KTM Duke 390: ¿en qué se diferencia con el modelo anterior?
La KTM Duke 390 mejoró en todos los aspectos. Mirá que trae de nuevo.
La tercera generación de la KTM Duke 390 es una moto totalmente nueva si se la compara con su antecesora. Su nivel de desarrollo y equipamiento la colocan por encima de la pasada Duke 390 y de prácticamente cualquier moto de su categoría.
Su motor creció, tiene más tecnología y la ciclística se retocó, aliándose con una de las partes ciclo más completas del segmento, todo eso debajo de una estética que recuerda fielmente a las naked más grandes de la casa austríaca.
KTM 390 Duke: motor renovado
La nueva KTM Duke 390 está impulsada por un motor completamente nuevo y más grande de 399 cc, monocilíndrico y refrigerado por líquido. Este motor produce una potencia de 44,25 CV y un par de 39 Nm, y está acoplado a una caja de cambios de seis velocidades que cuenta con un embrague antideslizante y un quickshifter. Como referencia, el modelo anterior utilizaba un motor monocilíndrico de 373 cc, que entregaba una potencia de 42,9 CV y un par de 37 Nm.
Si bien la potencia es casi la misma, el aumento en la cilindrada se debe a una cuestión de normativas anticontaminación. Cabe destacar que también mantiene puntos muy positivos de la pasada generación, como el acelerador electrónico y el embrague antirrebote.
En cuanto a su funcionamiento, en términos generales, a la nueva KTM Duke 390 no le gusta ir baja en vueltas y te lo hace saber. Si bien esta generación tiene mejor entrega en bajos y medios que su precedente, necesita ir por encima de las 5.000 rpm para empezar a limpiar su funcionamiento; esto no quita que no podamos tercerear una esquina a baja velocidad. Literalmente, se despierta la bestia a partir del medio régimen.
Tecnología
Esta nueva generación supone un paso adelante en tecnología. Al ya nombrado embrague antirrebote (que ayuda en las reducciones de velocidad con ímpetu deportivo) y al acelerador electrónico, se le suman los dos modos de conducción (Street y Rain) y el control de salida. También equipa el modo Supermoto de ABS, que permite ciertos derrapes, y una especie de control de velocidad, que limita la aceleración de la moto hasta cierto punto, algo así como un pit limiter.
Para los usuarios de circuito, también tiene un modo Track para su pantalla TFT de cinco pulgadas, que se activa mediante los modos de conducción. Este modo prioriza datos como el tacómetro o el indicador de marcha engranada, y agrega un cronómetro para tomar el tiempo de vuelta.
Parte ciclo
La parte ciclo de la KTM Duke 390 siempre estuvo a otro nivel y, en esta tercera generación, está aún mejorada. Se nota más estable, seguramente producto de que sea un pelín más larga entre ejes y con más aplomo en la rueda delantera a alta velocidad. Es una verdadera “tira líneas”: la moto va a donde la apuntas. Es muy reactiva y permite correcciones en medio de la trazada sin problemas. Parecería que nunca le vamos a encontrar los límites a esta parte ciclo.
Esta pequeña streetfighter austriaca cuenta con horquillas invertidas de 43 mm actualizadas con ajuste de compresión y rebote, así como un monoshock trasero ajustable con desplazamiento regulable. El monoamortiguador ahora está dispuesto de manera lateral, lo que permite la colocación de una caja filtrera más grande; en esos detalles se nota su ADN deportivo.
Incluso los frenos son diferentes, ya que la última generación de la 390 Duke viene equipada con un disco delantero de 320 mm y un disco trasero de 240 mm, así como un sistema ABS de doble canal, cornering y Supermoto. Estos componentes están montados en llantas de 17 pulgadas más livianas, con un diseño bastante novedoso.
Diseño: a imagen y semejanza de la KTM 1390 Super Duke
Demás está decir que KTM es especialista en desarrollar motos radicales y con ADN deportivo para la calle, como lo es la gama Duke en sus cilindradas más altas. Pero el desafío es mucho mayor cuando se trata de bajar ese diseño a cilindradas y modelos más terrenales. En ese caso, la casa austríaca se recibe de especialista en la materia con esta 390 de tercera generación, ya que es una KTM 1390 Super Duke a imagen y semejanza, pero en frasco chico, manteniendo intacta la esencia de la mayor y más radical Duke jamás construida.
Si la comparamos con la pasada generación, poco tiene que ver en lo estético. Presenta un diseño revisado en su faro frontal y en el depósito de combustible. Aunque conserva los característicos DRL en forma de búmeran, la unidad ahora luce considerablemente más ancha. Además, la configuración de LED también ha experimentado modificaciones en comparación con el patrón vertical anterior.
Ahora incorpora una visual más deportiva, con una carrocería que presenta muchos más cortes y pliegues. Parece tener una apariencia aún más afilada que su predecesora, con detalles destacables como el subchasis trasero expuesto, un nuevo rasgo en la familia naked de KTM.