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Características
En Benelli algo de historia saben, y revivieron la denominación Leoncino (cachorro de león en italiano) que utilizaron originariamente en 1951 en una pequeña moto propulsada por un motor monocilíndrico de 2T y 123cc y que ahora da vida a la gama “heritage” a la que pertenece esta Benelli Leoncino 250.
Salvo las lógicas diferencias de las versiones trail que se venden en algunos mercados (en 500 y 800 cc) y que son las más representativas del concepto scrambler dentro de la gama, todas las Leoncino comparten el mismo diseño que evoca lo clásico, con líneas elegantes y contemporáneas a la vez. La verdad es que el resultado logrado con estas Leoncino es realmente muy atractivo, y no hay nadie que permanezca indiferente a su paso.
Es para destacar, y seguramente el cliente así lo valore, como la marca logró imprimir el mismo porte y look en esta Benelli Leoncino 250, no teniendo que envidiarle nada a su hermana bicilíndrica de 500 cc. Muchas marcas intentan “bajar” los consagrados diseños de las gamas medias y altas a las bajas, pero muchas veces el resultado son modelos que parecen “desinflados”, sin identidad y que terminaron por perder toda la gracia de los modelos originales. Con la Benelli Leoncino 250 no pasa eso, con una moto que claramente sigue siendo una Leoncino y que transmite robustez pese a ser la más pequeña de la saga.
Ponerle palabras a las imágenes es medio innecesario, siendo lo que más destaca a la gama Leoncino ese diseño de carrocería que parece “apoyado” sobre el chasis, comenzando desde la parte delantera del tanque y transcurriendo hasta ese colín corto y minimalista. Simple y efectivo. Podríamos agregar “sobrio” también, ya que Benelli no cayó en la vulgar tentación de adornar con cromados, colores y accesorios a un modelo que tiene que llamar la atención, pero, por el buen gusto. Para darle un toque distintivo a la 250, la marca eligió unas sutiles gráficas laterales con cierto aire deportivo y moderno.
Está demás decir que no es una moto para cualquiera, ni esta Benelli Leoncino 250 ni ninguna otra que se encuadre en el concepto neo-retro. El perfil de usuario es claro: aquel que con su moto busque diferenciarse, no ser uno más. Adelantándonos un poco a las conclusiones de esta prueba, podemos decir que, en el caso de la Leoncino, además está adquiriendo una moto que funciona muy bien y con un desempeño dinámico que puede ser muy divertido. Quien la haya probado, sabe que la Benelli Leoncino 250 no es solo “facha”.
A favor
Ligereza percibida
Diseño
En contra
Sonido del escape
Visual de los espejos
El equipamiento de iluminación es exactamente el mismo de la 500, con una dotación full LED y donde se destaca un faro principal específico para esta Benelli Leoncino 250 con una forma ovoide, coronado en su interior por una DRL y una inscripción del modelo en el centro, uno de los tantos detalles que podemos observar en esta Leoncino.
Continuando con los detalles, encontramos el ya clásico “leoncito” apoyado sobre la punta del guardabarros delantero, el silenciador de escape revestido en acero inoxidable y el corta spray suspendido. Otro detalle y como para que no olvidemos su herencia italiana, es la inscripción “duecentocinquanta” en las tapas laterales del radiador, obviamente haciendo referencia a la cilindrada de ¼ de litro. Un aspecto que no queremos pasar por alto es el de la prolijidad en cuanto al pasaje de cables y mangueras, mucho mejor que en algunos productos de primeras marcas y segmentos superiores.
Los 810 mm de altura de asiento que declara la marca para esta Benelli Leoncino 250 pueden engañar un poco y asustar a los pilotos de menor altura. Nada más lejos que eso, ya que lo estrechez en la zona media de la moto hace que cualquier piloto pise con comodidad y firmeza el suelo. Ergonómicamente es una moto que, podríamos decir, trata muy bien la parte alta del cuerpo del piloto y exige un poco más la baja.
¿Qué quiere decir esto? Se maneja de manera muy natural y erguida, sin provocar ningún tipo de cansancio. Pero de la cintura para abajo, la mano cambia y nos obliga a adoptar una posición bastante flexionada de nuestras piernas dada la ubicación alta y retrasada de los pedalines. En una moto de características urbanas como esta, no se convierte en un mayor problema aunque es justo mencionarlo y más que nada para que lo tengan en cuenta los pilotos de talla alta.
La comodidad ofrecida por el asiento (aunque de tapizado plástico, pero bien adornado con costuras a la vista y bastones perpendiculares) de una sola pieza es correcta y está bien resuelta para los traslados urbanos. Piloto y acompañante no tendrán quejas al respecto, aunque nuestro segundo a bordo echará en falta las asas de sujeción que las imposiciones del diseño le quitaron.
Frente a nosotros un display monocromático nos informa de manera clara y rápida de leer todo lo que necesitamos saber: velocidad, vueltas de motor, marcha engranada, nivel de combustible, temperatura de líquido refrigerante, trips y nada más. Solo le faltaría un reloj horario. Los comandos son de calidad promedio, de correcto funcionamiento y de los cuales se agradece la inclusión de un interruptor para las balizas. De igual manera, vale la pena mencionar la maneta de freno con posibilidad de ajuste en distancia. Los espejos van muy bien con la estética de la moto, pero en lo funcional, el campo visual ofrecido es algo acotado.
