categoría. Por su parte, la Z500 tiene componentes Nissin, con un disco delantero con 310 mm de diámetro con pinza axial de doble pistón y un disco trasero con un diámetro de 220 mm, ambos supervisados por el sistema ABS.
En este punto, los discos de la KTM son más grandes por poco, un detalle que se le criticaba a la segunda generación y que en esta ocasión funcionan bastante bien, además de tener como plus la funcionalidad en curva del ABS y la capacidad de bajar su intervención para usarlo en circuito.
Entre otras medidas, la naked japonesa anuncia 785 mm al asiento y 171 kg en orden de marcha, con su tanque de 14 litros completo. Por su lado, la europea tiene 820 mm al asiento (regulable a 830 o a 800) y 175 kg en orden de marcha con su tanque de 13,4 litros lleno. Punto para la Kawasaki.
Tecnología y precios
Este apartado es otro punto que las diferencia: la KTM tiene mucha tecnología pensada en la conducción (CTS, modos de conducción, ABS cornering, etcétera), mientras que la Kawasaki no tiene control de tracción ni modos de motor, pero sí cuenta con embrague asistido y antirrebote.
En cuanto a la tecnología pensada en el confort, están bastante parejas: ambas tienen pantallas con conectividad, pero la KTM tiene luces Full LED, mientras que la Kawasaki se las guarda para su versión SE.
El precio de la nueva Kawasaki Z500 comienza en los U$D 11.225, mientras que la KTM comienza en los U$D 12.500, aunque hay concesionarios que la venden hasta en U$D 14.500.
En conclusión, si se busca una moto tecnológica y con ADN deportivo que permita entrar en circuito, tal vez gastar un poco más y comprar la KTM tenga mucho sentido. Pero, si se busca una moto completa y un poco (solo un poco) más terrenal, la Kawasaki tal vez sea una mejor opción.