Nos subimos a la nueva naked de Bajaj: ¿es la que menos consume de su categoría?
La renovación de una de las naked de Bajaj más queridas por el público argentino no trajo consigo un cambio de generación, sino una actualización que mejora el equipamiento, refina su comportamiento y la posiciona como una de las mejores opciones para quienes buscan una moto de uso cotidiano. Probamos la nueva Bajaj Rouser N250 UG y te contamos cómo se comporta en consumo, velocidad final y rendimiento general.
Cuando parecía que no era necesario un rediseño, Bajaj Argentina sorprendió incorporando al catálogo la versión UG de la Rouser N250. Si bien el nombre puede sugerir una moto completamente nueva, lo cierto es que esta N250 UG se mantiene fiel a su concepto original, con mejoras puntuales que la hacen aún más atractiva. No se trata de una sucesora de la NS200 —ni la reemplaza, ni se posiciona como su paso siguiente—, sino de un modelo con carácter propio que integra una familia distinta dentro del universo Rouser.
Te puede interesar:
Bajaj confirmó el lanzamiento de su naked más esperada: ¿cuándo llega?
La gama “N” de Bajaj está pensada para quienes buscan una moto cómoda, serena en el andar, con una entrega suave y progresiva de potencia. En ese sentido, la N250 UG cumple a la perfección con lo que promete, mostrando un comportamiento urbano ejemplar, sin dejar de lado la respuesta cuando se la exige un poco más.
Consumo y velocidad final de la Bajaj Rouser N250 UG
El corazón de esta naked es un monocilíndrico de 249 cc, SOHC de 2 válvulas, refrigerado por aceite, alimentado por inyección electrónica y con encendido DTS-i de doble bujía. Desarrolla 24,5 HP a 8.500 rpm y un par máximo de 21,5 Nm a 6.500 rpm, asociado a una caja de 5 marchas con embrague anti-rebote. En la práctica, el motor se siente suave, progresivo, sin tironeos ni vacíos de entrega, y con un comportamiento ejemplar para el día a día. La puesta a punto de la inyección también es destacable, con respuestas precisas y un acelerador que no muestra asperezas ni golpes de transmisión.
El consumo es uno de los puntos más fuertes del modelo. Durante nuestras pruebas, la N250 UG necesitó apenas 3 litros para recorrer 100 kilómetros en ciudad. Una cifra sobresaliente si tenemos en cuenta que su tanque de 14 litros permite una autonomía real superior a los 400 km. Esto le da al usuario una enorme tranquilidad para desplazamientos urbanos largos o incluso para escapadas de fin de semana sin pensar en el surtidor.
Si comparamos ese consumo con algunas naked de entre 250 cc y 300 cc que probamos en el último tiempo, la Bajaj rinde mejor que los 3,3 litros que gasta la Husqvarna Svartpilen 250 para recorrer el centenar de kilómetros, al igual que los 3,2 litros que requiere la Honda CB300F Twister.
Te puede interesar:
Esta Bajaj va contra la Yamaha FZ25 con más equipamiento y un precio más bajo
En cuanto a la velocidad, el tablero marcó una máxima superior a los 130 km/h, mientras que su velocidad de crucero más cómoda se registró en 110 km/h, a unas 7100 rpm. En esa franja, la moto se muestra sólida, sin vibraciones excesivas y con margen suficiente para sobrepasos o alguna exigencia ocasional. La caja de 5 marchas, si bien puede parecer limitada frente a otras opciones con seis relaciones, está perfectamente escalonada y aprovecha cada caballo del impulsor, permitiendo una conducción relajada sin sacrificar respuesta.
Otro detalle que merece destacarse es la suavidad general del conjunto mecánico. El embrague se acciona con apenas un dedo, y la selectora de marchas funciona con una precisión y dulzura que sorprenden. Incluso en marchas largas y a baja velocidad, la moto no se queja, mostrando una elasticidad notable que le da una gran ventaja en entornos urbanos.