Bajaj NS: analizamos a la más pequeña de la gama

Justamente un día después de que el gobierno decretara el aislamiento preventivo y obligatorio por la pandemia de Covid-19, Bajaj Argentina anunciaba el lanzamiento de la Bajaj NS 125. Debido a esto, es que recién ahora pudimos tomar contacto con la entrada de gama a la familia NS, o bien como le gusta decir a la marca, “tu primer NS”.

La NS 125 toma su diseño de la extinta 135 LS, agregando ahora gráficas y paleta cromática que la emparentan con la superventas NS 200. Estratégicamente, la marca busca atraer usuarios a la familia NS desde las cilindradas más bajas, para que luego peguen el salto a la NS 160 y por último a la NS 200, en cualquiera de sus dos variantes, carburada o Fi con ABS delantero. Esto se ve reforzado con la limitación de cilindrada que impone la primera escala de la licencia de conducir argentina, ya que la 125 sería la única NS habilitada para tal categoría.

Diseño Bajaj NS

Comenzando por el frente, observamos un grupo óptico de generoso tamaño e impecable transparencia, de tecnología halógena (al igual que los intermitentes), que augura un correcto desempeño nocturno, y que integra en ambos vértices superiores las luces piloto. Enmarcando a ambos lados se fijan unos deflectores plásticos que además de brindar una terminación estética, esconden el prolijo paso de cables, al igual que la pantalla deriva brisas de color fume, que como en toda naked tiene más fines estéticos que funcionales.

El tanque, de 10,5 litros de capacidad, se reabastece mediante una tapa de diseño rasante, y ensaya unas formas que benefician la comodidad a bordo. Dicho tanque y sus tapas laterales lucen las nuevas gráficas que buscan darle identidad NS a esta 125. Aportando al look deportivo, la NS 125 embellece su parte baja con una quilla plástica pintada en el mismo color del tanque.

Mirá la prueba completa de la Bajaj NS 200

Toda la mecánica de la Bajaj NS 125 está prolijamente pintada en negro brillante a excepción de las tapas laterales que son color titanio. Vale destacar que, aunque se trate de un modelo de entrada de gama, no se descuidó la prolijidad y la buena factura de la tornillería y pasaje de cables. Como en todas las NS, dispone de las defensas laterales de caño, también conocidas como “mata perro”.

Con respecto al asiento de la Bajaj NS 125, de dos piezas y forrado en material antideslizante, es de muy generoso tamaño para ambas plazas y con un mullido muy agradable, sobre todo para el piloto. Las asas de sujeción para el pasajero se muestran robustas y copian las formas del colín.

El sector posterior posee otro sello característico de la saga, el grupo óptico dividido y de tecnología led. Debajo de éste se ubica un pequeño soporte para el portapatente y los intermitentes. El guardabarros trasero es de dos piezas, solución eficiente pero de cuestionable estética. Por su parte, el escape es negro en su totalidad, incluso su protector anti quemaduras que ahora pasa desapercibido.

Como elemento de serie, la Bajaj NS 125 cuenta con caballete central, elemento vital para tareas de mantenimiento del vehículo como ser la limpieza y lubricación de la transmisión. En el debe, podemos anotar el corte de contacto al desplegar el pie de apoyo con una velocidad insertada. Ya montados en ella, nos sentimos muy a gusto con el tamaño y la ubicación elevada de los semimanillares, que en conjunto con la posición de las estriberas, brindarán una postura muy natural que permitirá no sufrir los traslados diarios por la ciudad.

¡Increíble transformación! Así sería la Bajaj NS 350 

Conocé la ficha técnica de la Bajaj NS 125 al detalle