Ficha técnica
Tipo | Monocilíndrico, 4T |
Distribución | DOHC, 4 válvulas |
Alimentación | Inyección electrónica |
Refrigeración | Líquida |
Diámetro x carrera | 72×61.2mm |
Cilindrada | 249 cc |
Potencia declarada | 25,5 HP a 9.250 rpm |
Torque declarado | 21 Nm a 8000 rpm |
Rel. de compresión | 11,2:1 |
Encendido | Digital |
Arranque | Eléctrico |
Caja | 6 velocidades |
Embrague | Multidisco en baño de aceite |
Transmisión Final | Cadena |
Configuración | Multitubular de acero |
Delantera | Horquilla invertida de 41 mm |
Recorrido | 125 mm |
Trasera | Monoamortiguador central |
Recorrido | 51 mm |
Delantero | Disco de 280 mm con pinza de 4 pistones, ABS |
Trasero | Disco de 240mm con pinza flotante, ABS |
Delantero | 110/70 – R17 |
Trasero | 150/60 – R17 |
Largo / ancho / alto | 2030/840/1115 mm |
Distancia entre ejes | 1370 mm |
Altura del asiento | 800 mm |
Distancia del suelo | 170 mm |
Dep. de combustible | 12,5 L |
Peso en orden de marcha | 162 kg |
Velocidad máxima | 150 km/h |
Velocidad máxima
Con lo mejor en lo más alto del tacómetro, su entrega es muy progresiva y lineal, sin encontrarse baches a ningún régimen. Consigue con facilidad una velocidad máxima de 150 km/h de marcador y solo en lo alto del cuentavueltas manifiesta algunas vibraciones, propias de un monocilíndrico.
Motor
Particularmente no habíamos probado nunca este motor 250, el mismo que equipa a la TRK251, y la primera impresión fue: ¡ojo que va! Se trata de un moderno y con carácter monocilíndrico, DOHC de 4 válvulas, inyección electrónica y refrigeración líquida. Se asocia con una caja de 6 marchas mediante un embrague con anti-rebote, elemento con el que hoy disponen sus rivales mejor equipadas. La marca declara una potencia de 25,5 HP a 9.250 rpm y 21 NM de par a 8.000 rpm, pero la verdad que en el conjunto hasta pareciera contar con algún caballito más.
El consumo en nuestra unidad (que no se encontraba debidamente asentada) fue de 4,3 litros para recorrer los 100 kms, no está mal aunque debemos reconocer que no le brindamos el manejo más “eco” posible.
Con 12,5 litros de capacidad de tanque, la autonomía es más que suficiente para una moto de corte urbano. Un aspecto que no nos terminó de convencer y que nos resultó extraño tratándose de una Benelli es el del sonido de escape de esta Leoncino 250, falto de calidad y demasiado ruidoso para nuestro gusto. En cuanto a lo estético, logradísimo con ese silenciador embellecido con una cubierta de acero inoxidable y con el logo grabado en laser, además claro de la salida doble.
Uno de los temas siempre con las Benelli es su peso, y si bien los 164 kg en vacío que declara la Benelli Leoncino 250 no es de los mejores en su categoría, la verdad es que es la primera moto de la marca que nos da la sensación de ser bastante más ligera de lo que anuncia su ficha. Si bien los kilos están, no se los sienten ni en parado ni en maniobras a baja velocidad.
Seguramente se deba a que la Benelli Leoncino 250 es uno de los últimos desarrollos de la marca (por lo menos de los que llegan a nuestro mercado) y de a poco se va notando la evolución en este aspecto. Queda bastante en que trabajar, pero lo difícil es lograrlo sin que se disparen los costos.
Repasando un poco la parte ciclo de esta Benelli Leoncino 250, encontramos un chasis multitubular construido en acero, al igual que el basculante, una robusta horquilla invertida de 41 mm de barras y un monoamortiguador de anclaje directo con regulación de precarga. Un conjunto muy bien puesto a punto, que como toda Benelli apuesta a un desempeño dinámico que prioriza los apoyos y la estabilidad en velocidades medias/altas. Sin olvidarse que se trata de un modelo urbano, se comporta decentemente absorbiendo los clásicos obstáculos de la ciudad: lomos, cunetas, empedrados, etc.
Una buena parte ciclo no puede hacer su trabajo sola y necesita de buenos cauchos para coronar su desempeño. Así lo entendió y equipa a esta Benelli Leoncino 250 con unos eficientes Metzeler montados en llantas de aleación de 17” en medidas 110/70 delante y un generoso 150/60 detrás.
Tal y como mencionamos en un principio acerca de conjugar un diseño clásico con la tecnología de estos días, es que la Benelli Leoncino 250 equipa de serie un ABS de doble canal para garantizar la seguridad en los procesos de frenado, sin importar el nivel de adherencia. Dicho sistema se apoya sobre un disco delantero de 280 mm mordido por una pinza de 4 pistones y un trasero de 240 mm con pinza flotante monopistón.
Fotos