Honda XR190L

Es cuestión de tiempo y de la regularización de normas anticontaminación para que todo el parque de motos 0km ofrecido disponga de inyección electrónica y de a poco se vayan jubilando los nobles y confiables carburadores. También suena lógico que sean justamente las marcas japonesas (como en esta Honda XR190L) las encargadas de bajar esta tecnología a sus entradas de gama y de esta manera empujar al resto de los fabricantes a no quedarse atrás.

Honda Argentina lo entendió así y es por eso que introdujo en su gama on-off a la Honda XR190L, que no es ni más ni menos que la conocida XR150L, pero con un impulsor de cubicaje apenas superior con inyección electrónica de combustible, como aspecto más destacable. Con esta nueva integrante y junto a la XRE300, la gama XR de Honda queda muy nutrida y con opciones para los distintos perfiles de usuario.

Viviendo en las grandes urbes y sufriendo a diario su caótico tránsito, es cierto que los scooters son la opción más lógica para los traslados cotidianos por la city. Sin embargo, son muchos los usuarios que se aburren con estos pequeños por su manejo “tan simple” y prefieren otra cosa. Personalmente, cuando me toca usar por unos cuantos días una on-off, enseguida pienso lo mismo: esto es lo ideal en la ciudad, por su agilidad, estrechez y la despreocupación de contar con suspensiones que absorben con hidalguía cualquier obstáculo que se nos interponga.

Pero ahí no terminan las virtudes de este tipo de monturas como la Honda XR190L, ya que su dualidad de uso nos permite transitar cómodamente por caminos o senderos donde otras motos de corte netamente asfáltico no pueden asomar las narices.

Como novedad, se incorporó un colín con una base con tacos de goma donde atar una carga. Este luce más moderno que el de la pequeña 150, con nuevo faro principal halógeno al igual que los intermitentes.

Adelante nada cambia, mismo faro (de rendimiento algo justito en algunas circunstancias) y máscara para acompañar al clásico guardabarros sobreelevado de la Honda XR190L. Los neumáticos CST de origen chino, montados como corresponde sobre llantas de rayos cruzados, responden con mayor solvencia sobre lo gris que sobre lo marrón, aunque para un uso “light” son suficientes siendo el asfalto mojado y su adherencia una condición a tener en cuenta.

Respecto al diseño de la Honda XR190L, son sutiles los cambios en relación a la 150. Si bien las tapas laterales del tanque y las cachas bajo asiento son nuevas, resulta más fácil reconocerla por el silenciador de escape (más voluminoso) y el conjunto motor que en este caso es íntegramente negro. Resumiendo esos serían los cambios a simple vista, junto al ya comentado nuevo colín, asideros y desde ya las gráficas propias del modelo.

A bordo no existen diferencias, todo igual para un conjunto algo espartano pero de correcto funcionamiento. El instrumental se contenta con una esfera para el velocímetro (con odómetro parcial y total), mientras que en un segundo cuadrante se haya la aguja que marca el nivel de combustible junto a unos pocos testigos luminosos donde el de “check” nos recordará que contamos con la inyección electrónica. Por suerte, el paso del flexible de freno delantero ni obstaculiza la visión del instrumental ni interfiere con el tambor de arranque en la Honda XR190L como sí pasa en otros modelos on-off.

Los comandos son conocidos y rústicos, pero de buen funcionamiento. Sin embargo, ya sería hora de incorporar uno de corte de encendido y gatillo de passing. Otra cosa que también habría que jubilar en la Honda XR190L es la vetusta tapa extraíble del tanque, la clásica cromada. Algo que no creo que repercuta fuertemente en el precio del producto y que a esta altura toda Honda debería traer es el corte de contacto al engranar una marcha con la muleta desplegada. Para revisar. Respecto de los espejos, sin cambios para los clásicos redondos que ofrecen una visión decente y muy sencilla regulación.

Con mis 1,75 metros la ergonomía es perfecta con un asiento cómodo y permite una destacada libertad de movimientos. Incluso para el acompañante la comodidad está asegurada porque también puede disfrutar de unos nuevos asideros de caño más robustos.