Duelo Trail: KTM 390 Adventure vs Honda CB500X
Luego de que pasase por nuestras manos la KTM 390 Adventure, nos pareció interesante enfrentarla a su rival del ala, la Honda CB500X. Te contamos todo lo que tenés que saber.
La categoría de Trail / Adventure de media cilindrada o mejor dicho de “iniciación”, encuentra modelos de entre 300 cc y 500 cc, de no más de 48 Cv, de diferentes marcas y orígenes. Con diferentes concepciones encontramos modelos 100% asfalticos, otros 70/30, con llantas de rayos o de aleación, con más y menos electrónica, monocilindricos o bicilindricos. De acuerdo a tus necesidades, gustos y presupuesto tenés una opción a tu medida.
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La llegada de la KTM 390 Adventure revolucionó la escena internacional ya que los austriacos se despacharon con una trail de acceso con unos componentes, electrónica y aptitudes, nunca antes visto en el segmento de las 300, y de mayor cilindrada, también.
Con similitudes y diferencias de enfoque, la 390 se puede medir a nivel local con la Kawasaki Versys 300, la 500DS de la recién arribada Voge, la Honda CB500X y porque no con la Benelli TRK502X. En esta oportunidad, elegimos rivalizarla con el producto de Honda, aunque junto con el de Kawasaki nos parecen los competidores más directos.
Con unos poquitos meses en nuestro mercado, la 390 Adventure de KTM se posicionó muy bien con buenas ventas y gran aceptación del público, quien esperaba mucho de esta moto. En la otra esquina, la CB500X con un año ya en el catálogo de Honda Argentina, supo agotar las unidades disponibles y tener listas de espera, incluso siendo un modelo que entró muy caro en nuestro mercado pero que gracias a la brecha cambiaria logró buen nivel de ventas al principio.
El primer punto en común, es que se trata de dos modelos de primeras marcas y que se comercializan en los mercados más exigentes del mundo, por lo que la calidad de ambas está fuera de toda discusión. El gusto por la estética de un modelo u otro es muy subjetivo, pero nadie puede negar que se trata de dos productos muy bien logrados, donde la 390 luce una estética con ADN KTM y muy identificable con la 790, mientras que la Honda elige un aspecto más personal (bastante copiado ya por la industria asiática), de trail ligera y de corte deportivo.
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En cuanto a la iluminación no se sacan ventajas, con tecnología full LED tanto en los faros principales como en el resto de la iluminación. Por el lado de la protección aerodinámica, la CB500X cuenta con un parabrisas de apenas mayor superficie que el de la KTM, pero la máquina naranja ofrece de serie cubrepuños y unas tapas laterales de tanque que desvían más efectivamente el aire de nuestras piernas.
Con respecto a la ergonomía, son bien diferentes y aquí cada uno elegirá con cual sentirse más cómodo. Como para que se entienda, en la KTM el piloto va sobre la moto y en la misma línea del tanque (una ergonomía típicamente de enduro), mientras que en la Honda la posición en más convencional y alineada con lo ofrecido por el resto de los competidores del segmento, donde el piloto queda encajado dentro de la moto.
Ninguna de las dos posturas remite problemas a la hora de viajar, aunque los especialistas del off-road se inclinan por la ergonomía de la KTM a la hora de abandonar el asfalto. La comodidad y espacio a bordo es el que uno espera en la CB500X, pero sorprende en la 390 Adventure ya que personalmente tiene un porte más generoso del que uno presupone. Lo mismo pasa con la altura, los 855 mm de altura asiento-suelo la convierten en la más alta frente a los 830 de la Honda.
En cuanto a las motorizaciones, las recetas son también diferentes, con el revisado y adaptado monocilíndrico heredado de la Duke 390 en el caso de la KTM y el bicilindrico en línea de la saga CB500 para la Honda. Pero las diferencias no terminan en la cantidad de cilindros de los bloques, sino que los comportamientos también marcan la identidad de cada modelo.
El 390, aunque con la incorporación del acelerador electrónico ganó en docilidad y finura, no deja de ser “ready to race” y mostrar carácter en cada apertura de gas, mientras que el twin cuadrado (debido a su diámetro por carrera) de la CB hace gala de una suavidad de marcha intachable, muy propia de los impulsores bicilindricos en línea japoneses.
El motor de 471 cc, DOHC de 8 válvulas y de refrigeración líquida de la Honda entrega 48 Cv a 8.600 rpm y 43 Nm a 6.500 rpm. Por el lado de la KTM, su mono de 373 cc, DOHC de 4 válvulas y refrigeración líquida ofrece una potencia de 43 Cv a 9.000 rpm y un par máximo de 37 Nm a 7.000 rpm. Las diferencias de prestaciones son mínimas y se corresponden con el desplazamiento de cada motor (cubicaje), aunque a la hora de la práctica, parecieran reducirse.
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Con las diferentes características y comportamientos, y si bien ambas motos son muy aptas para todo uso, la Honda presume de una suavidad de marcha que invita a recorrer grandes distancias sin sacrificios, y la KTM con todo su poder se abre paso de manera más decidida en senderos y caminos secundarios. Incluso con un consumo apenas inferior, la austriaca no logra el rango de autonomía de la japonesa, y los 14,5 lts de capacidad de tanque de la KTM frente a los 17,5 lts de la Honda sentencian la definición.
Donde la KTM es superior a la Honda y a cualquiera que se le ponga al lado (por lo menos hasta ahora) es en la dotación de electrónica y en los componentes de suspensión. En el apartado tecnológico incluye Control de Tracción, ABS en curvas y con función off-road, además de un completo cuadro TFT Full color de 5” que es posible vincular con nuestro Smartphone mediante bluetooth. Por el lado de la Honda, encontramos ABS de doble canal y embrague anti-rebote (también ofrecidos en la 390) y luces de emergencia en frenada como elemento distintivo. En cuanto al panel, se conforma con un LCD de iluminación en negativo, heredado de la saga CB650.
La diferencia en suspensiones también es abismal (la 390 cuenta con una horquilla WP invertida regulable en compresión y extensión) y por más que la Honda cuente con rodado de 19” delante, es más que evidente el enfoque asfaltico de la CB versus el más “campero” de la 390. Sus recorridos confirman esto, con 136/135 mm para la Honda delante y detrás respectivamente y de 170/177 mm para la KTM.
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Ambos fabricantes decidieron configurar sus motos con neumáticos de 19” delante y de 17” detrás, siempre sobre llantas de aleación liviana, con una pisada trasera mayor para la CB lo que reafirma su inclinación deportiva sobre el asfalto.
Así están las cosas, y luego de analizar estos dos modelos es fácil concluir en que la Honda está más orientada para el uso asfaltico y que a la KTM le sobran aptitudes para divertirse sobre lo marrón, aunque las 2 motos gozan de una muy conseguida polivalencia y se proclaman muy aptas también para el uso cotidiano.
A u$s 11.300 que cuesta en nuestro país la KTM 390 Adventure, se le hace muy difícil a Honda justificar los u$s 17.000 que vale la CB500X. ¿Será que la llegada de la 390 Adv reacomode un poco el segmento?
Nació en 1997 en Capital Federal. Creció en el barrio porteño de Villa del Parque, y desde chico le gustó manejar. Estudió y se recibió de Periodista Deportivo en DeporTEA, donde egresó en diciembre de 2019. Desde entonces se dedicó a cubrir diversos deportes hasta que en junio del 2020 llegó a MotorPress. Actualmente es redactor en La Moto.