Kymco Agility 200i

Pocas veces se puede plasmar la virtud más saliente de un producto en su nombre. Un buen ejemplo de esto es sin dudas el Kymco Agility 200i que nos ocupa esta prueba, justamente porque “agilidad” es lo que transmite al conducirlo por nuestras ciudades colapsadas por el tránsito. Se trata de un scooter liviano, básico, muy manejable y con ruedas de 16”, un plus que aporta estabilidad y una mayor capacidad para circular por asfaltos que muchas veces distan de ser un paño de billar.

El Kymco Agility 200i no es el scooter más “fashion” ni el más equipado del portfolio de la marca taiwanesa, pero sí es una opción racional, económica y de muy correcto funcionamiento. Sus líneas de aristas filosas le aportan un diseño moderno y juvenil, despegándolo de la moda retro. El grupo óptico frontal en forma de “V” es totalmente halógeno y se encuentra montado sobre el pecho del scooter y no sobre el manillar, como es más común. A los lados, e integrados al carenado, se ubican los intermitentes –también halógenos– y de tulipa fumé.

Por sobre la óptica se pueden observar unas rejillas (que simulan ser entradas de aire); detalle de diseño que se repite en la parte delantera del piso y debajo del asiento también. El cobertor plástico del manillar no es ajeno a las líneas del resto del frente. Sobre él podemos observar el pequeño parabrisas, que responde más a una solución de diseño, ya que su protección aerodinámica es mínima. El guardabarros es bien rasante al neumático montado sobre llanta de aleación de cinco rayos dobles. La horquilla es hidráulica convencional mientras que el freno es a disco simple de 260 mm mordido por pinza de pistón simple.

Sobre el lateral del Kymco Agility 200i no hay muchos detalles de diseño para mencionar. Sí destacar que toda la zona baja del carenado y el lateral del pecho, está construida en un plástico (negro sin pintar) de aspecto muy robusto y resistente al trajín al que se somete un vehículo de uso diario.

El piso del Kymco Agility 200i es completamente plano y de superficie antideslizante, apto para circular con alguna carga menor sobre él. Las apoyapies para el pasajero no soy muy generosos pero cumplen su tarea. Sobre el interior del pecho contamos con el clásico gancho para colgar bolsas y por debajo una pequeña gaveta con cerradura que será útil para guardar llaves, celu, etc.

El asiento es generoso en amplitud y mullido para piloto y pasajero y se encuentra forrado en un correcto tapizado antideslizante. Debajo del mismo (se destraba mediante cerradura del lado izquierdo) entra sin problemas un casco, algún que otro objeto menor y se accede al depósito de combustible de 5,8 lts de capacidad. Sobre los laterales del colín del Kymco Agility 200i se fijó la insignia identicatoria del modelo. Las asas para el segundo a bordo se integraron a la parrilla trasera mediante una robusta pieza color gris aluminio, la cual es ideal para anexar un top case y así incrementar la capacidad de carga de este Kymco.

El faro trasero es integral (agrupa a los intermitentes también), de acrílico transparente, tecnología halógena y muy buen desempeño lumínico. Por debajo, el soporte portapatente con luz y reflectivos. El escape es de clásico diseño tubular, pero se realza gracias a su protector antiquemaduras y su tapa final. La suspensión trasera es monobrazo oscilante asistido por un juego de amortiguadores con regulación en la precarga de los resortes. Por su lado, el freno trasero monta un disco de 240 mm y pinza de doble pistón.

A los mandos de este Kymco Agility 200i se observan componentes básicos, pero efectivos. La instrumentación (de retroiluminación anaranjada) es de fácil y rápida lectura. Se contenta con un cuadrante de dos agujas, una para el velocímetro y la otra para el nivel de combustible. Completa el odómetro total, un reloj horario/fecha digital y los testigos de los intermitentes y el de la luz alta/cruce. Los comandos en las piñas son de calidad promedio, ubicación clásica y correcto funcionamiento.

Los espejos ofrecen una buena visibilidad y son fáciles de regular, en parte gracias a que están montados sobre largos brazos soporte. Cuenta con pie de apoyo lateral y caballete central para un estacionamiento seguro sobre cualquier superficie. La posición de a bordo del Kymco Agility 200i es cómoda hasta talla “M” de piloto, ya que no abunda espacio para las piernas (que no podrán estirarse más allá de los 90 grados), no obstante se logra una postura decente y relajada para los desplazamientos diarios de corto alcance.

El motor del Agility es un monocilíndrico de 163 cc, 4 tiempos, OHC 2 válvulas, con inyección electrónica de combustible y de refrigeración forzado por aire. Eroga unos 11,2 CV a 7.500 rpm y los “pone” en el asfalto mediante una suave y correcta transmisión automática de variador continuo. Este Kymco Agility 200i es un scooter de corte netamente citadino, y aunque sus prestaciones no llamen la atención, son suficientes para hacer honor a su nombre y moverse con total soltura y agilidad por la urbe.

El consumo es otra de las virtudes del Kymco Agility 200i , no superando los 3 litros cada 100 km recorridos en cualquier circunstancia. Las vibraciones provenientes del impulsor son contenidas, gracias a un buen ajuste y balanceo de sus componentes internos. Lo mismo ocurre con la transmisión, que tampoco manifiesta trepidaciones.

Las suspensiones no son de las más “soft” en cuanto a su setting de fábrica, pero su configuración las convertirá en un aliado al brindar aplomo al momento de tomar velocidad. Como ya dijimos, el rodado de 16” (en medidas 100/80 adelante y 120/80 atrás), le confieren al modelo un plus de estabilidad que se manifiesta en una muy sencilla manejabilidad en el denso tráfico, calificándola como “ratonera”.

Los frenos siempre son un punto alto de la marca taiwanesa, y el Kymco Agility 200i no es la excepción: cuenta con disco en ambos ejes que la detienen de manera segura y sin esfuerzo. El tacto en las manijas es correcto, sintiéndose un poco más firme el trasero, seguramente debido a su flexible mallado de acero (mejor rendimiento que los de goma porque evitan el estiramiento).

En materia de scooter, Kymco se supo ganar la “chapa” de ser un jugador importante a nivel mundial en casi todas la cilindradas, ofreciendo siempre productos de altísima calidad que le pelean a la par a referentes como los japoneses e italianos, por citar algunos ejemplos. El Kymco Agility 200i no presume de equipamientos espectaculares ni gadgets tecnológicos, pero paga con las cualidades que uno espera de un scooter de sus características: utilidad, practicidad, y facilidad de conducción.