Honda XR 300 Tornado o Kawasaki KLX 300: ¿Cuál es mejor y por qué?
Ponemos frente a frente a las dos on-off medianas más buscadas del mercado.
¿La Honda XR 300 Tornado y la Kawasaki KLX 300 atienden las mismas necesidades? Tuvimos la posibilidad de enfrentar a los dos modelos que encierran una de las rivalidades más calientes de nuestro mercado. Te contamos todos los detalles
La Honda XR 300 Tornado fue en 2024 uno de los lanzamientos del año en el mercado argentino. Por exigencia popular, la casa del ala renovó a uno de los modelos más icónicos en la región: la XR 250. Con la nueva base motriz de 300 cc y su perfil un poco más tirado al off-road, es una opción interesante.
Del otro lado se encuentra la Kawasaki KLX 300, una moto que está hace más de un año en los concesionarios y lidera las ventas de la marca mes a mes. En los papeles, se trata de un modelo un poco menos “civilizado”, pero que permite meterse en cualquier lado.
Antes que nada, la Tornado 300 y la KLX 300 no son 100% rivales directas. Pero, en una comparativa, nunca hay que dejar de lado el contexto y, en ese sentido, en suelo argentino hay una oferta acotada en este tipo de motos, en esta cilindrada y por precios relativamente cercanos. Por eso, a partir de la disponibilidad, de las innegables características off-road de ambas y por su valor en los concesionarios, podemos rivalizarlas sin ningún problema.
Honda XR 300 Tornado y Kawasaki KLX 300: motor, potencia y entrega
Primero, veamos las cifras que exponen las fichas técnicas de ambas. La nueva Honda Tornado 300 cuenta con un motor monocilíndrico SOHC de 293 cc, con inyección electrónica, que eroga 24,8 CV a 7.500 rpm y 26,5 Nm a 5.750 rpm. Por su parte, la Kawasaki KLX 300 tiene un motor monocilíndrico de 4 tiempos, de 292 cc, DOHC, con inyección electrónica y refrigeración líquida, con unos muy aprovechables 32,5 CV y 29 Nm.
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Claramente, la Tornado queda un poco por debajo de su rival en la entrega de potencia (no así en par motor, tal vez el rasgo más fuerte de este motor), pero hay que entender que este bloque es mucho más eficiente en cuanto a consumos que su antecesor, entregando una mejor autonomía (cercana a los 400 kilómetros), ideal para quienes la utilicen para viajar. Esto se apoya también en el nuevo tanque con 13,8 litros de capacidad.
Por su parte, Kawasaki, con un perfil mucho más endurero y de diversión para el fin de semana, queda totalmente afuera de este punto de comparación debido —también— a su tanque de 7,5 litros de capacidad, que le da una autonomía cercana a los 180 kilómetros, siendo muy optimistas con el uso del acelerador.
Son dos motores con perfiles totalmente distintos. El de la Honda parece mucho más urbanizado: podés ir despacio en cualquier marcha alta y no va a tironear ni a sentirse incómoda. La Kawa, por su parte, tiene la tendencia de pedir acelerador constantemente, y sus marchas cortas invitan a ir subiendo cambios con más regularidad. Experiencias divertidas en ambos casos.
Si hablamos de la velocidad de crucero (aclaro, no velocidad final), estas motos pueden andar entre los 100 y 110 km/h, no más que eso. De esta manera, ofrecen un margen respetable para sobrepasos. Obviamente, dependiendo de las condiciones, la Honda promete mejorar un poco el rendimiento de la XR 250, que llegaba hasta los 130 km/h. La Kawasaki se destaca apenas, con sus 140 km/h de velocidad máxima, gracias a sus caballos de más.
El avance en seguridad y en la parte de ciclo de la Honda Tornado 300 es otro de sus puntos más destacables. Ahora tiene frenos a disco en ambas ruedas firmados por Nissin y ABS de doble canal. También equipa suspensiones con componentes Showa: horquillas delanteras de 221 mm de recorrido y el monoshock trasero Pro-Link, ajustable en 7 posiciones.
La Kawa parece estar igualmente bien equipada, con suspensiones de largo recorrido (254 mm delante y 231 mm detrás), con una horquilla invertida de 43 mm y un amortiguador Uni-Trak asociado a un basculante de aluminio. Sorprendentemente (o no), no tiene ABS, lo que no parece tan grave si se considera su ADN endurero. En el caso de la Honda Tornado, el ABS no es desconectable, lo que evidencia su concepción más urbana, pero desde la marca anticipan que no es tan intrusivo en caminos sin asfaltar.
En cuanto al peso y las dimensiones, ambas son motos altas y con pesos adecuados para su categoría. La Honda Tornado 300 es un poco más alta al asiento que su antecesora, con 10 mm más (890 mm), y un poco más pesada debido al nuevo tanque con mayor capacidad (153 kg). En este punto, la Kawasaki KLX 300 es un poco más alta (894 mm al asiento) y bastante más liviana (137 kg).
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Por otra parte, la Honda Tornado 300 tiene una nueva pantalla LCD negativa con la dotación de información correcta: posee indicador de marcha engranada, cuenta revoluciones y velocímetro. Este cambio es uno de los más pedidos, junto con la inclusión del medidor del nivel de combustible, que también es una novedad. La Kawasaki KLX 300 también entrega la información necesaria con su cuadro, pero en una presentación que resulta más anticuada y rudimentaria.
Conclusión
La conclusión tiene un análisis mucho más profundo que cada interesado hará, pero los puntos de mayor interés tienen que ver con el uso que se le va a dar a la moto. En ciudad, son igualmente buenas, con la Tornado sacando ventaja gracias a su tanque más grande y asiento más cómodo. En ruta, a las dos les va a costar por su nula protección aerodinámica y altura, pero, de nuevo, la Tornado, gracias a su autonomía, va a sacar diferencias.
Ahora, para un uso combinado con escapadas a la arena o a caminos de tierra, la KLX tiene ahí su punto fuerte, con una base pensada casi en su totalidad para eso, convirtiéndose en una moto “escuela” para el enduro bastante interesante.