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Conducción en scooter: ¡hacete ver!

La mayoría de situaciones de riesgo para un scooter las provoca un auto, y la frase más escuchada después de eso es «no te vi». Aprendé a ser «más visible» en el tráfico urbano.

Según las estadísticas de la misma policía, dos de cada tres accidentes de moto tienen su origen en una acción incorrecta de un coche, y la gran mayoría de veces la explicación del automovilista es la misma: «no le he visto». Por eso es muy importante llevar la luz de cruce siempre encendida, y estar seguro que no tenemos ninguna bombilla fundida, y también por eso es buena idea llevar prendas de colores visibles. Pero sólo con esto no basta: hay que tener muy presente cada momento que estemos sobre nuestra moto o scooter que tenemos que ser lo más visibles que sea posible para los demás conductores, y esto se consigue de dos formas, primero evitando situarnos o pasar en momentos críticos por las zonas de no visibilidad que tienen todos los coches, y segundo evitando hacer maniobras inesperadas y anticipándonos a las de los demás. Queremos insistir abordando en detalle cuáles son las actitudes que nos permitirán evitar situaciones de riesgo dentro del tráfico urbano cuando éste es denso, o cuando el resto de vehículos está directamente detenido y podemos movernos entre ellos gracias a la agilidad de nuestras dos ruedas

Tráfico en movimiento

El motorista de arriba a la izquierda se ha colocado justo en una zona «ciega» del coche que le precede e, incluso si por esa calle no se puede girar, se puede encontrar con la sorpresa que ese coche decide hacer un giro ahí, o detenerse súbitamente; hay que evitar estar en las zonas «ciegas» cuando el otro vehículo llega a una zona donde «no es imposible» que realice alguna maniobra. Frente a un posible giro a la derecha (cruce) mucha atención a los coches que circulan por el carril derecho, pues aún sin señalizar podrían girar a última hora: el motorista (arriba derecha) está mal situado porque no podrá evitar al coche que gira, por más que en principio está en una zona donde el conductor sí puede verle (pero puede no mirar). Situarse, sobre todo si está señalizando, en el otro lado para dejarle hacer su maniobra evitando cruzarnos en su trayectoria es una buena idea.

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Atención a las puertas

El motorista que tenemos abajo a la derecha debería circular por la mitad de su carril, el derecho, pero lo hace demasiado cerca de los coches aparcados, con el riesgo de que uno de ellos abra la puerta sin mirar. Es uno de los golpes más habituales en ciudad, algo que «nos ha pasado a todos una vez» pero que puedes ser capaz de evitar incluso esa vez. También es incorrecto circular demasiado «apartado» a la derecha del carril derecho porque damos la posibilidad que un coche venga por detrás con prisa y pretenda adelantar por donde no hay espacio, poniéndote en una situación de riesgo. Tampoco es bueno circular en el otro lado, sobre todo si nuestro carril está libre y pasamos por una zona «ciega » del coche a la izquierda: éste podría intentar un cambio de carril justo por donde estamos pasando.

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Tráfico detenido

Semáforo rojo y tráfico parado, pero nosotros todavía podemos movernos para ganar metros hasta el mismo semáforo. Cuidado cuando estemos moviéndonos, pues iremos pasando por zonas «ciegas» de los coches donde deberemos maximizar la atención, en este caso y al estar detenidos habrá que estar atentos al interior del coche pues podría bajarse un pasajero o acompañante. Recuerda que los espejos están colocados (en el mejor de los casos) para que sea el conductor quien pueda ver por ellos, no el pasajero, y éste no tiene ese «instinto» así que seguramente abrirá la puerta sin mirar y sin cuidado: mucho ojo con los taxis, pero no sólo con ellos, y en tus recorridos habituales aprende a fijarte en detalles de dónde y por qué se baja más gente, para aprovechar una parada de autobús o metro, una tienda concurrida, un quiosco…

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Una buena posibilidad para adelantar metros a semáforo cerrado es invadir el carril contrario. Atención, evidentemente esto es incorrecto y pueden denunciarte por ello (por ejemplo en Barcelona seguro, en Madrid raramente), pero desde aquí nuestra prioridad son las maniobras seguras y con las que podemos evitar otras situaciones de más riesgo, y pasar por donde no hay nadie es evidentemente más seguro que hacerlo entre vehículos. Sin embargo, mucho cuidado con esta maniobra: jamás debe hacerse «rápido» y siempre vigilando cada coche y conductor, pues –sobre todo si el atasco es gordo en un sentido- alguno podría decidir dar media vuelta (incorrectamente, pero «no es imposible») y ahí el problema sería serio; por desgracia es otro golpe habitual, y feo, en ciudad. Para evitarlo tampoco te coloques donde los coches no puedan verte (motorista arriba, izquierda).

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El truco

No existe mejor consejo para afrontar el tráfico denso que tener las manos «preparadas» sobre los mandos de nuestra moto o scooter. Bien al contrario que en coche, donde conviene tomárselo con calma y relajo, sobre dos ruedas estaremos muy atentos a todo lo que ocurre a nuestro alrededor, para poder aprovechar los huecos que se nos abran, para esquivar de antemano a quienes vayan a desviarse de nuestro camino o cruzarse en él, y sobre todo para reaccionar ante las «agresiones» que podamos recibir. Por eso conviene circular con uno o dos dedos en cada maneta de freno, y con el pulgar izquierdo sobre la bocina, de forma que si necesitamos hacer uso de los frenos o la bocina minimizemos el tiempo en hacerlo: esas décimas de segundo que pasan desde que decidimos frenar hasta que abrimos la mano del puño y ponemos los dedos sobre la maneta, pueden marcar la diferencia entre anécdota o susto, y algo más grave. Eso, y la capacidad de fijarse en qué están haciendo y harán los demás vehículos, es lo que diferencia un conductor experto y seguro de uno que no lo es.

Recordá que

  • Evita situarte en las zonas «ciegas» de los coches, básicamente sus «tres cuartos» traseros, donde ni siquiera «queriendo» podrán verte directamente ni a través de ningún espejo.
  • Hazte visible y «domina» tu zona de circulación, no ruedes «apartado» por tu carril.
  • Atención cerca de los cruces, prevé la posible trayectoria de los coches que circulan a tu alrededor y evita pasar por ahí: adelántate incluso y desvíate para esquivar sus posibles movimientos.
  • Si el tráfico de obliga a estar «mal situado» ante un cruce u otra situación similar, prepárate para frenar y ten un dedo en la bocina para avisar a quien pueda cruzarse en tu camino: más vale anticiparse «para nada» que lamentarse después.
  • Cuidado con los coches detenidos o aparcados porque de ellos puede bajar gente y el golpe con una puerta abierta de improviso es de los más habituales en ciudad.
  • Para llegar el primero al semáforo no «vale todo» pero con los demás vehículos parados tenemos una buena ocasión para ganar metros con mínimo riesgo: aprovéchala.
  • Atención si decides usar el carril contrario para ganar metros, no lo hagas nunca rápido pues alguno de los coches de la izquierda podría decidir dar media vuelta.