¿Qué posibilidades hay de que esta moto a GNC llegue a nuestro mercado?
¿Qué tan cerca (o lejos) está la moto a GNC producida por Bajaj de llegar a nuestro país?

La primera moto del mundo alimentada a GNC genera gran expectativa en la Argentina. Desde Bajaj explican los desafíos y las gestiones necesarias para que el proyecto se haga realidad.
Una mirada a fondo sobre la Bajaj Freedom, el revolucionario modelo que combina gasolina y gas natural comprimido (GNC), contada desde adentro por uno de los principales responsables de la marca en nuestro país.
La Bajaj Freedom fue uno de los lanzamientos más comentados del año pasado a nivel mundial. Desde su presentación en India, la posibilidad de que llegue a la Argentina despertó un enorme interés entre los motociclistas, y ahora Bajaj Argentina explicó cuál es el verdadero panorama detrás de ese proyecto.
Santiago Negri, Gerente Comercial de Bajaj Argentina, visitó el estudio de La Moto y adelantó detalles inéditos sobre el trabajo que la marca viene realizando desde hace meses para evaluar la viabilidad de la Freedom a GNC en nuestro país.
Bajaj Freedom: “Creemos que esta moto tiene un altísimo potencial en Argentina»
Desde el primer momento, el equipo de Bajaj Argentina identificó a la Freedom como un producto con características ideales para nuestro mercado. Según explicó Negri, el interés surgió de inmediato: «Apenas se conoció la noticia, empezamos desde el día uno a trabajar este modelo, porque creemos que tiene un altísimo potencial en Argentina».
De hecho, la marca ya trajo dos unidades de muestra al país, utilizadas en distintas pruebas y estudios internos. La idea inicial era evaluar cómo se adaptaría una moto de este tipo al entorno local, tanto desde el punto de vista del usuario como del sistema de abastecimiento. Sin embargo, al avanzar en el proceso surgieron múltiples obstáculos, principalmente de carácter burocrático y económico.
Barreras técnicas y regulatorias
El primer desafío que enfrentó Bajaj al estudiar la posibilidad de producir o importar la Freedom fue normativo. Para ensamblar el modelo en el país bajo un régimen CKD o IKD, se requiere cumplir con exigencias específicas. «Hay que tener una línea de montaje separada completamente, con técnicos especializados y un supervisor que apruebe cada moto que sale. Eso implica un costo inicial importante», explicó Negri.

Traer el modelo armado tampoco simplifica demasiado el proceso. «Para comercializarlo ya ensamblado, es obligatorio emitir la moto con la oblea que habilita la carga de gas, y eso depende de la homologación de los componentes del sistema», detalló.
Ahí aparece otro problema: en la Argentina no existe un organismo que homologue de manera integral los conjuntos de componentes de GNC aplicados a motocicletas. «Nunca se había traído ningún tipo de equipo de gas de India, y no sabíamos si se iba a aprobar o no. Es un proceso costoso, que se hace una sola vez, pero requiere una inversión alta», agregó.
Incluso superada esa etapa, las motos deberían despacharse a los concesionarios ya cargadas con gas. «A diferencia de las motos convencionales, las unidades a GNC deben salir cargadas desde la planta, con una estación de servicio propia o tercerizada. Eso eleva mucho los costos logísticos», comentó Negri.
Costos adicionales y posventa especializada
El análisis económico del proyecto también presenta complejidades. Negri reveló que, comparada con una Rouser NS125, la Freedom sería apenas más cara, pero su consumo permitiría recuperar esa diferencia en apenas ocho meses, considerando un uso urbano promedio de 50 a 60 kilómetros diarios, cinco veces por semana.
Sin embargo, esa ventaja inicial se diluye ante los costos de homologación, adaptación y mantenimiento. «El equipo de gas debe certificarse una vez por año, igual que en los autos, y la prueba hidráulica tiene un costo basado en los valores de los vehículos grandes, no de una moto. Todo eso se suma al precio final y al gasto anual del usuario», indicó.
A eso se añade la necesidad de contar con concesionarios habilitados para trabajar con equipos de gas, algo que hoy ninguna red de motos cumple. «No cualquier punto de venta puede tocar un sistema GNC. Hay que invertir también en la posventa, en capacitación y equipamiento específico», subrayó.
Un producto innovador, pero con camino por recorrer
La Bajaj Freedom representa una propuesta inédita: una moto con doble alimentación (GNC y nafta) que logra una autonomía combinada de hasta 338 kilómetros. Su tanque de gas de 2 kg ofrece 204 km por carga, mientras que el pequeño tanque de combustible de 2 litros añade otros 134 km.
Su diseño fue pensado para la eficiencia y la seguridad. El tanque de gas, ubicado en el centro del vehículo, resiste impactos de hasta 1,5 toneladas e incluso pruebas extremas con camiones de 10 toneladas sin sufrir filtraciones. Además, el confort es uno de sus puntos fuertes, con un asiento amplio y una altura de 825 mm, apta para distintos tipos de usuarios.

Pero a pesar de su potencial, el desembarco local todavía enfrenta un largo camino. «Estamos trabajando con el área de institucionales y gubernamentales para destrabar todo esto. Requiere gestiones, aprobaciones y acuerdos. Si se logra avanzar, sería un hito para la industria», expresó Negri.
Aunque el proyecto no está descartado, hoy se encuentra en pausa a la espera de resolver cuestiones regulatorias y de costos. «Yo confío en que algún día la vamos a poder tener entre nosotros. Pero realmente requiere un trabajo de lobby importante para conseguir las aprobaciones y minimizar los costos», concluyó Negri.



