Bajaj V15

La Bajaj V15 es un modelo con una estética muy particular y única en nuestro mercado, que seguramente será materia prima para muchos customizadores que la verán con buenos ojos para llevar a cabo sus creaciones. Por su concepción, no tiene rivales directos y se postula también como una opción muy válida para aquellos que buscan una primera moto con estilo y diferente al resto.

Indagamos un poco sobre sus orígenes y descubrimos que la nueva Bajaj V15 es una moto con mucha historia. Su nombre deriva de la “Mision Vikrant 1971” y su tanque está fabricado con el acero del portaviones INS Vikrant, pieza clave en la guerra que mantuvo India con Pakistán en 1971.

Las líneas de la Bajaj V15 conjugan las tendencias retro de moda hoy en día con la tecnología y calidad propias de la marca, y el innegable lápiz indio presente en su diseño. Al mirar el frente de la moto, lo primero que me llamó la atención es su cubierta de 18”, sin dudas uno de los tantos aspectos diferenciadores del modelo.

Cuenta también con un faro halógeno enmarcado por un aplique cromado, una pantalla derivabrisas, que cumple con una mínima desviación aerodinámica(pero que se agradece). Las luces de posición están integradas en las esquinas superiores del faro principal y los intermitentes halógenos lucen acrílico transparente. El guardabarros recurre a un diseño clásico mientras que las llantas de aleación son de cinco gruesos rayos dobles.

El mencionado tanque reabastece sus 13 litros mediante una muy bonita tapa con bisagra y cerradura en la cual se grabó el nombre del portaviones “INS Vikrant”.

Sin descuidar la ergonomía de la Bajaj V15, el depósito luce franjas deportivas verticales que se repiten en las tapas laterales. Sobre el tanque y las tapas se fijaron las insignias exclusivas del modelo, de muy buen aspecto visual. El motor está prolijamente presentado en el pasaje de cables y mangueras, y está acabado en gris aluminio. Ambos juegos de pedalines se destacan por su gran tamaño como también por el grueso recubrimiento de goma que presentan. Igual observación para el pedal de freno trasero.

Confortable para ambos ocupantes resultó el asiento forrado en cuero natural con costuras a la vista. Pensando en los que salen a rodar en solitario y aportando mucha personalidad a la Bajaj V15, cuenta con un cubreasiento trasero desmontable (se quita fácilmente con la “llavecita” Allen integrada en la misma llave de arranque).

En caso de ir acompañados, el eventual pasajero contará con una única asa de sujeción en posición trasera, no es muy cómoda, pero es mejor que nada. Para el silenciador de escape también se optó por algo clásico, siendo el mismo cónico y recurriendo al cromo para la tapa final y el protector antiquemaduras. Bien por Bajaj al equiparla con caballete central y cobertor metálico de transmisión. El diseño alargado y en punta del colín es muy particular. El faro principal al igual que el delantero está enmarcado por un aplique cromado y es full led. Sin embargo, el hecho de estar ubicado en un plano tan horizontal le quita efectividad y no es tan visible por quienes nos preceden.

Ponerse a los mandos de la Bajaj V15 no supone problemas para nadie, aunque el tamaño del conjunto la convertirá en ideal para pilotos de hasta talla media. El instrumental es muy simple y escueto de información. La única esfera analógica (de pobre retroiluminación anaranjada) es para el velocímetro (el cual incluye solo odómetro total) y está acompañada por un cuadrante donde se hallan los clásicos testigos más un generoso indicador (de segmentos iluminados) para nivel de combustible.

El manillar presenta una curvatura que sugiere de inmediato la descansada posición que adoptarán nuestros brazos. Los comandos en las piñas de esta Bajaj V15 son de una calidad superior a la media, de muy buen tacto y funcionamiento, y poseen iluminación en sus indicadores. Passing y cebador en la izquierda y ausencia de corte de contacto en la derecha, una lástima. Puños de buen grip y llamativo tamaño de contrapesos. Espejos rectangulares algo pequeños que gracias a sus largos brazos soportes permiten una adecuada visión.

El motor elegido para la Bajaj V15 es una novedad para nosotros, ya que ningún otro modelo de la marca presente en nuestro país lo monta. El mismo es un “mono” de 149,5 cc, SOHC, 2 válvulas, refrigerado por aire, carburado y con encendido DTS-i de doble bujía. Los 12 CV de potencia disponibles nos anuncian que estamos ante un impulsor que se desempeñará con agilidad en el tránsito urbano, ámbito en el cual esta Bajaj pasará la mayoría de sus días.

Sin tener datos oficiales de consumo, pero basándonos en la capacidad del tanque y las prestaciones en general, podemos augurar una destacada autonomía. La caja de 5 velocidades posee un comando suave de accionamiento y con talonera, con la particularidad de engranar todas las marchas hacia arriba.

Respecto de los frenos, adelante monta un disco de 240 mm mordido por una pinza de pistón doble y atrás un tambor de expansión interna de 130 mm. El disco delantero ofrece buena respuesta y es de fácil dosificación. El tambor trasero, en cambio, nos dejó con gusto a poco debido a un desempeño bastante pobre.

El setting elegido por Bajaj para las suspensiones está claramente orientado al confort de marcha. La horquilla convencional de 33 mm y el juego de amortiguadores regulables en precarga y asistidos por gas nitrox absorben con holgura todas las imperfecciones del camino. Dicho confort a la hora de circular en ámbitos urbanos no atenta cuando se encaran tramos más veloces por ruta u autopistas; dando buenas sensaciones en todo momento. Los cauchos que monta la Bajaj V15 son marca MRF en medida 90/90-18 adelante y 120/80-16” atrás. Una configuración de neumáticos por lo menos llamativa, pero sin objeciones desde lo dinámico.