Que las maxitrail son cada vez más elegidas por los viajeros, no es ninguna novedad. De hecho, esta tendencia está en franco ascenso desde hace unos 10 años. Las motos de turismo, que fueron las especialistas en devorar kilómetros, de a poco se vieron reemplazadas por estas polivalentes maxitrail. A tal punto que actualmente las marcas tienen contados modelos de esta categoría en su catálogo. Y esta tendencia tiene su explicación, ya que estas maxitrail que arrancaron siendo aparatos muy específicos, de gran peso y porte, y solo aptas para pilotos con experiencia, mutaron a ser máquinas más amigables, manejables, cómodas y con una dinámica en asfalto realmente sorprendente.

Por eso las maxitrail van por más y ya no son solo motos superiores al litro de cilindrada. Si bien es cierto que no podemos catalogarlas como tales, su esencia se está imponiendo cada vez más en los segmentos de menor cubicaje. Por nombrar motos de marca niponas, la Suzuki V-Strom 250, la Kawasaki Versys X300 o la no-nata Yamaha Tracer 300, son claros exponentes de motos que nacieron siendo naked y que se las adaptó convenientemente para ser monturas aptas para recorrer kilómetros y kilómetros de ruta. Tanques de mayor capacidad, asientos más confortables, mayor protección aerodinámica, llantas de rayos (en algunos casos) y anclajes para montar maletas y baúl como corresponde, son los atributos más comunes que se les incorporan y que las diferencian de sus hermanas desnudas.

Con mayoría de orientación más asfáltica, las opciones son múltiples incluso en la arquitectura de sus motores, pudiendo encontrar también exponentes algo más off-road como una BMW G310 GS de motor monocilíndrico. La lucha es encarnizada y eso está muy bueno, ya que cada modelo nuevo en aparecer obliga a sus competidores a elevar la vara constantemente. Por otro lado, los usuarios reciben positivamente este tipo de productos, ya que una sola moto cubre todas las necesidades del motociclista promedio: facilidad y economía para el uso cotidiano, y equipamiento y comodidad para los viajes de turismo.

El mundo de la moto es muy dinámico y cuando todo se creía ya visto, aparece KTM con la 390 Adventure, la moto que seguramente marcará un antes y después dentro de las de su categoría. Con una orientación ciertamente off-road (como corresponde a una marca especialista en estas lides), los austriacos patean el tablero con un producto que destaca por su nivel de electrónica, ergonomía y suspensiones. Veremos con qué precio llega a nuestro país y que posibilidades ciertas tiene de ser ensamblada en Campana. Pero sea como sea, la 390 Adventure será el punto de partida para que la competencia desarrolle motos de entre 300 y 400 cc con soluciones y tecnología de segmentos superiores a precios más terrenales para el común denominador.

Para regiones como la nuestra, las motos de 300 cc deberían ser un bastión importantísimo para todas las marcas, ya que a priori son modelos modernos, equipados y medianamente accesibles. El “club de las 300”, que ya pintaba interesante con la amplia oferta naked, veremos cómo se acomoda con las opciones “aventureras” y qué modelos son los elegidos por el cada vez más exigente público argentino.

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Esta entrada ha sido publicada el 10 marzo, 2020 09:52