Esta Royal Enfield de 650 cc y dos motores rompe con todos los esquemas
Con base de la familia de las 650 cc de Royal Enfield, esta moto tiene una identidad propia. Te contamos los detalles.
Las preparaciones en el universo de las dos ruedas pueden superar todo tipo de límites, y el mundo custom no es la excepción. Una Royal Enfield Classic 650 modificada -por no decir, hecha a nueva- confirma la teoría.
El modelo en cuestión es una moto neo-retro bautizada como Vita, una creación que estuvo a cargo de Yuichi Yoshizawa, fundador de Custom Works Zon y quien es uno de los nombres más respetados del panorama custom japonés. Su último producto roza lo inusual y se transforma en una obra de ingeniería radical: equipa dos motores de Royal Enfield Classic 650, integrados en una arquitectura mecánica tan compleja como exclusiva.
El Yokohama Hot Rod Custom Show 2025 fue el escenario elegido para presentar el proyecto, una preparación de alto nivel técnico que convirtió un desafío mecánico de gran envergadura en el eje central de su identidad.
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¿Cómo es la Royal Enfield con dos motores?
Lejos de buscar la simple espectacularidad, Vita es el resultado de una idea cuidadosamente desarrollada, donde cada solución responde a una visión concreta del conjunto. Basada originalmente en una Classic 650, la moto terminó dando lugar a un propulsor de cuatro cilindros gracias a la unión de dos bloques del conocido modelo de Royal Enfield.
Yoshizawa explicó que, en un evento donde predominan los motores de gran cilindrada, el impacto visual del conjunto mecánico es determinante. El motor de la Classic 650, según sus propias palabras, ya posee carácter y presencia, pero la intención era llevar esa sensación un paso más allá mediante el uso de dos unidades.
La disposición técnica de Vita se apoya en la colocación de ambos motores en tándem, uno delante del otro, lo que obligó al equipo de Custom Works Zon a modificar las cotas del chasis. El motor delantero de esta Royal Enfield prescinde de la caja de cambios, lo que permitió recortar el cárter y acercarlo al bloque trasero, que sí conserva la transmisión. Además, al escalonar la altura de ambos propulsores, se redujo la distancia entre ellos y mantuvo un chasis compacto.
La interconexión de los dos motores se resolvió mediante un engranaje primario y una cadena, un proceso que requirió múltiples pruebas hasta alcanzar la configuración definitiva. Según detalló Yoshizawa, fue necesario recurrir a soluciones poco habituales, como el uso de roscas en sentidos opuestos para los ejes de extensión de cada motor, además de un alineado preciso de la línea de cadena. A su vez, se desarrolló un sistema de escape específico y se instaló una única ECU para sincronizar el funcionamiento de ambos propulsores.
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La estructura de la Royal Enfield Classic 650
El aumento de potencia y masa derivado de esta motorización obligó a reforzar la plataforma de la moto original. Por ello, Vita cuenta con un chasis más rígido y suspensiones fabricadas a medida, con rieles inferiores desmontables que facilitan la posible extracción del motor. El apartado ciclo se completa con ruedas de 26 pulgadas delante y 18 detrás, pinzas de freno Performance Machine, discos Hot Dock y bombas de embrague y freno Neo Factory.
En cuanto al nivel de detalle en esta Royal Enfield también se extiende a los acabados. El depósito de combustible de aluminio fue fabricado de manera artesanal, acompañado por un asiento bajo de nuevo diseño. A ello se suman los detalles en madera de caoba realizados por Hanafusa Heritage Carving, que aportan un contraste singular al conjunto.
Todas las piezas exteriores se dejaron sin pintar para resaltar la naturaleza de los materiales, una decisión coherente con la filosofía del proyecto. Incluso la palanca de cambios, realizada en acero de Damasco forjado a mano por el propio Yoshizawa tras aprender técnicas de forja tradicional, refuerza ese carácter artesanal.
